domingo, 22 de noviembre de 2015

¿TIENE FUTURO LA UE?


 
Cuando estos días, por el tema de los refugiados, vemos levantarse de nuevo fronteras con alambres concertinas, entre los países miembros del este de Europa, cuando desde el reino Unido se aboga por o bien por salirse directamente desde la ultraderecha UKIP, o establecer nuevas condiciones, que obliguen a este país a avanzar hacia la unión política, por parte de quien preside el gobierno el Partido Conservador que lidera James Cameron. Cuando la propia Comisión Europea, ha sido incapaz de promover un verdadero acuerdo entre todos los estados miembros, para acoger a los refugiados, aceptando algunos de ellos, como es el caso de España, cuotas tan mínimas, que no van a solucionar el problema de ninguna de las maneras. Cuando después de sufrir un terrible ataque en Paris, por parte del terrorismo internacional, todos admitimos el derecho de un solo país, como Francia, a la venganza indiscriminada, bombardeando una región de Siria, donde con toda seguridad por cada islamista radical que matan, decenas o cientos de mujeres y niños inocentes son sacrificados bajo los escombros de la ciudad de Raqqa; y además aún proclamándonos defensores de la libertad, restringimos la información para que no se hable de estos “daños colaterales”, cuando hace tan solo unos pocos meses, las víctimas de los bombardeos de Bashar al Assad, eran contadas con precisión milimétrica.

Si a esto le sumamos el impulso que entre unos y otros estamos dando a los valores nacionalistas, denostando además la energía que nos daría actuar como una verdadera colectividad; la contemplación impasible del auge de los partidos ultranacionalistas de la extrema derecha, en Francia con el FN de marine Lepen, en el Reino Unido con  el UKIP, de Nigel Farage, PEGIDA, en Alemania, el Jobbik actualmente en el gobierno de Hungría, y así hasta un largo etc. del que no deberíamos excluir tampoco el ultranacionalismo españolista del Partido Popular; nos lleva a plantearnos si de verdad el sueño de los fundadores de la Comunidad Económica del Carbón y el Acero, el antecedente de la actual UE, de que se llegara a convertir en los Estados Unidos de Europa, va a ser nunca realidad, o regresaremos a la tradición de los enfrentamientos entre países que han jalonado la historia Europea desde la  Edad Media, hasta el pasado siglo XX.

¿No les parece a Vds. que unos servicios secretos europeos, serian mucho más efectivos en la lucha contra un terrorismo que se ha demostrado con capacidad de actuación global, que no la disgregación y falta de coordinación actual entre 28 agencias distintas? ¿No les parece a Vds. que quedaría mucho más claro el papel de primera potencia económica del mundo, como las cifras demuestran que en realidad es la UE, si actuara bajo una sola política y no 28 distintas, como ahora? ¿No les parece que la identidad cultural propia de cada país, quedaría mucho mejor, consolidada dentro de un marco federal europeo?

De verdad que agradecería alguien que me sacara de la duda, de si algún día el sueño de Konrad Adenauer, Charles de Gaulle, y el resto de firmantes del tratado de París, en 1951, se va a materializar.   

martes, 17 de noviembre de 2015

TODOS PIDEN DIALOGO, AUNQUE POCOS SOBRE QUE Y COMO


En estos días de zozobra en España, donde parece incluso que la crisis ya no nos importa, delante del gran problema o desafío, como dicen algunos, que el gobierno autónomo de Cataluña ha creado, retando y poniendo en cuestión la Carta Magna, que desde 1978, los españoles hemos basado nuestro estado de derecho; todo el mundo, excepto Mariano y los suyos del Partido Popular, se muestran de acuerdo en que el problema no se solucionará exclusivamente, mediante medidas judiciales si no que es imprescindible que la política en mayúsculas, o sea el diálogo, la negociación y el pacto, intente consensuar soluciones que pongan fin a este problema histórico, no solamente por lo que afecta a Cataluña, si no para consolidar definitivamente y de una forma moderna y efectiva, la cuestión territorial en todo este gran y diverso país, que es España.

Echando una ojeada a nuestra historia reciente, nos daremos cuenta, que la instauración del régimen democrático , después del período autárquico donde el ultranacionalismo español, era la fuerza imperante sobre cualquier forma de contestación al mismo; la derecha, que dentro de la dictadura, se había convencido de la imposibilidad de seguir el régimen franquista después de la muerte del dictador, que encabezaba Adolfo Suarez, entendió que se imposibilitaba cualquier proceso en un sentido positivo, si no se aceptaba la diversidad de pueblos que conformaban España, y se dejaba de ejercer dominio sobre ellos, para reconvertir la diversidad de un problema como hasta entonces era considerada, en una fuente de riqueza, cultural y social.

