Llevamos ya un tiempo que los próceres españoles, desde sus poltronas del gobierno ultra liberal que hemos elegido, nos vienen anunciando que España ha dejado atrás la crisis económica, esta que empezó hace ahora 10 años con el tema de unas hipotecas basura, que desde Estados Unidos se exportaron a todo el mundo civilizado.
No voy a ser yo quien
les quite la razón, pero si me gustaría hacer una pequeña matización sobre sus
palabras para indicar que de la crisis han salido solo aquellos españoles que
ya antes de ella nadaban en la abundancia de dinero o aquellos otros que
aprovechando una legislación extremadamente favorable, han sabido especular con
la miseria de los demás, engrosando enormemente sus bolsillos.
Efectivamente amigos,
los beneficios de las empresas han subido por más de un 60%, en estos diez
años, y por el contrario los salarios solo el 1%,.por otro lado hemos cambiado
un empleo fijo y estable por otro temporal y precario, en nombre de una
competitividad para nuestras empresas, cuestión que ha situado a nuestro país
en la tasa desigualdad más grande de Europa.
Nuestros servicios
sociales están bajo mínimos, la ley de la dependencia, sobre la que muchos
discapacitados severos y sus familias, habían albergado grandes esperanzas, no
tiene ya prácticamente dotación presupuestaria. La Educación Pública, la mayor
apuesta por el futuro que se hizo en los años de gobiernos socialistas y que nos dio como resultado la generación de
jóvenes mejor preparados que nunca hubo en la historia de nuestro país, se
encuentra bajo mínimos, por haber desviado los presupuestos hacia una escuela
privada concertada, incluso la de corte religioso que tiene por objetivo la
obtención de beneficios, por encima de la calidad del servicio que se presta, o
un sesgo ideológico totalmente negativo para la formación en libertad de los
alumnos. La Sanidad Pública, la joya de la corona de la democracia, que
consiguió ser la más eficiente y de alta calidad de todo el mundo, además de la
más económica, ha sido prácticamente desmantelada, en estos últimos años de
gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy, que entre el cierre de camas en
unos hospitales y la privatización de los servicios en otros, hay perdón, (que a
la privatización en este país se la llama externalización de los servicios), Sin
nombrar, una congelación de facto de la pensiones, subiendo tan solo el 0,25%,
cada año, según los expertos por más de 15 años.
De todo lo expuesto
cabe deducir, en primer lugar, que los costes de esta gran crisis económica la
peor desde el final de la II Guerra Mundial, al igual que en 1929 han recaído
fundamentalmente sobre las espaldas de clases medias y trabajadoras, que con una rebaja
substancial de salarios y un recorte mas que notable en el estado del bienestar, ha
visto caer en picado su nivel de vida. Y no solo esto, si no que los más
jóvenes, esta generación de la que se dice es la mejor preparada de la
historia, y que debería ser la que ahora se pusiese al frente de las empresas
del país y le diera marcha y prosperidad, ha sido expulsada y enviada a otros lares
para cubrir aquellos trabajos que los naturales no quieren hacer.
En segundo lugar, que
va a ser extraordinariamente difícil que la prosperidad vuelva llegar a la
mayoría, si sigue en el gobierno un partido neoliberal como el PP por cuanto
todo el sistema económico lo han basado, no en producir más y mejor, si no en
producir más barato, bajando los costes salariales, cuestión que como es bien
fácil de entender, aumenta considerablemente la desigualdad social, además de
asfixiar el actual sistema de pensiones, al disminuir considerablemente los
ingresos en las arcas de la Seguridad Social.
Nos miente el
ministro de economía, cuando dice que no hay otra salida, y pretende convencernos
que es mejor un salario de miseria que nada, que el estado del bienestar del
que empezamos a gozar hace unos años, no es sostenible en un futuro inmediato;
en resumen que debemos conformarnos de seguir viviendo en la miseria, y nos
miente deliberadamente, porqué él si sabe muy bien que hay otra solución, como
está demostrando el gobierno de izquierdas en Portugal, que hay que repartir mejor la riqueza que
generamos, que es estúpido e inmoral que todo vaya a parar a manos de unos
pocos, que hay que dejar, de una puñetera vez, de considerar los salarios como
un coste igual que si fuera una mercancía cualquiera y que debe considerarse
como inversión del capital humano cuyo rendimiento debe ser equiparado al del
capital económico, hay hoy día empresas que funcionan así, las llamadas de
economía social, muchas de ellas con notable éxito y competitividad, no basada
precisamente en recortes salariales ni sociales. Hay también que potenciar el
regreso de esta generación preparada que ha emigrado, pues son la base
fundamental donde asentar nuestro futuro. Hay que reestructurar nuestro sistema
productivo buscando el alto valor añadido y hay que repensar sectores muy
importantes para nosotros como el turismo, para darles una mayor rentabilidad,
eliminando todos aquello que de negativo comporta el sistema actual.
No lo duden amigos,
es posible salir con bien de la crisis para la mayoría de españoles, pero esto
no lo pueden hacer las gentes del Partido Popular, si no los principios de la
ideología socialdemócrata, que al fin y al cabo, fueron los que impulsaron el
mundo occidental, después de la segunda guerra mundial, hacía el camino del
progreso y la prosperidad. El nuevo PSOE que lidera Pedro Sánchez y su equipo,
es una buenísima baza que nos conviene jugar más pronto que tarde, una baza que
nunca van a mover los grandes empresarios y grandes pequeños y medianos
especuladores; solo en manos de las clases medias y bajas, está poder
encarrilar de nuevo el país en la senda
del progreso y la justicia social, garantías de paz e igualdad.