Cuando estos días,
por el tema de los refugiados, vemos levantarse de nuevo fronteras con alambres
concertinas, entre los países miembros del este de Europa, cuando desde el
reino Unido se aboga por o bien por salirse directamente desde la ultraderecha
UKIP, o establecer nuevas condiciones, que obliguen a este país a avanzar hacia
la unión política, por parte de quien preside el gobierno el Partido
Conservador que lidera James Cameron. Cuando la propia Comisión Europea, ha
sido incapaz de promover un verdadero acuerdo entre todos los estados miembros,
para acoger a los refugiados, aceptando algunos de ellos, como es el caso de
España, cuotas tan mínimas, que no van a solucionar el problema de ninguna de
las maneras. Cuando después de sufrir un terrible ataque en Paris, por parte
del terrorismo internacional, todos admitimos el derecho de un solo país, como
Francia, a la venganza indiscriminada, bombardeando una región de Siria, donde
con toda seguridad por cada islamista radical que matan, decenas o cientos de
mujeres y niños inocentes son sacrificados bajo los escombros de la ciudad de
Raqqa; y además aún proclamándonos defensores de la libertad, restringimos la
información para que no se hable de estos “daños colaterales”, cuando hace tan
solo unos pocos meses, las víctimas de los bombardeos de Bashar al Assad, eran
contadas con precisión milimétrica.
Si a esto le sumamos
el impulso que entre unos y otros estamos dando a los valores nacionalistas,
denostando además la energía que nos daría actuar como una verdadera
colectividad; la contemplación impasible del auge de los partidos
ultranacionalistas de la extrema derecha, en Francia con el FN de marine Lepen,
en el Reino Unido con el UKIP, de Nigel
Farage, PEGIDA, en Alemania, el Jobbik actualmente en el gobierno de Hungría, y
así hasta un largo etc. del que no deberíamos excluir tampoco el
ultranacionalismo españolista del Partido Popular; nos lleva a plantearnos si
de verdad el sueño de los fundadores de la Comunidad Económica del Carbón y el
Acero, el antecedente de la actual UE, de que se llegara a convertir en los
Estados Unidos de Europa, va a ser nunca realidad, o regresaremos a la
tradición de los enfrentamientos entre países que han jalonado la historia
Europea desde la Edad Media, hasta el
pasado siglo XX.
¿No les parece a Vds.
que unos servicios secretos europeos, serian mucho más efectivos en la lucha
contra un terrorismo que se ha demostrado con capacidad de actuación global,
que no la disgregación y falta de coordinación actual entre 28 agencias
distintas? ¿No les parece a Vds. que quedaría mucho más claro el papel de
primera potencia económica del mundo, como las cifras demuestran que en
realidad es la UE, si actuara bajo una sola política y no 28 distintas, como
ahora? ¿No les parece que la identidad cultural propia de cada país, quedaría
mucho mejor, consolidada dentro de un marco federal europeo?
De verdad que
agradecería alguien que me sacara de la duda, de si algún día el sueño de Konrad
Adenauer, Charles de Gaulle, y el resto de firmantes del tratado de París, en
1951, se va a materializar.
La UNIDAD EUROPEA de VERDAD la de la EUROPA de los CIUDADANOS y no la de los mercaderes como es ahora mismo , tiene entre otros un grave problema , ese problema se llama NACIONALISMO , los ciudadanos o al menos la inmensa mayoría se sienten unos Alemanes , otros Franceses , otros Españoles , otros Italianos , otros Ingleses y así sucesivamente , pocos poquísimos se sienten Europeos , demasiados años de banderas , de patrias , de himnos distintos . Los nacionalismos TODOS separan , dividen , enfrenta , diferencian . Ahora viene la pregunta ¿ a quienes beneficia que los ciudadanos estén separados , divididos y hasta en ocasiones enfrentados ? la respuesta no es difícil y estoy seguro que usted la conoce . Saludos
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