Y entonces se aceptó de hecho la configuración de un estado federal, aunque, la correlación de fuerzas políticas y una extrema derecha que si bien en sus últimos estertores, seguía siendo peligrosa, sumado a un ejército, continuamente provocado desde el terrorismo etarra, y cuyos principales mandos tenían aún muy interiorizados los principios del régimen anterior, obligaron a los redactores de la Constitución, a descafeinar el estado federal, convirtiéndolo en lo que se llamó estado de las autonomías, una especie de engendro, donde si bien se mantienen una serie de principios federales, el principal de ellos, como es que las competencias en general son de las federaciones a excepción de las que se ha decidido sean del estado, aquí quedó configurado a la inversa, dándose el caso que nos se da en ninguna otra parte, en ningún estado federal, de duplicidades competenciales. Todo fue bien hasta que el gusanillo del nacionalismo español, despertó de su letargo, con la presidencia del inefable José Maria Aznar López, quien necesitaba consolidar su posición en base a despertar de nuevo el sentimiento patriótico de aquel españolismo rancio que muchos creíamos postergado por los siglos de los siglos. Por el principio de acción y reacción, el nacionalismo catalán, se sacudió también la ensoñación de encima, y reafirmándose en la cuestión identitaria y volviendo a señalar las diferencias por encima de lo que nos iguala.

Desde Cataluña primero, el PSC intenta evitar la catástrofe con una propuesta de avance hacia el estado federal, que permita superar la situación, propuesta que rápidamente encuentra eco, en el PSOE, que a pesar de las reticencias de algunos de la vieja guardia, mayoritariamente en la Conferencia de Santillana del mar, lo acepta. Ello se materializa en una propuesta de nuevo estatuto de autonomía de Cataluña, una especie de llave con la que se pretendía abrir la puerta a una posterior reforma constitucional, que finiquitara de una vez por todas la transición a la democracia.

Sin embargo, tanto el nacionalismo español por un lado, como el catalán por el otro, entendieron la cuestión como una seria amenaza, pues de imponerse la solución plenamente federal, significaría la postergación de su ideario, por mucho tiempo, por no decir para siempre. Afilaron sus armas, y en el caso catalán, valiéndose de su posición clave, al ser imprescindibles los votos de CDC para alcanzar los 2/3 necesarios en el Parlamento, lograron introducir una serie de ítems, en el proyecto, que no solo podían ser considerados como anticonstitucionales, si no que desvirtuaban seriamente alcanzar un estado plenamente federal en España. El nacionalismo español, abanderado por el Partido Popular, no anduvo tampoco manco, y organizó en todo el territorio nacional, una recogida de firmas en contra del nuevo estatuto catalán, además de promover un recurso de inconstitucionalidad, en cuanto, el nuevo estatuto, ya desprovisto de todos los añadidos susceptibles de inconstitucionalidad, había sido aprobado por el congreso de los diputados y refrendado con los votos de los catalanes en el perceptivo referéndum; provocando que el alto organismo emitiese una controvertida sentencia, donde no solo se dejaba sin efecto las novedades del nuevo estatuto, si no que se recortaban derechos reconocidos en el anterior.

De estos polvos viene los lodos actuales, pues si a la sentencia del controvertido tribunal, le añadimos la victoria electoral por mayoría absoluta del Partido Popular en las generales de 2011, el enfrentamiento ya estaba servido, pues los dos nacionalismos, el catalán y el español, ya no tenían obstáculo alguno para mostrar su intransigencia del uno con otro, como así ha sido; El primero extremando su provocación hasta el límite y el segundo, poniéndose a dormir en la paja y negando toda posibilidad de dialogo, ni reconocer que el otro podía tener parte de razón. La cuestión como todos Vds. han podido ver ha llegado al límite de la locura, con una Cataluña dividida en dos polos opuestos, aunque uno de ellos, el que algunos llaman del no, se encuentra atomizado en ideologías casi irreconciliables, mientras que los del si son capaces de sobreseer no solo sus diferencias sino incluso la corrupción que afecta de lleno a uno de ellos, bajo el manto de la independencia, al precio que sea.

