Llevamos
unos cuantos meses, desde que el gobierno y su más ferviente adulador Don
Francisco Maruhenda director del diario La Razón, optaron por cambiar el
discurso de justificar su política neoliberal y de recortes en la “herencia
recibida” por otro altamente optimista, donde contraviniendo la opinión de una
buena parte de expertos, pretenden justificar ante la opinión pública el
acierto de las medidas que han tomado; mi grado de indignación ha aumentado
considerablemente, hasta el punto de no poder mirar con sosiego los programas
de debate de la sexta, como Al Rojo Vivo, El Objetivo, o la Sexta Noche, por la
ingente cantidad de mentiras que en ellos se sueltan, y el bajo nivel para
contradecirlas de los que pretenden ser representantes de la izquierda mediática.
Cuando se
hace bandera de un titular, que la agencia de rating, Morgan Stanley publicó la
segunda quincena de setiembre, diciendo Viva España!, y se le atribuye un signo
inequívoco, que los mercados vuelven a confiar en nuestro país, y nadie es capaz
de contraatacar señalando que ni Morgan Stanley y ninguna otra agencia, han
cambiado la calificación al borde del bono basura, de la deuda pública
española; que por lo demás, resulta, ha aumentado escandalosamente, del 60 al
100% del PIB en los dos años del gobierno Rajoy y que al fin y al cabo es lo
que mide el grado de confianza en una determinada economía, aviados estamos.
Otra de las
falsedades de los aláteres de este impresentable gobierno que tenemos, tambien
sin contestación alguna, es el intentar vendernos que gracias a ellos y a sus
medidas, la famosa prima de riesgo está
a niveles incluso por debajo de los que había en el gobierno Zapatero, y nadie
es capaz de replicar, ni tan solo los afamados economistas liberales, que en
primer lugar hace tan solo dos años, Alemania no pagaba intereses si no que
cobraba por financiarse al considerarle como valor refugio frente a la tormenta
en la Zona Euro y hoy este país está pagando del orden del 2% por su
financiación. Nadie tampoco dice ahora, que cuando la prima de riesgo alcanzaba
el orden de casi 700 puntos, el interés que pagaban los bonos españoles a 10
años era del 6% y que hoy con la prima, según ellos por los suelos, estamos
pagando el 4,5% un interés totalmente exagerado e insostenible de todas todas,
por cuanto el BCE está prestando dinero a los bancos españoles al 0,5%. ¿De
donde viene pues el optimismo del gobierno?
Se dice y
repite cual si de un mantra se tratara que tan solo hace un año, en los debates
televisivos se trataba la cuestión del rescate para nuestra economía, y que hoy
ya nadie lo plantea, y tampoco se sabe contestar que la economía española sí
fue rescatada, con la asignación de 100.000 millones de Euros, de los que se
han utilizado unos 50.000, para solventar el problema de la quiebra de una
buena parte del sector bancario español, cuestión que nos obliga a presentar
nuestros presupuestos para la aprobación de la UE, previo a nuestro debate
parlamentario, además de unas periódicas visitas de la llamada troika, con el
fin de ver si nuestro gobierno cumple con las exigencias que le han planteado,
exactamente igual que en Grecia, Portugal e Irlanda.
Siendo como
dicen la mayoría de expertos, la situación española es mucho peor hoy que hace
tan solo un año, ¿Porqué se empeña nuestro gobierno en mentirnos diciéndonos lo
contrario, como si fuéramos niños de teta a los que se engaña con una chuche?
La respuesta a esta pregunta es simple y sencilla, pasado ya el ecuador de la
legislatura, y cuando el manido argumento de la herencia recibida ha dejado de
tener valor, el gobierno se ve en la imperiosa necesidad de intentar convencer
a los ciudadanos que las medidas adoptadas, totalmente contrarias al programa
electoral que predicaban en 2011, empiezan a dar resultado, con el fin de
evitar que los electores, acaben por mandarles al cuerno en las elecciones de
2015.
Pero amigos,
el partido popular tiene un grave problema, y no es otro que la realidad se
empeña en llevarles la contraria, desmintiéndoles día tras día, o mejor dicho
hora tras hora, como fue el caso de Montoro, el pasado día 9 que mientras
proclamaba que los salarios en España no bajan si no que suben moderadamente,
el FMI, rebajaba, severamente sus propias previsiones de cara al año 2014,
indicando que de ninguna manera se va a cumplir el objetivo de déficit, que va
a seguir la destrucción de empleo y que el ansiado crecimiento económico va a
quedar para más adelante.
Me duele
reconocer que tampoco desde la oposición de izquierdas se hace nada, ni tan
solo propuestas, que nos permitan albergar alguna esperanza por mínima que sea,
de ser un país moderno y con una economía boyante dentro de un marco de reparto
equitativo de la riqueza generada, y más por el hecho que esta circunstancia,
está sumiendo a los ciudadanos en una especie de desencanto, que les hace
aceptar y conformarse, en que el gobierno es mentiroso por naturaleza y por
tanto si lo cambiamos, saldremos del fuego para meterse en las brasas, cuestión
que ha tenido su máximo exponente la segunda semana de octubre, con las manifestaciones
de un impresentable ministro de hacienda Cristobal, Montoro, diciéndonos que el
recorte en las ayudas al cine nada tienen que ver en los males que aquejan esta
industria, y el ya mencionado, que los salarios no bajan si no que suben "moderadamente"
Me
horrorizan los sondeos de opinión que se publican estos últimos días en los que
se otorga al vencedor, la derecha, una
representación directa alrededor del 20% significando que la abstención será la
gran ganadora en los próximos comicios.
¿Cómo
podemos pretender salir de la crisis, desde tamaña desconfianza en aquellos que
deben promover e impulsar las políticas activas, configuradoras las condiciones
imprescindibles para el crecimiento?
¿Significa
que los ciudadanos han dejado de creer en la democracia como el mejor sistema
de gobierno? Si es este el caso la preocupación es doble pues del pasado siglo
XX podemos extraer grandes lecciones en
que situaciones parecidas de desafección a la democracia, han desembocado en
fatales regímenes totalitarios, de crueles y salvajes consecuencias para una
buena parte de la humanidad.
Por favor
amigos no repitamos la historia, y pensemos que el bien más preciado del ser
humano, es sin ninguna duda la libertad.
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