La propuesta de una nueva
ley para la educación en España, que ha presentado el ministro Wert, levantando
ampollas e incitando a la rebelión en Cataluña, cuando incide especialmente en
un tema, como es el lingüístico, de especial sensibilidad en el noreste
español, se me antoja una especie de cortina de humo para esconder una realidad
susceptible de incitar a la rebelión, no solo en Cataluña, si no en toda
España, como son los fatales resultados que los españoles estamos cosechando de
las políticas económicas, desarrolladas por el gobierno ultraliberal que rige
nuestros destinos, bajo los auspicios de la teutona Ángela Merkel.
Es una cortina de humo
extraordinariamente densa, pues mucho es lo que tiene que ocultar. Desde unos
inútiles recortes en los derechos sociales, que no han permitido este año
reducir el déficit hasta la cifra propuesta por el propio estado español a la
UE, con lo que quedarán muy en entredicho, las gestiones de José Luis de
Guindos, Cristóbal Montoro y el propio
Mariano Rajoy que han demostrado delante del mundo entero una absoluta
impericia, a la hora de hacer predicciones económicas y cumplir con los
compromisos contraídos.
Incluso la propia ley,
contiene elementos de suficientes altos vuelos como para tratarlos de ocultar,
como es la carga ideológica en los aspectos de supresión de la Educación para
la Ciudadanía, y el regreso de la Religión a la aulas, además de apostar
decididamente por la privatización y elitización de la enseñanza.
En Cataluña, están
consiguiendo plenamente los objetivos propuestos y creo que también en el resto
de España, pues ya nadie habla de la ley en si, ni de todos sus puntos regresivos,
como los mencionados anteriormente o el retorno a las revalidas y exámenes de
estado, que antaño ya demostraron suficientemente su injusticia y su
inutilidad; si no que vuelven como siempre a provocar un debate estéril,
intentando dividir a una población como la catalana que hasta hoy no ha tenido
el mínimo problema por la cuestión lingüística; y aun más después que el sistema
de inmersión que la ley pretende cargarse, haya sido confirmado por el Tribunal
Constitucional en repetidas ocasiones.
Estoy plenamente
convencido, que dada la actual situación política en el principado, después del
resultado de las absurdas elecciones convocadas por Artur Mas, y celebradas el
pasado 25 de Noviembre, donde el principal partido de la derecha nacionalista
catalana, se encuentra en un verdadero lío para formar un gobierno mínimamente
estable; la propuesta Wert le sienta a las mil maravillas, pues le permite
seguir culpando al estado español de todos los males que aquejan Cataluña, y en
particular de animadversión hacia su signo identitario principal como es la
lengua.
CiU, que desde el 11 de
setiembre pasado, se ha adentrado en las procelosas marismas del
independentismo, al no haber obtenido la mayoría absoluta que pretendía en
estos comicios, se encuentra con que el Partido Popular, es la única formación
que le puede respaldar la política neoliberal que practican desde hace dos
años, con gravísimos recortes, en la sanidad y educación públicas y una
peligrosísima deriva hacia la privatización de los servicios esenciales de
educación y sanidad; todas las demás formaciones independentistas, le exigen un
giro de 180º en política económica para darle soporte, al igual que los
socialistas, que además le exigen un regreso a la negociación con el gobierno
central dentro de los márgenes del estatuto de autonomía.
Es quizás por esto que me
huelo todo este melodrama va a terminar con la avenencia PP CiU, después que
los primeros acepten quitar los artículos que se refieren al tema lingüístico
de la nueva ley y Artur Mas, o quien entonces esté al frente de CiU, acepte
todos los demás, religiosos incluidos, pues de hecho es lo que ya está
practicando en Cataluña, a cambio de aparcar sine die lo de la consulta
independentista. Mariano podrá presumir entonces de haber desactivado, la
revolución independentista, y evitado la rotura de España. Mientras que el
líder nacionalista catalán presumirá de haber ganado la batalla más grave
presentada por el estado contra la lengua catalana.
Todos los españoles sin
excepción ninguna, vamos a pagar las consecuencias de este paripé, pues con
todo y casi sin que nos demos cuenta, nos habrán metido de canto, una reforma
educativa, que nunca hubiéramos pensado fuera posible, todos aquellos que en
estos días hace 34 años votábamos ilusionados una constitución democrática.
Mucha ideología, pero sin medidas para solucionar el drama de ser uno de los paises de Europa con mayor fracaso escolar. Y tampoco veo que la oposición ponag el acento en esto.
ResponderEliminarCarla
www.lasbolaschinas.com
Estimada Carla, La izquierda, por lo menos en cataluña, consiguió, encarrilar el tema de la enseñanza, obteniendo unos buenos resultados en el llamado informe Pisa, pero Don Artur Mas lo primero que hizo fue cargarse las reformas. De ninguna manera se va aconseguir el éxito, eliminando la enseñanza pública y volviendo a los métodos de mi infancia, donde solo estudiaban los ricos o los que con extraordinarios sacrificios pagaban la escuela. La propuesta de Wert va en este sentido y lo que me extraña muchisimo es que nadie en este punyetero país parece querer darse cuenta. Los catalanes protestan por el tema de la lengua, pero n i aqui ni en el resto de España, parece que nadie reaccione al mayor atentadocontra la enseñanza en libertad.
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