Todos dicen que la solución no puede venir del estamento judicial, si no de la política y yo soy de los que piensa que van cargados de razón, sin embargo observo que muchos de los que lo dicen, como por ejemplo el Partido Popular o ERC o Convergencia Democrática, hasta hoy no han dado la mínima facilidad para que este se produjera, manteniéndose en posiciones irreductibles en todo momento. Los de Podemos, que en Catalunya se han presentado junto con Iniciativa per Catalunya Verds, i EUiA, lo que vendría a ser la IU catalana, en una coalición llamada Catalunya Si es Pot (Catalunya Si se Puede), se encuentran hoy enrocados en la decisión de convocar un referéndum de autodeterminación en Cataluña, donde ellos abogarían por el no a la independencia y en el momento en que estoy escribiendo estas líneas, empiezan a hablar de propuestas de cambio en la constitución española, con el fin de atraer al electorado catalán a seguir juntos con el resto de los españoles. Desde el PSC i su partido hermano el PSOE, se propone directamente y de forma concreta una reforma de la constitución en un sentido plenamente federal, a demás de la derogación de una serie de leys y disposiciones que ha puesto en vigor el PP, y que en el fondo son las responsables de la situación de miseria en que nos encontramos, (Ley mordaza, LOMCE, TC, etc. etc.) Por desgracia, después del 27 S. el PSC, obtuvo tan solo 16 diputados y aunque algunos consideran que si sería posible un pacto con los de Catalunya Si es Pot (11 diputados), para  iniciar un frente común en pro del federalismo, sin embargo antagonismos casi de tipo personal de los ex comunistas con el PSC y el odio visceral que manifiestan los líderes de Podemos hacia el socialismo que lidera en España Pedro Sánchez, se me hace muy cuesta arriba sean capaces de llegar a acuerdo alguno.

Siendo evidente que el nacionalismo españolista, no va a dialogar nunca con el nacionalismo catalanista, pues ambos parten de ideas que se basan en el sometimiento del uno al otro, solo queda pensar si a partir del 20 de diciembre, se produce el cambio en España, y el PSOE, consigue gobernar, serán capaces de dialogar el nacionalismo catalán con la socialdemocracia, aunque yo creo no va ser tampoco tarea fácil, no por falta de voluntad del socialismo, sino porque ello obligaría al nacionalismo catalán a renunciar a la independencia a cambio de aceptar una situación de estado federal para España.

Una sola cosa me hace albergar la esperanza que este dialogo sea posible y nos lleve a la resolución del problema, y es que el federalismo que impulsa el PSOE, sea lo suficientemente fuerte para convencer a muchos de los que hoy en Cataluña ya han perdido toda esperanza, y se han librado en cuerpo y alma al independentismo, pensando en que ya no hay otra solución. Para ello se va a requerir gran altura de miras, en los líderes de PSC, PSOE i el nacionalismo catalán, y aquí si amigos que debemos convenir que Artur Mas, y Oriol Junqueras, no son los más adecuados, o sea que empiecen a buscar.

domingo, 8 de noviembre de 2015

¿EXISTE EL CENTRO EN POLÍTICA?


Últimamente, cada vez que se acerca una campaña electoral, todas las formaciones políticas en esta país que se llama España, sin excepción ninguna se lanzan a la caza y captura del llamado voto de centro, tal como si de un codiciado trofeo se tratara. No pierden punto en su empeño y no dejan de cantar loas a la moderación y equidistancia de los extremos, cual si de un punto fijo en el universo se tratara; craso error pues en política la relatividad es el valor fundamental por lo que todo depende del punto de mira del observador.

Conozco a alguien que opina que el Partido Popular es una formación claramente de izquierdas, otros que opinan que el PSOE, es un Partido que si bien en su origen fue de izquierdas hoy es una organización totalmente a la derecha, tras haber abandonado el sentir revolucionario de su fundador Pablo Iglesias. Para unos y otros opinantes, el centro no puede tener sin duda la misma ubicación ¿No les parece?

Generalmente toda opción política de reconocida vocación universalista, pretende auto-situarse en el centro del espectro, pues es desde esta posición donde puede acceder a votos de uno y otro lado del panorama ideológico; así vean Vd. como Mariano Rajoy a pesar que la ideología neoliberal-neoconservadora, típica de la derecha Canovista española, emerge por todos los poros de su piel, insiste una y otra vez de situarse en la opción del centroderecha. También Albert Rivera líder de Ciudadanos, que al igual que el otro emergente Podemos, intenta negar el debate en el eje derecha izquierda, para situarlo en otra dimensión que no acaba de definir con claridad; busca situarse en una posición que le permita pescar tanto en el caladero del PP como del PSOE, y para ello de momento ha situado el conflicto exclusivamente en el tema de la corrupción.

