Después de la
victoria del NO es NO, del pasado dos de setiembre, muchas cosas han quedado
claras y muchas dudas se han despejado en el panorama político español. En
primer lugar, la incapacidad negociadora de Mariano Rajoy Brey y la directiva
actual del Partido Popular, que han sido totalmente incapaces de llegar a
acuerdo ninguno con otras fuerzas del arco parlamentario, con el fin de
conseguir, los pocos votos necesarios para la investidura; tan solo Ciudadanos,
en base a grandes cesiones y manifestando además, públicamente su desconfianza
hacia el candidato a presidente, que iba a cumplir los acuerdos, han mantenido
hasta el final su voto favorable, aunque poniendo velas a todos los santos
habidos y por haber para que el PSOE se mantuviera en sus trece y Mariano se
estrellara contra su propia estolidez. ¿No les parece increíble, que la fuerza
más votada con 137 escaños, que tiene el apoyo de los 32 de Ciudadanos y 1 de
Coalición Canaria, y a falta solo de 6 votos para la mayoría absoluta, sea
incapaz de conseguirlos en un parlamento donde además de los citados hay 21
diputados más de derechas?
Otra de las
cuestiones que ayer se dilucidaron fue, el enorme cabreo que el discurso de
presentación del candidato el pasado día 30 de agosto produjo en los cinco diputados
del PNV, para que el portavoz de esta formación anunciara el día 2 que no solo
votaría en contra de la investidura aquel día, sino también pasado el 25 de
septiembre fuera cual fuera el resultado de las elecciones vascas. Cuestión que
considerando que el PSOE se mantendrá en la postura de negarle el pan y la sal
al PP, invalida al menos a mariano Rajoy como candidato de nuevo, pues con su
técnica de crear “amigos” ya no puede echar mano a 21 si no a 16, que además le
exigen un referéndum en Cataluña para darle su apoyo.
También se clarifico
un poco aunque quizás habrá que esperar unos días más, para ver qué posición
toman son los de PODEMOS y sus confluencias, a los que parece les vuelve a
salir la vena agresiva, por cuanto Pablo Iglesias, su líder, en sus cinco
minutos de gloria del pasado día 2 ya volvió por las andadas, con algún que
otro improperio al Partido Socialista, cuestión que más tarde redondeo en
Twitter su correligionaria Irene Montero, resucitando lo del PPSOE. ¿Están
retirando ya su mano tendida?
Los de ERC y los de
PDC (Antigua Convergencia); dejaron bien claro que su voto no lo dan, si no que
lo venden y su precio es el compromiso de antes de un año autorizar un
referéndum independentista en Cataluña, posición que les sitúa, totalmente al
margen de cualquier negociación.
Ante este panorama, y
de no suceder nada especialmente traumático que cambie substancialmente las
posiciones, vemos como Mariano Rajoy Brey, está totalmente invalidado para
obtener de nuevo la presidencia del gobierno y que las presiones que desde los
medios de comunicación, bajo su dominio, han impulsado para obtener la
abstención del PSOE, no solo han quedado en nada si no que además han puesto en
evidencia, su nula voluntad de negociar y llegar a acuerdos.
¿Cuál es pues la
solución? A mi entender la que ya se intentó en Marzo, PSOE+PODEMOS+C’s (188
diputados) y en base al acuerdo de 200 puntos que llegaron entonces. Esta
solución a mi corto entender tiene la ventaja que orilla el problema
nacionalista al dejar de lado los partidos independentistas catalanes y toman
como base de la organización territorial la reforma Constitucional en un
Sentido Federal, cuestión con la que comulgan los Socialistas y bastante los de
Ciudadanos y me consta que a buena parte de los que hoy militan en PODEMOS,
aunque como fuerza a la que agrada jugar con la ambigüedad, no acaba de tenerlo
claro.
Veremos los que
acontece estos próximos días, antes del 25 de septiembre, pues me parece que
tanto Podemos, como a Ciudadanos y el PSOE, les conviene estratégicamente dejar
resuelto el tema antes de las elecciones vascas y gallegas, con el fin que sea cual sea el resultado que
se produzca en ellas, sea desligado de la investidura al gobierno de España.
Lo que sí es seguro,
vamos a dilucidar de una vez por todas, la visión de estado de estos partidos
llamados de la nueva política, que hasta hoy han hablado mucho pero no han
demostrado otra cosa que ceguera política.