lunes, 11 de septiembre de 2017

LECCIONES DE UNA MASACRE




El pasado 17 de agosto a las 17 horas, tuvo lugar uno de los episodios más bárbaros sucedidos en Cataluña, en toda su historia reciente, cuando unos iluminados jóvenes musulmanes  cometiendo pecado de soberbia, se emularon a dioses supremos, dueños de la vida y la muerte de la humanidad.

Unos jóvenes con el cerebro lavado, que improvisaron un plan B, cuando la fatalidad o la poca destreza se llevaron por delante la vida del imán que les dirigía, en una urbanización del meridional pueblo de Alcanar. 

16 vidas segadas sin racionalidad ninguna, más de 100 heridos que se han librado por muy poco, y a los que les van a quedar secuelas, por lo menos de orden psicológico.

Si bien los cuerpos y fuerzas de seguridad, del estado y los propios de la autonomía y localidad, actuaron, con diligencia y alta efectividad tras el atentado, deteniendo o abatiendo cuando no había más remedio a los autores del mismo. Con posterioridad se han puesto de relieve, algunas dudas respecto de la prevención, sobretodo en el momento en que un periódico de gran tirada en Cataluña, publico un documento donde se demostraba que la CIA, había advertido hace un tiempo a los Mossos, y Cuerpos de Seguridad del Estado, de la cierta posibilidad de un atentado en la Ramblas de la Ciudad Condal. La gestión posterior por parte del Gobierno de la Generalitat, negando esta evidencia e intentando minusvalorarla, no ha hecho más que perjudicar la imagen ya muy deteriorada de un Gobierno, como el catalán y de unos partidos, como los independentistas, que el sábado siguiente al atentado, no supieron estar a la altura en una manifestación de duelo y repulsa que la ciudadanía había convocado, intentando aprovechar el acto para su reivindicación de independencia.

Por otro lado, agradezco a algunos medios de comunicación, que con posterioridad al atentado, han entrevistado a la gente de Ripoll, vecinos de los terroristas y que habían convivido con ellos, cuestión que nos ha permitido, empezar a comprender la complejidad de este modalidad terrorista como es el islamismo radical y la depurada técnica que utilizan para captar adeptos sin despertar sospecha alguna en el entorno más cercano.  No apruebo sin embargo el tratamiento que estos mismos medios hicieron el mismo día del atentado y en los inmediatos posteriores, en los buscando el sensacionalismo, desinformaban más que lo contrario, excitando las más bajas pasiones, con el peligro de fomentar el racismo y la islam-fobia.

De barbaries como la vivida el pasado 17 de Agosto, es necesario no quedarse en la simple lamentación si no sacar conclusiones que nos sirvan de prevención para futuros casos y replantearse que hemos hecho mal, que malas políticas hemos aplicado y como debemos enfocar el futuro, para evitar que a jóvenes como los de Ripoll  les puedan lavar el cerebro e inducirles al suicidio llevándose por delante las idas de muchos inocentes.

Debemos en primer lugar plantearnos políticas de integración de los inmigrantes, que sean efectivas. Debemos superar el concepto tribal, de grupo, nacional por decirlo sin ambages, y empezarlos a mirar, como miembros de nuestra misma clase social de asalariados, de gente que luchan como nosotros por mejorar el nivel de vida y a los que el enemigo común, las clases adineradas, aprovechan su debilidad para debilitarnos a todos.

Debemos tomarnos muy en serio la lucha antiterrorista, dejando ya de pensar que lo podemos vencer con medios tradicionales, cuando esto requiere una nueva concepción de una guerra, que ya no se libra en unos frentes determinados si no en todas partes; que no dispone de un cuartel de mando centralizado y todopoderoso, si no que los comandos tienen autonomía y capacidad de decisión propia. Que poco pueden hacer aquí los ejércitos convencionales y las policías, y muy mucho los servicios secretos y de espionaje. También que poco podemos hacer los países a nivel individual, sino que requiere de una muy grande cooperación internacional, por tratarse de un guerra planteada a nivel global.

Aunque decir esto en Cataluña, en su Diada Nacional, en unos momentos en que parece nos hayamos vuelto locos todos y que una fiebre nacionalista nos ha invadido hasta el punto de saltarnos todas la leyes y normas, que nos importa un bledo quedar fuera de la UE y deber atender los problemas por nuestra cuenta y riesgo, suene muy extraño, y sobre todo después que el pasado 26 de agosto, los sectores nacionalistas de uno y otro bando aprovecharon una manifestación que debía ser de duelo por las víctimas y demostración de unidad, para demostrar que el terrorismo no va a poder con nosotros; para anteponer sus reivindicaciones, con banderas esteladas los unos y con banderas Españolas los otros, avergonzando a la mayoría que habíamos asistido. Creo es muy necesario proclamar, que también por esta razón es imprescindible que el día 1 de octubre, aunque se pongan las urnas de tapadillo, no vayamos nadie a votar, para no legitimar el gran disparate que se puede cometer y que nos dejará a los catalanes con el culo al aire, incluso ante un terrorismo de carácter global.

1 comentario:

  1. ¿ Plan B ? si en realidad fue un plan B ¿ como es que la CIA en fechas anteriores ya lo sabia , ¿ no sera que lo de las Ramblas era UNA PARTE del plan A ? Si los del NO , no van a votar ganaran los del SI . Saludos

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