domingo, 25 de abril de 2021

LA UE POST PANDEMIA

 


El final de la pandemia, está al caer como mucho a final del tercer trimestre del año en curso, parece ser que habremos alcanzado la inmunidad de rebaño, por lo que el virus al no poderse transmitir, va a iniciar su decadencia definitiva, regresando nuestras sociedades a la normalidad más absoluta, que no necesariamente debe ser la anterior a la pandemía, si no que debemos poner sobre el tapete, todo aquello que hemos aprendido y adaptar nuestras vidas a unas nuevas formas que impidan en el caso de una nueva pandemia, nos permitan atajarla, con mayor efectividad y sin cometer los mismos errores.

La Union Europea deberá procurar invertir en la producción de todo aquello que pueda resultar necesario e imprescindible en determinados momentos como ha sido el caso de las vacunas en lugar de comprarlo fuera de nuestras fronteras, pues se ha demostrado que en el capitalismo, no existe el valor de la solidaridad y que de nada sirven las negociaciones sino que solo rige la ley del máximo beneficio.

Otra cuestión es con la máxima urgencia avanzar hacia una mayor integración y federalización de la UE, como organismo supranacional y sacudirse de encima todos los lastres de confederación por los que todavía se rige, como es la unanimidad en según que decisiones importantes y la unificación de criterios constitucionales entre los países miembros que impidan conflictos como ha sido el de la imprescindible ratificación de los fondos de recuperación por parte de todos los países miembros. .

A nivel de los ciudadanos europeos debemos empezar a descartar la idea que hasta hoy hemos tenido de considerar las instituciones europeas como de segunda fila y darles el carácter prioritario que deben tener, evitando así que nuestros partidos políticos, sitúen en el Parlamento Europeo a políticos de segundo y tercer rango o incluso algunos que aparcan en el a los políticos en espera de jubilación. Y los ciudadanos nos acabamos absteniendo como muestra del escaso interés que ello nos despierta.

Los españoles, en particular, deberíamos imaginar que nos hubiera ocurrido con la pandemía de Covid-19 si no hubiera existido la UE, y nosotros solos con los escasos recursos propios de los que disponemos y una elevada deuda externa, hubiéramos debido negociar con unas potentes farmacéuticas cuyo presupuesto casi supera nuestro PIB. Estoy más que convencido que en este caso, hoy estaríamos pendientes de la caridad internacional, que nos enviara los sobrantes de las vacunas de los países ricos, o sea recogiendo la migajas que se caen de las mesas donde los ricos celebran sus banquetes.

Los españoles debemos meternos en la cabeza que los tiempos imperialistas ya han pasado y que solo con nuestro trabajo y contando con la solidaridad con los demás y de los demás hacía nosotros, saldremos adelante en este nuevo sistema que se está estableciendo sin que nadie pueda hacer nada para impedirlo en este siglo XXI, y que al lado de nuestros socios y con la conciencia de clase bien despierta, sepamos luchar para que de nuevo esté gran cambio no sea solo en beneficio de los más pudientes si no que las ventajas se repartan equitativamente.

Se avecinan tiempos duros, los adversarios de las clases populares, son fuertes y no se dejan intimidar fácilmente, y cuentan además con recursos inimaginables que no dudaran en utilizar con el fin de preservar sus privilegios; en estos días estamos viendo como en Madrid son capaces de pervertir conceptos tan sagrados como el de la Libertad, para conseguir que los más desfavorecidos les acaben apoyando en las próximas elecciones del 4 de Mayo Esto no es más que un aperitivo de lo que nos espera, a partir del momento en que la pandemía se acabe como tal y la UE deba empezar de nuevo a luchar para recuperarse económicamente. Los países donde la extrema derecha ocupa el poder, van a proseguir su lucha a favor de la desintegración del ente supranacional, mientras en donde la derecha moderada tiene preponderancia, van a seguir intentando contemporizar con unos y otros. La socialdemocracia, es la única fuerza que desde la claridad de ideas, tiene un verdadero programa de justicia social en la nueva economía del siglo XXI, aunque solo puede contar con el apoyo de sus propias bases debe poner toda la carne en el asador para conseguir, con los escasos medios de que dispone, en comparación con las clases pudientes, y aportar la imaginación necesaria para conseguir convencer a la mayoría de la población que desde la unión y claridad de objetivos, podremos construir un nuevo estado del bienestar para las generaciones que vienen detrás.