El renovado PSOE que lidera Pedro Sánchez, viene proclamándose de centro-izquierda y socialdemócrata al estilo de sus homólogos en la Unión Europea, y aunque desde el Partido Popular, mediante acusaciones de radicalismo, por haber pactado en Autonomías y Ayuntamientos con Podemos, intenten escorarlo hacía la izquierda, es innegable que hoy sigue siendo la fuerza de la izquierda moderada, que se plantea la revolución dentro de una líneas fuera del conflicto violento, como debe ser la del siglo XXI, y le disputa el poder real a las élites que lo ostentan para repartirlo con equidad entre las clases medias y bajas de la sociedad.

Podemos, que emergió de la disidencia semi anarco, del 15M y del movimiento de los indignados, en principio para promover la revolución al más puro estilo clásico, a la hora de buscar los votos que le permitan acceder a las posiciones de poder político, ha moderado enormemente su discurso y al igual que Ciudadanos, concentrándolo en el tema de la corrupción, negando con todas las letras el eje izquierda derecha, se proclama como el verdadero centro político.

Después de escuchar a uno y a otro, lo que me pregunto de verdad es: ¿Existe de verdad el Centro en el panorama político? ¿O se trata de una entelequia, inventada en los albores de la llamada modélica transición, cuando el concepto derecha, se asociaba al Movimiento Nacional de la dictadura franquista y el de izquierda al comunismo estalinista?

Dentro de poco vamos a celebrar el treinta y siete aniversario de la proclamación de la Constitución, creo que ya es un tiempo suficiente para haber madurado como demócratas y que dejemos de buscar eufemismos, en cuestiones de ideología que no hacen más que confundir al ciudadano, manteniéndole en un estado de confusión permanente. El centro, amigos no existe en política, existe la derecha, ideológicamente basada en el neoliberalismo,  en España en simbiosis con el neoconservadurismo desde Cánovas del Castillo,  y la Izquierda, en el espectro que abarca desde la socialdemocracia, hasta el la nueva versión del socialismo clásico que quiere representar Podemos. También existen grupos que tanto por la banda derecha como por la izquierda, son nostálgicos de sistema autárquicos de infausta memoria, o al nihilismo anarquista. Después de lo expuesto no existe nada más, ni la derecha moderada ni la socialdemocracia, tienen por principios nada en común que permita compartir un mismo espacio electoral, en primer lugar, porqué la derecha es en esencia nacionalista y la izquierda por moderada que sea internacionalista; cuestión que como es fácil de entender es totalmente incompatible.

Claro que a veces, y recientemente hemos tenido lamentables ejemplos, la izquierda moderada se pone hacer políticas de derechas, pero esto acostumbra a acabar francamente mal, por cuanto el electorado que les es propio, pierde en ellos su confianza y el que pretendían añadir, acostumbra a seguir fiel a la derecha tradicional. Tampoco auguro nada bueno para la izquierda, los pactos como el que se ha hecho en Alemania entre la CDU y el SPD, pues ha significado un abandono total de los postulados socialdemócratas a favor del neoliberalismo que impulsa la CDU, bajo el liderazgo de Merkel, que en cuanto cede algo, a favor de alguna cuestión social, como es el caso de los refugiados, se encuentra con rebeliones internas que la amenazan directamente.

Yo estoy convencido que la cuestión reside en la desideologización de una gran mayoría de electores, que se viene impulsando desde la aparición de la revolución neoconservadora, que promovieron Ronald Reegan y Margaret Tatcher, en los años noventa del pasado siglo, y que ha llegado hasta nuestros días a su máxima expresión. Si se nos pretende convencer que el centro es esta masa carente de ideología, mal lo tenemos todos, derecha e izquierda, pues lo único que podemos hacer, es procurar por todos los medios posibles, venderles nuestra oferta como la mejor para sus intereses, y escondiéndoles la verdad y los sacrificios que a cambio se le van a exigir, tal y como hace la derecha española que lidera hoy Mariano, que a pesar de estar metidos hasta cuello en la miseria más absoluta, nos sigue diciendo que esto es el país de las maravillas, gracias a su estupenda gestión, cual si de un mercado se tratara donde una vez desmontada la parada, ya so se admite el derecho a reclamación y cada uno debe apechugar con las consecuencias.

No podemos seguir de esta manera, es absolutamente necesario volver a la consciencia de clase, y luchar por los derechos que como colectividad nos corresponden, volver a buscar al enemigo, no en el que tenemos al lado, si no enfrente y en un estadio superior y para ello és necesario absolutamente, que cada cual se defina, como de derechas o de izquierdas; pues después de pensarlo mucho me he dado cuenta que el CENTRO NO EXISTE!!

domingo, 1 de noviembre de 2015

HARTO DE MENTIRAS Y DISPARATES




En verdad les digo amigos, que el día a día en Cataluña, se está volviendo insoportable después del famoso 27 S, en que las cosas no acabaron de salir al gusto de los independentistas, pero que dada su condición de falsarios que adaptan la historia según les conviene, antes con lo del “derecho a decidir” y ahora con lo del “mandato democrático”, nos están llevando a todos por el pedregal.

