Desde aquí quiero felicitar al colectivo de trabajadores de las empresas de
limpieza de la ciudad de Madrid, por la lección que nos han dado a todos los
españoles, en defender unos derechos que tanto una legislación perversa como la
mala voluntad de los actuales mal llamados empresarios en connivencia con los
políticos que nos gobiernan pretendían conculcar. Un aplauso por el éxito
conseguido.
Ahora bien, además de evitar los despidos, y la rebaja general de salarios
que se pretendía, estos trabajadores han conseguido poner en evidencia, la
desastrosa gestión municipal que la alcaldesa Ana Botella, hace en el
Ayuntamiento de Madrid en general y de este asunto en particular, cuando todo
el problema deriva de su decisión de rebajar los contratos, con las empresas
concesionarias, sin condicionarlo al mantenimiento de los puestos de trabajo y
de las condiciones laborales existente hasta entonces; cuestión de la que ya
fue advertida cuando el asunto se planteó en un pleno municipal y una concejala
de la oposición, les anunciaba que la rebaja que se planteaba, repercutiría
directamente en las espaldas de los trabajadores; siendo, la edil tildada de
catastrofista y mentirosa por parte del teniente de alcalde del Partido
Popular.
Con todo se ha hecho patente, que la Sra. Ana Botella, no es alcaldesa de
Madrid por méritos propios, si no por ser la Sra. De, y que es del todo incapaz
de llevar una gestión tan compleja como es el del ayuntamiento de un gran
ciudad como Madrid, ni de un caso de huelga como el planteado, al pretender
solucionarlo mediante la contratación de esquiroles; cuestión que la susodicha
ha acabado de rematar, cuando al terminar el conflicto, atribuye el acuerdo que
han debido firmar patronal y trabajadores, asómbrense ustedes, a la Reforma
Laboral que puso en marcha el Partido Popular y responsable del aumento del
paro en nuestro país y del trabajo a precario que hoy se ha generalizado de
todas todas. ¿Se puede ser más cutre?
La capital de España, no merece un gobierno tan desastre como el que
encabeza doña Ana Botella, un gobierno totalmente incapaz que está llevando a
los madrileños a los records, negativos, más grandes de toda su historia, con
una bajada impresionante de la tasa turística, mientras que su gran competidora
Barcelona, bate todas las marcas de visitantes; no merece un gobierno que les
procura uno de los ridículos más impresionantes ante los foros mundiales con lo
del “Relaxing cup off café con leche”, y cuya gestión dentro de los cánones del
ultra liberalismo más salvaje, han conseguido situar en el límite a los obreros
encargados de la limpieza.
Espero y deseo que los españoles aprendamos la lección que nos acaban de
dar los trabajadores del servicio de limpieza de Madrid, en el sentido que si
es posible cambiar las cosas, que de ninguna de las maneras debemos
conformarnos con los palos que nos está dando el actual gobierno del Partido
Popular, que otras soluciones a la crisis son posible distintas a los recortes
y a la pérdida de derechos fundamentales, que el déficit público puede
adecuarse, con solo perseguir adecuadamente el fraude fiscal y una nueva
fiscalidad más justa, que incida sobre los que más ganan en beneficio de los
que menos, acompañada de una gestión correcta de los recursos que son de todos.
Es evidente, sin embargo que el Partido Popular es totalmente incapaz de
adoptar soluciones justas y equitativas, pues ideológicamente está a las
antípodas de los que pugnan por un reparto justo y equitativo de la riqueza que
se genera en nuestro país, y que solo siendo desbancado del poder, se podrá
empezar una clara salida de la crisis dentro de los cánones de una moderna y
civilizada economía del siglo XXI.
Se hace también palpable, después de la Conferencia política del PSOE, que queda sin efecto el argumento de la
carencia de alternativa y aquello que a la hora de la verdad todos son iguales,
pues hoy todo el mundo comprende que el camino iniciado por esta formación
política de renovación no solo ideológica y de apertura, si no de personas, no
tiene vuelta atrás.
En definitiva debemos concluir que la huelga de limpieza de Madrid, ha dado
con un canto en los dientes a todos aquellos que desde los sillones predican la
inutilidad del esfuerzo colectivo en general y de la huelga en particular, que
los trabajadores consiguen las victorias en base a la solidaridad, no exenta de
sacrificio claro está, pero que acaban conduciendo a la victoria.
A ver si aprendemos, y acabamos por sacudirnos este gobierno injusto que
nos oprime.