La construcción de una UE, de carácter social es el primero y principal objetivo, no lo duden amigos, pero primero hace falta que todos nos los creamos y seamos conscientes de nuestra fuerza y capacidad de conseguirlo, sin desánimos cuando se encuentren escollos y vigilantes de los quinta columnistas que desde la derecha nos van a introducir en nuestras filas. Pero siempre con la seguridad que la solidaridad entre nosotros,va a desbrozar el camino que nos ha de conducir a la victoria final.

Estoy muy convencido que en los próximos años, veremos veremos consolidar una UE federal, que dará ejemplo a todo el orbe planetario, de una forma de encarar el progreso dentro de los cánones de la justicia social y el justo reparto de la riqueza donde el capital económico y el capital humano estarán en equilibrio en todas y cada una de las empresas. Las próximas generaciones europeas van a vivir en condiciones muchísimo más ventajosas que las que a nosotros nos ha tocado vivir.


domingo, 18 de abril de 2021

EN CENTRO DERECHA Y LA EXTREMA DERECHA EN ESPAÑA


 En los, por muchos añorados años del bipartidismo, algunos se extrañaban que en España no existiera la extrema derecha, salvo unos pequeños grupúsculos que no representaban peligro para nadie y que la policía tenía bajo control. Ha pasado el tiempo y el bipartidismo pasó a mejor vida aunque y viendo lo que está sucediendo en estos últimos tiempos, pienso que entre unos y otros lo intentan resucitar de nuevo; el caso es que con la escisión del PP de su lado más ultraderechista, formando VOX nos dimos cuenta que la extrema derecha se encontraba desde el inicio de la democracia agazapada en el interior del PP. En particular desde que D. José Maria Aznar, fue encumbrado por el ex ministro franquista Manuel Fraga Iribarne.

 Como buen discípulo de Antonio Cánovas del Castillo  que es, Aznar se dio cuenta que la fuerza de la derecha era la unidad de conservadores y liberales  pues si se fragmentaban, las grande mayorías de izquierdas les podían arrebatar el poder, como ya había sucedido desde 1982 en nuestro país. Si embargo el ínclito amigo de George W Bush, no supo o no quiso evitar el gran peligro de la corrupción que siempre acaba conduciendo a la fragmentación por mucho que algunos opinen que es un motivo de cohesión y ponen de ejemplo a la mafia siciliana, pero los que así opinan deben tener en cuenta que la férrea disciplina que una organización corrupta comporta, es totalmente incompatible con un régimen de libertades como es la democracia, pues en el ejemplo que se pone de la mafia siciliana, solo se mantiene en base al terror.

 El Partido Popular desde su fundación como resultado de la evolución de la antigua Alianza Popular, a pesar de pretender en sus inicios, el convertirse en emulo de la derecha europea, sea por lo que sea, algún día los historiadores sabrán decirnos el porqué, fue desplazando a los demócratas cristianos para situarse en el nuevo populismo, que en el mundo empezó bajo el liderazgo de George W Bush y acabó con la caída de Donald Trump de la Casa Blanca. Por el contrario en Alemania, la cosa ha ido completamente en sentido contrario, cuando la CDU sigue firme en posiciones moderadas y centradas, apartándose y renegando día si y otro también de cualquier connivencia por mínima que sea con la extrema derecha; quizás por el recuerdo de sus ancestros que en 1933 aprobaron en el Bundestag la Ley de capacitación, que facultaba al gobierno presidido por Hitler la aprobación de leyes sin necesidad de presentarlas al parlamento, cuestión que significó de hecho el fin de la democracia y el inicio de la dictadura nazi.

 Es aquí quizás donde reside la gran diferencia entre la derecha alemana y la derecha española, que a la primera le supo una amarga derrota, su posición favorable al nazismo en los años 30, y en cambio la española, nunca ha renegado de sus años dorados bajo la dictadura de Franco.

