lunes, 18 de octubre de 2010

LIDERAZGO COLECTIVO


Entendiendo como condición de líder la capacidad de alguien, para conjuntar un equipo de personas, coordinando sus capacidades y estimulándolas, con el fin de conseguir unos objetivos en base a una máxima eficiencia, demos admitir un riesgo real de endiosamiento, tanto por parte del protagonista al creer que es obra suya el éxito conseguido; o bien porque los componentes del equipo tienden a sobrevalorar-le y acaban por someterse a el.

En nuestra historia reciente los liderazgos políticos han sido de vital importancia en nuestro país, en particular para la consecución de la democracia y su consolidación, así debemos reconocer que figuras de la talla de Santiago Carrillo, Felipe González, Adolfo Suárez, Torcuato Fernández Miranda, Marcelino Camacho, Nicolás Redondo, Carlos Ferrer Salat, y muchos otros, gracias a un don especial de convencimiento, y una claridad de ideas, posibilitaron la evolución pacifica de un estado autárquico a una democracia plenamente consolidada que gozamos hoy en día.

Pero amigos, el mundo da muchas vueltas y el avance de la humanidad no se detiene; lo que fue válido ayer hoy no sirve apenas, y cuando nos empeñamos en proseguir con los antiguos métodos acabamos colapsados, como le está sucediendo al mundo occidental con la actual crisis económica. Los liderazgos a nivel individual son una de las primeras cosas que han pasado a la historia, y si queremos de verdad afrontar el futuro en condiciones, debemos empezar por asumir un nuevo concepto de liderazgo colectivo, no solo a nivel político, si no a nivel de las mínimas estructuras ciudadanas, una asociación de vecinos por ejemplo.

La dirección de una empresa hoy, es infinitamente más compleja que no lo era hace cincuenta años y es por ello que los grandes líderes empresariales han casi desaparecido, al menos públicamente, substituidos por unos consejos de administración donde las decisiones individuales, han sido reemplazadas por las colectivas de una élite que actúa de forma anónima oculta tras una marca o un logo.

Resulta curioso sin embargo, que lo que la patronal ha sido capaz de articular como fórmula de progreso, la parte social no haya sabido hacerlo y así tenemos que se sigue confiando en que surjan determinadas personas capaces de encabezar un partido politico, un sindicato o cualquier movimiento.

Hoy nos encontramos frente a una posibilidad real de cambio, el modelo que hasta hoy el mundo ha utilizado para organizarse económicamente, ha fracasado rotundamente, demostrando que el camino emprendido no conduce a otro sitio que no sea el desastre más absoluto, en forma de un retroceso en el nivel de vida de la mayoría, para que una élite de privilegiados disfrute de todas las ventajas.

Observamos también, quizás porque la nuevas tecnologías de la información nos permiten conocer más a fondo a las personas, los que pretenden ser líderes en la sociedad actual, nada tienen que ver con los líderes de antaño, unos personajes casi inaccesibles a la mayoría de los mortales, y de los que casi no conocíamos sus miserias humanas. Hoy sin embargo quienes deberían ser grandes líderes, los tildamos de mediocres y no porque lo sean más o menos que los de antaño, si no por conocerlos más íntimamente.

En la nueva realidad del siglo XXI, que emana de la gran revolución que se avecina, se hace necesaria la implicación a fondo de todos y cada uno de los individuos que componen la sociedad, ejerciendo un liderazgo colectivo que sea capaz de aglutinar y coordinar todos los esfuerzos, para el buen fin del progreso justo y equitativo de toda la humanidad.

Si empezamos todos y cada uno de nosotros a tomar conciencia de la necesidad de una implicación total en nuestro trabajo cotidiano y en las organizaciones sociales a las que pertenecemos, (los sindicatos por ejemplo), acabaremos por provocar la necesidad de cambio en la realidad actual de las empresas, donde deberá acabarse la exclusiva persecución del beneficio, para substituirlo por la creación de empleo y el mantenimiento del mismo. Esto enlaza con otro concepto la Propiedad Colectiva, sobre el que reflexionaré en mi próximo artículo.

1 comentario:

  1. josé rubio pscv_rubio@hotmail.com23 de octubre de 2010, 5:01

    Apreciado compañero COSME, aqui tienes un amigo, en las ideas. Estoy convencido que la única alternativa al desastre en el que estamos inmersos, viendo venir peores augurios algunos de nosotros, y la ceguera de otros, está claro para mí que un cambio de timón hacia un mando colectivizado y un reparto más equitativo de la riqueza, es completamente necesario y deseado para la mayoría para evolucionar de una vez hacia una vida más justa, honesta y repartida.....la necesaria nueva revolución, en concordancia con el medio ambiente, vida sana, poder de decisión más repaartida, salarios justos y necesarios para una vida sosegada , digna, que de una vez tengamos todos lo que ya por derecho tenemos escriturados, pero no otorgados, (vivienda digna, trabajo para todos, justicia más justa, menos direccionada y politizada, cambios del mercado financiero,etc....etc....etc. tú ya sabes.
    Un abrazo
    cimpañero José Rubio

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