La puesta en evidencia estos últimos tiempos, de una
serie de “patinazos” en la casa real española, han resucitado de nuevo el gran
debate latente de casi 150 años, sobre la forma de estado de nuestro gran País
España, sobre si ha llegado el momento de soltar el lastre de un sistema
anacrónico y condenado a la desaparición como es la monarquía, o bien seguir en
ella por un tiempo más.
De entrada les confieso que soy esencialmente de ideas republicanas, pues considero es la forma más democrática de la representación del estado, que no un sistema basado en la herencia de sangre de una familia determinada; aunque también debo decirles, que en estos momentos albergo serias dudas sobre la conveniencia de iniciar hoy este debate entre los ciudadanos españoles.
Me explicaré: La primera experiencia republica en España tuvo lugar desde el 11 de febrero de 1873 hasta el 29 de diciembre de 1874 en que el pronunciamiento del General Martinez Campos dio paso a la restauración borbónica en España. Esta primera experiencia republicana, si bien empezó como un régimen de corte claramente federal, que hubiera permitido un moderna estructuración de los distintos pueblos que componían la España de entonces incluidos los restos del pasado imperio colonial, a los once meses de su proclamación y con la entrada a caballo del General Pavia en el Congreso de los Diputados, se acabó el experimento, abriendo la puerta a una república de carácter unitario-conservadora presidida por Francisco Serrano Domínguez Duque de la Torre, que no tardó en disolver las cortes republicanas instaurando una especie de dictadura republicana, hasta el pronunciamiento de Martínez Campos.
Una rápida lectura de los hechos ocurridos nos hace dar cuenta que el fracaso del proceso revolucionario que representó esta 1ª República española, fracasó, por falta de apoyo, de políticos y el propio pueblo, en particular las clases medias que según parece no veian en la Republica un sistema que mejorase sus intereses, frente a la Monarquía, por corrupta que esta fuese.
El segundo intento, en 1931 que finaliza en 1939 tras una cruenta guerra civil, empieza su decadencia después de la victoria de la CEDA en las elecciones de 1934, apoyada por una mayoría de las clases medias, y con la abstención de las clases populares que preconizaba la CNT. El gobierno derechista surgido de las urnas, se dedica a desmontar de hecho todos los avances progresistas conseguidos en los dos primeros años, con un gobierno de izquierdas y de hecho abre el paso a un pronunciamiento militar del General Franco, provocando la radicalización de las izquierdas y la búsqueda de refugio en el fascismo de las clases medias y acomodadas.
También en este caso el movimiento republicano fracasa, por causa del no convencimiento de las clases medias altamente conservadoras de ideas que no ven en el progreso la preservación de sus intereses.
Concédanme pues amigos, el beneficio de la duda, si en estos momentos, cuando el pueblo español hace tan solo cinco meses, en una elecciones libres y democráticas, ha otorgado el poder a un partido de ideología claramente conservadora, está en condiciones de iniciar un debate trascendental sobre la forma de estado, sin que ello represente un nuevo fracaso anunciado, antes de empezar el tercer intento.
Creo que hoy por hoy lo que desde la izquierda debemos proponer, son verdaderas soluciones para salir de la crisis, debemos impulsar el crecimiento económico y la transformación del modelo económico desde la propia base y dentro de las estructuras supranacionales como la UE, para ello pronto vamos a contar con un colaborador inestimable en nuestra vecina Francia y poco más adelante en la poderosa Alemania. Cuando hayamos resuelto esto y en España, con una estabilidad garantizada, las izquierdas recuperen el poder, és cuando podremos abrir el melón de una nueva forma de estado, más acorde con los nuevos tiempos que no ahora. ¿No les parece?