lunes, 17 de septiembre de 2012

DESPUES DE 1,5 MILLONES GRITANDO INDEPENDENCIA




¿Que debería pasar ahora, después que el pasado 11 de setiembre 1,5 millones de los 7 que constituyen el pueblo de Cataluña, saliera a la calle, pidiendo unánimemente de secesión del resto de España?
 
En primer lugar, e intentando hacer un análisis de urgencia, del porqué una cantidad tan enorme de personas, en un día en extremo bochornoso, climatológicamente hablando, salieran de sus casas para concentrarse en el centro de Barcelona gritando INDEPENDENCIA; debemos considerar un superlativo hartazgo, de una situación a la que la derecha en el poder, no ofrece salida alguna. En segundo lugar, decir que el independentismo de siempre minoritario en nuestro país, ha conseguido, a través de una media verdad, canalizar en su provecho una buena parte de las frustraciones que sentimos en lo más íntimo los catalanes, después de largos años, en que los separadores del estado español, nos han vejado, tratándonos como un pueblo vencido al que se puede humillar impunemente.
 
En lo del martes día 11 hay que ver la reacción a las burlas y sátiras de Rodriguez Ibarra, las incomprensiones manifiestas de Esperancita Aguirre, del Aznar que hablaba catalán den la intimidad, las vejaciones a nuestra lengua que se han procurado desde grandes instituciones del estado, del menosprecio a una cultura milenaria, y así hasta un larguísimo etc. Que culminaría en una sentencia desfavorable a un estatuto de autonomía, refrendado por el Parlament, el Congreso y el Senado y todo el pueblo de Cataluña, dictada por un Tribunal Constitucional deslegitimado, no solo por ser ocupado por unos cargos que deberían haber sido renovados tiempo a, si no por una serie de maquinaciones políticas, que alteraban substancialmente las mayorías de su composición y ello como consecuencia de un recurso del Partido Popular que nunca debió ser presentado; sin olvidar la extraordinaria sandez de Monago este mismo mes de setiembre.
 
Algunos, entre los que me incluyo, opinamos que no debe interpretarse la masiva asistencia a la manifestación con un aumento exorbitado de los independentistas convencidos en Cataluña, aunque si como una seria señal de alarma de muchas cosas que no se están haciendo bien políticamente hablando, en nuestro país. Desde el Socialismo catalán, no se ha conseguido, ni cuando se ocupaba el poder ni ahora desde la oposición, ilusionar a la ciudadanía con la idea de un estado federal en España, a mi entender la gran solución para implicar a todos los pueblos que constituimos España en un proyecto común; pero las reticencias de una parte importante del PSOE, junto a una poco audaz gestión del PSC en el tema estatutario, cuando se ocupaban posiciones de poder en Cataluña; además de las feroces críticas, que desde el nacionalismo español y catalán, intuyendo el consabido peligro que entrañaba a la tradicional política victimista de separatistas y separadores, se lanzaron despiadadamente; por lo que en cierta manera resulta lógico que mucha gente que se auto considera no independentista, acabara asistiendo a la manifestación como señal de rechazo a las continuadas vejaciones.
 
Creo llegado el momento de aclarar posiciones, y los recientes cambios en el PSC, van en esta dirección definiéndonos claramente como federalistas, con todas sus consecuencias y desterrando las ambigüedades pseudo nacionalistas que nos podían apartar del verdadero camino; también el discurso de Rubalcaba en la Fiesta de la Rosa en Barcelona del domingo 16 de setiembre, donde de nuevo se hizo referencia a la España Plural, nos hace concebir esperanzas que el socialismo catalán y español ha sabido tomar nota de sus errores y en cuanto recuperen el poder, la articulación de los pueblos que componen España, de una vez y para siempre, mediante una federación va a ser prioridad principal.
 
Creo que es el día 20 de setiembre, que Don Artur Mas y Don Mariano Rajoy deben verse las caras en Moncloa por el tema del Pacto Fiscal, es allí donde veremos la imposibilidad tanto de uno como de otro para entenderse, en estos temas de intereses tribales, cuestión que contrasta con la facilidad de ambos para llegar acuerdos de orden ideológico cuando se trata de aplicar las más salvajes políticas neoliberales. El desacuerdo, va a ser aplaudido y celebrado, por los de ERC, SI, DC, y demás grupúsculos soberanistas, que, obligaran a Don Artur a convocar unas elecciones anticipadas con la pretensión sean plebiscitarias y con la secesión de España, como punto principal y prioritario del programa de Convergencia, (ya veremos si esto comporta una separación de Unió). Aunque claro está, amigos lectores, todo está sujeto a la decisión de quien ostenta en verdadero poder en Cataluña, Don Isidro Faine, presidente y factótum principal de “La Caixa”, que de momento no ha dicho “esta boca es mía”            

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