 Partiendo de esta base y fracasado el experimento de crear un nuevo partido liberal, separado del Partido Popular, como fue Ciudadanos; cuando su líder Albert Rivera se pasó con todos sus bártulos a la órbita del PP en lugar de intentar mantener por un tiempo la equidistancia entre el PP y el PSOE, hasta la caída total de los populares, cuestión que casi con toda seguridad le hubiera procurado convertirse en el líder de una nueva derecha en España totalmente homologada por sus correligionarios europeos; a todos aquellos demócratas de derechas, que haberlos hay-los, huérfanos de formación política en nuestro país, solo les queda sostener al gobierno socialdemócrata actual hasta que de nuevo se configure una potente formación política capaz de defender dentro de los cánones estrictos de la democracia, sus intereses y una visión de futuro acorde con el resto de la UE. Pues queda bien claro estos días en que se está dirimiendo en los juzgados la corrupción del PP que va a ser imposible que una derecha como esta pueda liderar el nuevo sistema económico que en todo el orbe planetario se está configurando para este nuevo siglo XXI, donde el capital humano debe estar en condiciones de igualdad al capital económico en los elementos productivos y donde el poder del sector financiero, debe quedar relegado a una segunda o tercera fila en beneficio de los verdaderos creadores de riqueza,

 Piensen Vds. que la aparición de personajes de la talla de Donald Trump, Bolsonaro, Victor Orban, marine Lepen, o Boris Johnson o Nigel Farage, no es otra cosa que un intento desesperado de algunas élites empeñadas en mantener sus privilegios en base a poner palos al avance del progreso, del mismo modo que a principios dela revolución industrial, los obreros destruían las máquinas de vapor, para evitar la pérdida de puestos de trabajo, sin darse cuenta que la adaptación a los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías, acabaría proporcionando más trabajo y en mejores condiciones.

 Para acabar, solo decirles que espero y deseo que el poder judicial español, sea capaz de depurar las responsabilidades de los actuales dirigentes de la derecha española y que una nueva generación de dirigentes, dispuestos a cortar de verdad con su pasado reciente, consiga situarse al frente de un nuevo Partido Popular, totalmente renovado, capaz de dirigir y dar cobertura a los intereses de esta nueva derecha que se debe configurar en este siglo XXI.

domingo, 11 de abril de 2021

PODEMOS FUÉ BONITO MIENTRAS DURÓ

 


Escribo estas líneas cuando se acaba de producir la última espantada del ínclito Pablo Manuel Iglesias Turrión de abandonar la 2a vicepresidencia y el ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, para ser candidato de la formación PODEMOS a las próximas elecciones del 4 de Mayo en la Comunidad autónoma de Madrid.

 Inmediatamente, los medios de comunicación que se auto proclaman de izquierdas, como la sexta, se han lanzado ha hablar del duelo Iglesias Ayuso, desplazando a Angel Gabilondo y el PSOE del protagonismo en las elecciones del 4 de mayo, aun cuando fuera el ganador de las pasadas autonómicas del 2019. y Podemos obtuviera tan solo 7 diputados.

 A mi entender Pablo Manuel Iglesias, empieza a cansarse de ser el líder de una formación que va a la baja en todas las encuestas electorales, y que le cuesta enormemente encontrar un recambio en el liderazgo, cuando su ego personal le llevo a prescindir de todos sus colaboradores en la fundación de PODEMOS. Pablo ha encontrado en Yolanda Diaz, el personaje con el suficiente carisma y eficiencia en su trabajo, para que le pueda substituir y quizás encarrilar a la formación en los nuevos tiempos que se avecinan, que pasan indefectiblemente por una colaboración estrecha y leal con el PSOE, si en verdad pretenden sobrevivir a los nuevos y duros tiempos que se avecinan después de la pandemia del COVID-19, donde todo va a cambiar de arriba a abajo, pero no como decía Lampedusa para que nada cambie, sino que va a ser una verdadera revolución y la entrada de todo el planeta en una nueva era.

