Quien más y quien
menos en este país, se ha sentido alguna vez indignado en los tres años del
gobierno del Partido Popular que ha presidido Mariano Rajoy; quien más y quien
menos han hecho alusión alguna vez al reiterado incumplimiento del programa
electoral de Mariano, que ha resultado ser todo lo contrario de lo que
prometía, además de traer como consecuencias una notable desprotección social
que ha conllevado un aumento desproporcionado de la desigualdad en nuestro país
y el engorde de las cifras de pobreza extrema y no tan extrema, aunque pobreza
al fin y al cabo, con la parte más sangrante como son niños pasando hambre
literalmente; debiendo soportar además las estupideces de personajillos como el
presidente autonómico de Madrid, diciendo que los problemas de malnutrición de
los niños madrileños, son por exceso y no por defecto de alimentos.
Durante estos tres
últimos años, nos hemos levantado cada día con nuevos casos graves de
corrupción que mayoritariamente han afectado al partido del gobierno, que no ha
asumido ni una sola responsabilidad política por ello, y para más INRI, ha
seguido manteniendo hasta el último momento en sus cargos a los imputados en
los casos más graves y escandalosos.
En este año que
acabamos de dejar atrás, por el hecho que se cumplía el ecuador de la
legislatura, las altas esferas del gobierno cambiaron el chip, pasando de
responsabilizar de todas las desgracias a la herencia recibida a decir que nos
encontramos en el país de la maravillas en base a unos datos macroeconómicos,
que el ciudadano de a pié no ha percibido en lo más mínimo, sino más bien todo
lo contrario, por cuanto los recortes en sanidad, educación, pensiones salarios
y puestos de trabajo que este gobierno ha practicado, no ya por razones
económicas, si no ideológicas, se lo hacen notar mucho más cruelmente.
Hemos empezado el
2015, y los ciudadanos, han madurado democráticamente hablando muy mucho estos
últimos años, dándose cuenta de la importancia de su voto en las elecciones, y
del error cometido en las del 2011, cuando se pretendió castigar al Partido
Socialista quedándose en casa sin ir a votar,
abriendo la puerta de par en par a la mayoría absoluta del PP que tanto
daño nos ha procurado. ¿Cómo explicar si no, la salida a la cancha de Podemos y
su auge en todas las encuestas, si no es en base a la concienciación ciudadana
de la necesidad de ir a votar para desbancar a la derecha cavernícola del
poder?
Se habla también
estos días de la sentencia de muerte al bipartidismo que ha presidido el
período de democracia que hemos venido manteniendo desde la aprobación de la
Constitución de 1978, y les doy la razón en esto, aunque no como se ilusionan
algunos, viendo ya desaparecidos al PP y al PSOE, substituidos por una única
formación que no se define ni de derechas ni de izquierdas, como es Podemos. El
Partido Popular, aunque debidamente reformado en profundidad, deberá seguir
existiendo como aglutinador del sector derechista, y el más que centenario
PSOE, también seguirá existiendo, por cuanto ya ha empezado un profundo proceso
de transformación y como representante de la izquierda razonable,
transformadora y posibilista. No dudo que en las próximas elecciones generales,
Podemos sea el tercero en discordia, y que el nuevo gobierno del país salga de
un pacto entre partidos que entre todos sumen la mayoría parlamentaria
necesaria, para mantener una estabilidad, donde Podemos va a tener un poder de
decisión muy determinante. ¿Qué primará entonces, el anti socialismo visceral
que propugnan estos días, o bien su anti derechismo que se intuye en su
discurso cargado de populismo?
Por todo lo expuesto
hasta aquí, estoy convencido que el 2015 va a ser el año del gran cambio en
España, donde la democracia no solo va a consolidarse plenamente, si no que va
a evolucionar, para ser compatible con la nueva sociedad que estamos creando en
este siglo XXI.
Pese a no estar de acuerdo con algunas cosas, especialmente con eso de que el PSOE ha empezado "un profundo proceso de transformación y como representante de la izquierda razonable, transformadora y posibilista" (lo que yo veo no es más que un burdo maquillaje en un partido que ha perdido el norte), concuerdo contigo en que 2015 será el año del gran cambio en España. Ahora bien, ese cambio puede ser a peor o a mejor. Todo depende de a quién se vote.
ResponderEliminarBuen post.