Nadie en su
sano juicio puede negar que la convocatoria independentista, fue un éxito total
solo comparable a la magna manifestación en el mismo sentido que el año
anterior; y de hecho así lo reconocen la mayoría de voces de reconocido
prestigio de uno u otro signo, en todo el estado español, tan solo en algunos
medios cercanos a la extrema derecha ultranacionalista española por excelencia,
se atreven a cuestionar el éxito de participación en base a peregrinos argumentos,
como el que confundía los gigantes y cabezudos con falsos figurantes en tramos
de la cadena humana.
En los días
posteriores y a pesar del lógico aprovechamiento del éxito, por parte de los
medios de comunicación al servicio del gobierno de la Generalitat, (TV-3, ha llenado un 80% de sus
emisiones, con referencia a la Cadena Humana), se han producido una serie de
acontecimientos y declaraciones, relacionadas con la cuestión que a mi entender
más que informar, lo que se ha pretendido es crear un confusionismo en la gente
sobre la verdadera situación en Cataluña y quien en verdad la controla. Es por
ello que en este articulo mi pretensión, es a través de un análisis, llegar a
una conclusión lo más cercana posible a la realidad.
En primer
lugar, me gustaría aclarar, que en contra de lo que se intenta de hacer creer,
en el sentido que Artur Mas, es el Moises conductor de la idea soberanista en
Cataluña es del todo incierta, pues aunque el si lo pretendió, hace ahora
exactamente un año, cuando antes del ecuador de legislatura, convocó nuevas
elecciones con la pretensión de obtener la mayoría absoluta que le permitiera,
cómodamente, disponer a su antojo de la situación. El pueblo catalán le castigó
con la pérdida de 14 diputados y situándole en una posición de más debilidad en
el parlamento catalán, obligándole a depender de una ERC, que si bien le apoya
con condiciones, no llega nunca a comprometerse seriamente hasta el punto de
entrar a formar parte del gobierno, a fin de no asumir desgaste alguno.
Tampoco
Junqueras de ERC, se puede considerar el líder de este movimiento, pues a pesar
que en las elecciones del 2012, aumentó considerablemente el número de
diputados situándose como segunda fuerza política parlamentaria, que sus
propuestas llevan desde hace tiempo un claro marchamo independentista, y que
las encuestas le auguran pasar a ser la primera fuerza, no gozan del suficiente
respaldo ciudadano, para ostentar el liderazgo de un movimiento que ha sido
capaz de echar a la calle más de un millón de personas en dos convocatorias, en
dos años consecutivos.
La gran
mayoría del movimiento secesionista en Cataluña, podríamos decir que está fuera
del control de las fuerzas políticas y que en el fondo su éxito obedece a la
gran frustración que provocó la sentencia en contra del estatuto de autonomía
por parte de un tribunal constitucional totalmente deslegitimado, al considerar
este hecho transgredía uno de los principios fundamentales de la democracia
consistente en que la soberanía reside en el pueblo y se expresa a través de
los organismos democráticamente elegidos como son los parlamentos. ¿Quién es el
TC, para considerar inconstitucional, una ley orgánica fundamental, después que
dos parlamentos la debatieran, enmendaran, aprobaran y el pueblo catalán la
aceptara en un referéndum?
Si bien en
toda España, la desafección de los ciudadanos hacía la política, es del todo
evidente, en Cataluña por lo dicho anteriormente, el fenómeno es corregido y
aumentado, por cuanto la incapacidad y la miopía de los llamados líderes
políticos, a la hora de preveer y afrontar el encaje de Cataluña en el Estado
Español, con estructuras que respetaran las singularidades de cada uno, han
abierto de par en par las puertas de la desconfianza ciudadana, que ha optado
por tirar por el camino del medio y autoorganizarse al margen de la política
propiamente dicha.
Es también
factor importante y decisivo, la crisis económica que en Cataluña por ser un
territorio industrializado, se ha dejado notar con especial saña, por cuanto,
las políticas económicas que el pujolismo practicó durante 23 años, basada muy
mucho en la inversión extranjera, particularmente japonesa, han tenido su cara
negativa en forma de deslocalización en el período convulso en que nos ha tocado
vivir. El independentismo más radical y el neoliberalismo de CiU ha encontrado
una magnífica tapadera en el slogan de "Madrid nos roba" , para
ocultar la verdadera faz de su ideología que hoy tiene como objetivo el
desmontaje del llamado estado del bienestar. A fe que parece les haya ido bien
pues, cada vez son más los que creen que en una Cataluña independiente,
ataríamos los perros con longanizas.
Por tres
veces ha salido el pueblo catalán a la calle, en el período democrático y las
tres veces en reivindicación de su identidad, aunque me resulta especialmente
sorprendente, que nunca haya sido capaz de conseguir extraordinarias mayorías
en la calle para protestar por la destrucción del estado del bienestar y la
pérdida de sus derechos más elementales. Se me ocurre que si el pueblo español
reaccionara en contra de las políticas neoliberales y destructoras del gobierno
del PP, arrastraría consigo a la mayoría de los catalanes haciéndoles olvidar
la falsa polémica identitaria promovida por el nacionalismo confrontador.
¿No creen
Vds, que si la capacidad movilizadora de los independentistas catalanes la
tuvieran los españoles de a pié en defensa de los derechos elementales, el
gobierno de Mariano Rajoy ya hubiera dimitido? Pues eso, a ver si empezamos a
coger la onda!