 La jugada de Pablo Manuel, la de los hechos consumados, ha sido muy propia de la manera de actuar de este personaje, evitando así una más que probable negativa de la actual ministra de trabajo, según parece poco amante del protagonismo; y que le va a permitir a él salir de la primera fila y preparar su retiro definitivo, desde los laureles de conseguir algún diputado más de los que ya tenía la formación en la comunidad autónoma de Madrid.

 De entrada sin embargo, la primera negativa la ha recibido en la frente, cuando su examigo Iñigo Errejón le ha dicho un no rotundo a presentarse conjuramente a las elecciones, recordando que fue el propio Pablo Iglesias quien le invitó a salirse de PODEMOS. Con todo y como he dicho antes todo parece indicar que Pablo va a sacar algún diputado más de los 7 que hasta hoy tenía, cuestión que con la ayuda de los medios afines le va a permitir salir del ruedo a hombros y por la puerta grande que al parecer es lo que desea.

 PODEMOS, que nació, a partir del momento en que tras la gran movida del 15M y con un PSOE en horas bajas por sus intrigas internas y poco definido en cuanto a ideología, como un catalizador de las inquietudes de unas masas decepcionadas de la política en general. Pero a mi modesto entender y por un ego exacerbado de su líder Pablo Iglesias, no alcanzó a canalizar el descontento popular, y mucho más cuando la militancia del PSOE supo dar un golpe de timón y volver al rumbo de defensa de los valores de las clases más desfavorecidas con un líder hecho a si mismo, de ideas claras y capaz de enfrentarse incluso a los más reaccionarios de su partido.

 Hablando con algunos entendidos en la materia, he llegado a la conclusión que Pablo iglesias se ha dado cuenta que ha tocado techo, y que la formación PODEMOS, necesita de una profunda renovación y adaptación a la nueva realidad española que va a surgir después de la pandemia y que antes que su obra acabe diluida en la irrelevancia política ha preferido dar un paso al lado y provocar por la fuerza de los hechos consumados su relevo al frente de la misma con la esperanza esto sea un revulsivo que le dé nueva fuerza a la organización PODEMOS. Aunque también otros opinan que a Pablo Iglesias le puede su odio visceral al PSOE y ha optado por morir matando, situándose fuera del gobierno para así poder atacar a Sánchez sin ataduras ninguna. Pues el considera que Sánchez fue quien le tiró por tierra sus planes al devolverle al PSOE el rumbo de izquierdas que nunca debió perder.

 Convendrán Vds. conmigo que Pablo Manuel, con su decisión se la juega, pues si fracasa en las elecciones madrileñas y no mejora en mucho los resultados, o bien si lo hace a costa de quitar votos al PSOE su credibilidad va a ir por los suelos y con ella la de la formación PODEMOS que difícilmente se va a recuperar. Quizás ha sido que pensando en esto Íñigo Errejón le ha dado calabazas

 Les confieso amigos que pese a mis profundas convicciones socialistas veo muy necesario en un país como el nuestro la existencia de una fuerza potente a la izquierda del PSOE, que mantenga viva la llama de los valores izquierdistas y que no le deje desviarse a posiciones derechistas. Lamentaría mucho decir dentro de un tiempo lo que he puesto en el título del post. 

domingo, 4 de abril de 2021

A ERC SE LA CAYÓ LA E DEFINITIVAMENTE

 

Laura Borras, pronunció hace unos días, la Joseantoniana sentencia, “JxCAT. Es una formación transversalmente ideológica; No es de derechas ni de izquierdas” cuestión que determina bien claramente la situación de los herederos de la extinta CiU en la derecha del espectro político español, de la misma manera que se situó la Falange Española, en los años 30 del pasado siglo XX.

 Mientras, los que se hacen llamar la Izquierda Catalana como es ERC con su sumisión y acatamiento a todo lo que se dicta des del Sancta Sanctórum de Waterloo después de haberle concedido la segunda autoridad de Cataluña a la ínclita Laura Borras, se disponen a conformar un gobierno donde, aunque ellos ostenten la presidencia de la Generalitat, seguirán a pies juntillas todo aquello que determine el Sumo Pontífice.  Carles Puigdemont, o sea confrontación con el Estado Español, rotura de la mesa de dialogo, e una nueva declaración unilateral de la independencia.

