Acabo de recibir
junto con mi factura de suministro eléctrico, un folleto de la Cia Endesa, en
donde se me indica, que desde el 1 de Abril, y de acuerdo con la nueva
normativa del gobierno. Se establecen dos métodos de cálculo del precio de la
electricidad que sustituyen a la anterior tarifa denominada del último recurso
(TUR). El primero denominado Precio Voluntario para el pequeño consumidor
(PVPC) es el precio que Red Eléctrica de España calcula para cada cliente en
base a la variaciones al alza o a la baja de los precios del mercado eléctrico,
atendiendo que esta variaciones dependen de diversos factores, como el clima, o
la demanda de energía, aunque yo creo que olvidan, el principal como es la
necesidad de aumentar sus beneficios, tanto de los productores como de los
distribuidores. El segundo método, es que la compañía establezca un precio fijo
anual, aunque si quiero acogerme a esta modalidad deberé solicitarlo
expresamente, cuestión que no sucede con la anterior, donde ellos me sitúan
automáticamente si no pido lo contrario.
Hasta hoy, yo no he
admitido otra tarifa de la electricidad que la que regulaba el gobierno y cotejando
con otros conocidos que habían adoptado la tarifa libre que las compañías
promocionaban, siempre he constatado que he salido beneficiado, sin embargo
ahora por lo que se me dice, el precio fijo tampoco estará sujeto a control
gubernamental, por lo que ya no sé en estos momentos cual de los dos métodos me
favorece más.
Todo ello me induce a
pensar en varias cosas, la primera es que tratándose el suministro de
electricidad de un bien público de primera necesidad, debería estar al alcance
de todo el mundo y su precio fuera del circuito especulativo, como es el caso,
por mucho que se quiera justificar con factores climáticos, u otras zarandajas,
cuando todos los economistas nos cuentan que el precio de producción de la
energía eléctrica lo fijan las cuatro grandes compañías productoras en función
única y exclusivamente de sus intereses. En segundo lugar seguimos produciendo
la energía en base a los costes más caros, como son los derivados del petróleo,
producto que nuestro país debe importar, cuando somos de los lugares de Europa
que disponemos de más horas de insolación al año, un producto que junto con el
viento nos es facilitado gratuitamente por la naturaleza. ¿Porqué, en lugar en
lugar de apoyar estos procesos de generación, el gobierno del PP no se le ha
ocurrido otra cosa que, suprimir las ayudas para fomentarlo, que años ha y con
visión de futuro se habían implementado? Creo que sencillamente el asunto pasa
por el dejar de pensar en los ciudadanos y seguir favoreciendo a las grandes
compañías petrolíferas internacionales, que no quieren perder la mínima cuota
de mercado.
El neoliberalismo
imperante hoy en buena parte de los países europeos, España incluida, intenta
convencernos además, que estas políticas se practican en nombre de la libertad,
y atacan todo lo que huela a intervención pública, tal que si fuera un camino
abierto a la más feroz dictadura. Me pregunto: ¿Es libertad que unos pocos
directivos de unas grandes compañías, se enriquezcan a costa de una especulación
que acabamos pagando todos nosotros? ¿No tenemos bastante con la esclavitud a
la que nos ha conducido la especulación inmobiliaria, cuando no hemos podido
pagar la hipoteca, a partir del momento que ha reventado la economía de casino
que unos pocos provocaron? ¿Se acuerdan cuando nos prometían libertad, cuando
firmábamos, el crédito de un coche de gama media, o de un piso con cuatro
habitaciones, en un lugar que llamaban de ensueño?
Todo ello me induce a
pensar que la única libertad que ellos predican, es la libertad de mercado, por
la que unos pocos, que además nadie ha elegido en democracia, manipulan a su
antojo a unas mayorías, con el fin de conseguir enriquecerse sea la
circunstancia que sea. O piensan Vds, que los Botin, Koplovitch, Florentinos,
etc.., no siguen engrosando sus arcas
aún en épocas de crisis profunda. Si un empresario del sector ladrillo,
que no era ni mucho menos de la escala de los mencionados, sino más bien, hace
poco, cambiaba de mercedes cada vez que una de sus empresas entraba en concurso
de acreedores, ya me dirán Vds. que no harán estós fenómenos de las finanzas.
¿No creen Vds, que se
hace imprescindible un cambio radical en el sistema? ¿No creen Vds. que los
únicos que nos pueden sacar de la crisis, somos nosotros mismos asumiendo
responsabilidades que hasta hoy hemos puesto en manos de unos impresentables
que solo miran por sus intereses personales?
No permitamos nunca
más que la especulación, que no crea riqueza alguna, dirija nuestros destinos,
devolvamos el poder real a los que nosotros elegimos democráticamente, y
potenciemos que sean los trabajadores, quienes asuman responsabilidades en la
gestión de las empresas en más medida incluso que los aportadores de capital.
Que los bancos dejen de ser administrados en función de las acciones que poseen
ciertos individuos o corporaciones y se abra la gestión directa a los
depositantes.
Soy consciente que
estas propuestas hoy parecen una utopía, pero amigos estoy muy seguro que si
nos lo proponemos de verdad, en este siglo XXI lo conseguiremos “I have a
dream”