Cuando decidieron de nombrar a la ínclita Carme Forcadell, ex presidenta de la Asociación Nacional de Cataluña, la organización que goza de cuantiosas subvenciones de la Generalitat de Cataluña, lo que le ha permitido la organización de grandes performances los últimos 11 de setiembre, uno que ya empieza a ser gato viejo, se alarmó en sobremanera, al adivinar la perversa intención que con ello se pretendía llevar a cabo, como es que sea el Parlamento, como institución y no el Gobierno de la Generalitat, que de momento no está ni tan solo constituido y que según parece, va a ser complicado que lo esté en el corto plazo, quien asuma las responsabilidades de una declaración unilateral de independencia, pensando que a diferencia del seis de octubre de 1934, en que metiendo en la cárcel al gobierno de la Generalitat, se cercenó, el intento. Piensan ellos equivocadamente, claro está, que el poder del estado es manco y que no va a reaccionar, ni aún teniéndolo todo a su favor, como es el caso en el terreno internacional, por cuanto hoy en los periódicos, hemos podido leer que Ban Ki Moon, el secretario general de la ONU, a señalado, que Catalunya no es país susceptible de aplicarle el derecho a la autodeterminación, o sea que en el hipotético caso de una Cataluña independiente, no solo se quedaría fuera de la UE sino también de la ONU.

Doña Carme, invoca cada día doscientas mil veces el mandato democrático, que según ella los catalanes les han otorgado y además nos viene a decir, que en una democracia que se precie, este mandato está por encima de leyes e instituciones, también democráticamente promulgadas. En primer lugar, querría decirle a la Sra. Forcadell y a todos estos que intentan aprovechar el resquicio de una ley electoral mal hecha, que no es cierto que una mayoría de catalanes les haya otorgado el mandato democrático de avanzar hacia la independencia, si no todo lo contrario, pues en mi pueblo, el 53% de los votos, es más que el 47%, por lo que la mayoría a la que tanto aluden es contraria a su posición, en segundo lugar, decirle que si bien por lo dicho anteriormente de una ley electoral que por más de treinta años, el partido CDC dominante en el poder, se ha negado siempre a readecuar, para que sea auténticamente representativa, no les otorga tampoco derecho alguno a considerar que la “mayoría” de los ciudadanos les dan apoyo, y en tercero y último lugar,  nadie, pero nadie, en su sano juicio, entiende como acto democrático, la desobediencia a unas leyes, debatidas y promulgadas desde instituciones cuyo valor democrático es reconocido internacionalmente, vendiéndonos la historia que el avance en el mundo se hace desde la desobediencia.

¿Espera que aparte de sus convencidos fanáticos de la secta indepe, cualquier persona con dos dedos de frente, pueda creer semejante falacia?  ¿No se entera que la desobediencia contra la injusticia se puede hacer desde una rebelión popular, pero nunca desde un puesto institucional, como el que ella ahora representa?
De momento, las principales fuerzas políticas del País, ya empiezan a acordar la defensa de su democracia, y del prestigio de sus instituciones y ello además con el respaldo internacional; aunque ello a mi entender signifique, a ojos de un observador avispado, que de un lado y otro, ya se consideran traspasadas todas las líneas rojas, por lo que las soluciones al conflicto se entienden desde la confrontación pura y dura y no precisamente a escala dialéctica.

¿Se dan cuenta Mas y su corte que de la confrontación pura y dura, el perdedor va a ser Cataluña y además casi con seguridad, con una regresión más que importante del autogobierno hasta hoy conseguido?

Entiendo muy bien la posición de Pedro Sánchez ante tamaño desafío, pero me gustaría advertirle, que no se deje avasallar por Mariano y que vayan como vayan las cosas, a la menor oportunidad debe imponer la reforma constitucional en un sentido federal, que es quien en verdad nos va a sacar delante de todos estos problemas.

Pienso que es muy bueno derrotar al nacionalismo catalán, pero no en base a una victoria del nacionalismo español, que regresione el país a épocas pasada, la derrota debe ser para todo tipo de nacionalismo y que el federalismo consiga ser hegemónico en nuestra sociedad, o sea que Pedro, ojo al parche.