 Resulta proverbial la cobardía de los dirigentes de ERC, que con tal de no ser acusados de traidores y botiflers a la causa del independentismo, han sido capaces de tirar por la borda una mayoría de izquierdas en Cataluña surgida de las urnas el pasado 14 F ( PSC, 33 diputados, ERC 33 diputados, 8 de Podemos, un total de 74 diputados), para librarse en cuerpo y alma una derecha, que ha demostrado una y mil veces que solo pretenden fagocitarlos al amparo de un ideal totalmente periclitado como es el independentismo.

 Unas pocas semanas atrás, y dadas las divergencias que durante toda la pasada legislatura mantuvieron las dos principales fuerzas independentistas, nos hicieron creer a los catalanes que en ERC se hubiera despertado de nuevo su consciencia social y que dada la crisis económica que sufriremos en Cataluña, consecuencia de la Covid-19 estaban dispuestos a aparcar su reivindicación nacional para concentrar los esfuerzos, en la recuperación del país. Pero no ha sido así y lamentablemente hemos visto, como ha podido más el ánimo de venganza de Oriol Junqueras hacía el PSC y el nihilista deseo de o todo o nada, léase la independencia, o la destrucción total, que también parece guiar a Puigdemont desde Bruselas, situación en la que la CUP, nihilista por naturaleza, se encuentra comodísima.

 Cuesta entender que después de 10 años de gobiernos independentistas en Cataluña, y en particular la inacción total del que encabezó Quim Torra, la burguesía catalana, siga apostando por JxCat y ERC después de los continuos fracasos de estas formaciones en las labores de gestión, que han situado a la que fue el motor de la economía española a un paso del precipicio. Solo entendiendo los cambios que la burguesía catalana ha experimentado los últimos años, podemos encontrar una explicación razonable al tema.

 Veamos, desde los tiempos de la revolución Industrial, Cataluña se había caracterizado, por su carácter emprendedor e innovador, que le había llevado a ser el motor económico de España, con una industria puntera, no solo en nuestro país, sino en toda Europa. Un sector industrial basado en las pequeñas y medianas empresas, la mayoría de carácter familiar, consiguieron solventar los duros años del franquismo, cuando los mercados exteriores se encontraban prácticamente cerrados. Sin embargo, hacía finales del franquismo, una nueva generación de empresarios catalanes descubrió, que sus beneficios aumentaban muchísimo si canalizaban su capital, hacia la especulación en lugar de seguir en la producción de bienes y servicios. Así que sin dudarlo un momento y aprovechando la crisis económica mundial de los años 70, no dudaron en cerrar sus factorías, vender los terrenos y dedicarse primero a la especulación inmobiliaria y posteriormente a la bolsa y a todas las demás burbujas especulativas del sector financiero.

 Ni tan solo el estallido de la crisis financiera del 2007, les hizo comprender el error cometido y cuando vieron que la UE, pretendía abandonar la economía de casino, para regresar a lo verdaderamente positivo y tangible como es la producción de bienes y servicios, en un acto de desesperación extrema, se lanzaron a la aventura independentista, primero de la mano de Artur Mas y la antigua CDC y posteriormente y solo en parte, de ERC, a la que han sabido controlar, con el fin supremo de salirse de la UE y configurar Cataluña como un nuevo paraíso fiscal que les permita seguir con el sistema que les proporciona suculentos beneficios.

 Es a partir de este momento que a ERC le empieza a tambalear la E de sus siglas, hasta el punto de que en estos días estamos viendo como la entrega de sus dirigentes a la causa de la burguesía es total anteponiendo la utopía independentista, por encima de cualquier valor social propio de la izquierda, haciendo una lectura muy equivocada de los resultados electorales de las elecciones del 14 F.

 Cataluña no debería perder la oportunidad que se nos brinda desde la UE y España de cambiar el paradigma económico y adaptarlo al nuevo siglo XXI, dentro de los cánones de la justicia social y el reparto más justo de la riqueza generada., pero para ello es absolutamente necesario que las clases populares asuman de verdad el poder y desde el gran valor de la solidaridad universal, y se reconduzca la situación encarrilando de nuevo la senda del progreso.