Sin caer en
conservadurismo por excelencia que implica la expresión de San Bernardo de
Claraval cuando dice: "La novedad
es madre de la temeridad, hermana de la superstición e hija de la
ligereza"; y viviendo en esta época de confusionismo social, al que la
que algunos llaman Revolución Digital, nos está sumiendo; si deberíamos
reconocer que no todo lo que se nos presenta como nuevo, resulta ser bueno y
conveniente para avanzar en el camino del Progreso y la Justicia Social.
Me explicaré: He
escuchado con atención el discurso de la Formación Podemos estos últimos días,
y he observado en ellos que en el afán de demostrar ser representantes de una
nueva e indefinida ideología, les está conduciendo a posiciones que rayan el
esperpento, cuando su líder Pablo Iglesias, llega a afirmar, que el Papa
Francisco y él están luchando en la misma barricada.
Dicen los que
entienden, que Podemos es consecuencia directa del 15M, cuando un movimiento de
indignados sin liderazgo alguno, se lanzó a la calle, en contra de las medidas
adoptadas por un gobierno socialista, acusándole de seguir los dictados de la
derecha dominante en la Unión Europea, además de renunciar a sus principios
fundamentales, y predicar una abstención en las elecciones generales que el
presidente Zapatero se vio obligado a adelantar; acuérdense amigos del “Que no, que no nos representan”, que
finalmente obtuvo su recompensa con la victoria en las urnas del Partido
Popular, para más Inri, por mayoría absoluta.
Resulta curioso, o al
menos a mi me lo parece, que el movimiento 15M desaparezca de la luz pública en
el mismo momento que el Partido Popular ocupa el poder y que salvo puntuales
manifestaciones, como el “Rodea el Congreso” no aparezca por parte alguna,
dejando la impresión en muchos de nosotros, que el único objetivo que en
realidad se perseguía, era el de debilitar al PSOE, coincidiendo en ello con
uno de los objetivos del Partido Popular.
Llegados al ecuador
de la legislatura y cuando en el socialismo apuntan aires de cambio generacional, y
el Partido Popular pierde fuelle, consecuencia, no solo de su tremenda
implicación en la corrupción orgánica, que salta todos los muros de contención,
sino también por el incumplimiento total de su programa electoral, surge
Podemos, con un discurso populista y rompedor al más puro estilo León Trotsky,
que halaga los oídos de muchos de los desesperados que por desgracia hoy tanto
abundan en España.
Pues no me negaran
amigos, que resulta altamente rompedor, referirse al actual estado de derecho
en España como el “Régimen del 78”, predicar la abolición de la actual
Constitución y redactar una nueva, ningunear el debate derecha izquierda y la
consiguiente lucha de clases, o
constituir una formación política, en cuyo nombre no aparece la palabra
Partido, aunque curiosamente con esto último coinciden plenamente con nuevas
formaciones derechistas, como VOX, o Ciudadanos, o la multitud de plataformas
que aparecen en los municipios o regiones, Ganemos, Avancem, Mes, etc.etc. Todos
ellos, con una coincidencia en su discurso como es el denostar los llamados
Partidos Tradicionales, principalmente el PSOE.
Soy de los
convencidos que la llamada Transición a la democracia en España, no fue lo
modélica que se le presupone por parte de algunos, aunque si sirvió para que
los ciudadanos nos dotáramos de un estado de derecho al estilo del mundo
occidental, y que en el total de 20 años de gobierno socialista, en dos
períodos, nos dotamos de un estado del bienestar bien equiparable al de las
democracias europeas más avanzadas. Nuestra sanidad pública fue la más
eficiente del mundo, con el presupuesto más ajustado, nuestra enseñanza
pública, alcanzó una calidad envidiable, sobre todo si se tiene en cuenta de
donde partió, cuando en la dictadura era una cuestión meramente asistencial y
de caridad cristiana. Por lo que respecta a las Pensiones de jubilación, si
bien modestas, en su cuantía la mayoría de ellas, con los servicios que
llevaban añadidos, como la gratuidad en los medicamentos, las vacaciones
Imserso y algunos otros servicios, han permitido a nuestros mayores gozar de
una vejez con dignidad. Finalmente en la última etapa, la ley de la
dependencia, como cuarto pilar del estado del bienestar vino a intentar paliar
el último gran déficit de nuestra sociedad como era la ayuda para la atención
de los dependientes que no se pueden valer por si mismos.
Esto amigos, también
es fruto del “Regimen del 78” que los de Podemos quieren destruir, para crear
otro que nadie sabe donde nos va a llevar, pues tampoco lo aclaran mucho en su
programa electoral, ni en sus propuestas económicas.
Si hay que reconocer,
que se han cometido errores, y que no se ha sabido blindar constitucionalmente
los logros conseguidos, cuestión que ha permitido a un Partido Popular,
representante del neoliberalismo más extremo, en tan solo una legislatura,
cargarse buena parte de él, con la excusa de la crisis y las órdenes emanadas
de la UE; sin embargo no creo yo, que esto justifique, el cargarse de raíz una
constitución y un sistema democrático, que nos ha permitido llegar a un buen
punto. Si creo en que es necesaria una reforma de nuestra carta magna,
precisamente para evitar que los errores cometidos se vuelvan a repetir, y
además solucionar algunos problemas que por razones del momento histórico en
que se redactó la carta magna, hoy desde unos condicionantes totalmente
diferente, no encontramos solución en este redactado.
Por la razones
expuestas hasta aquí, considero que una formación que se vende como nueva, que
nos propone, destruir lo anterior, aunque nos haya sido útil a la mayoría
social, para construir una nueva
democracia, que tampoco se especifica muy bien en que va a consistir no tiene
que ser forzosamente bueno para todos nosotros; es por ello que mis preferencias,
van hacia aquellos que proponen reformar la constitución, en un sentido
Federal, y donde se reconozcan los derechos sociales que hemos conseguido con
gran sacrificio.
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