Antes incluso de que la crisis apareciera en nuestro
mundo occidental, con aquello de la hipotecas suprime, ¿se acuerdan? Cuando en
Alemania, gobernaban los socialdemócratas del SPD, en el Reino Unido los
Laboristas y en Francia y otros países de la UE, la derecha civilizada. Cuando
en Estados Unidos, un George Bush, pretendía hacerse el amo del mundo, y en
España un Aznar hablaba catalán en la intimidad. Algunos expertos, intuían se
estaba gestando una guerra económica del Dios Dólar contra el recién nacido
Euro, al que temían se convirtiera en una seria amenaza por cuanto los países
emergentes, en particular China, diversificaran su riesgo repartiendo sus
stocks de divisas, entre las dos monedas en un principio y pasando a la europea
si la cosa se complicaba.
Todo había empezado cuando los USA, en tiempos del
presidente Richard Nixon, dejaron de tomar el patrón oro, como referencia de su
moneda y dieron rienda suelta a la máquina de imprimir dólares, bajo el
pretexto que su respaldo eran las reservas petrolíferas mundiales, al ser el
dólar la única moneda, con los que se hacían las transacciones. Poco tiempo
después del nacimiento del euro en el año 2001, y dada su gran fortaleza con el
respaldo de potentes economías, como la alemana, la francesa y la del Reino
Unido; entre los países productores y consumidores de petróleo, se ADOPTÓ
también el euro, como moneda normal de intercambio.
Poco tiempo después, China, decidió, convertir en euros
parte de sus monumentales reservas de divisas, cuestión que disparó todas las
alarmas, no solo en Estados Unidos, si no en gran parte de Iberoamérica, con
economías dolardependientes.
Por otro lado, después que los usanos hubieran estado
predicando las mil y una pestes del socialismo y la socialdemocracia, desde el
final de la segunda guerra mundial, después de haber dedicado tiempo y dinero
en acabar con la gran potencia socialista que significaba la URSS, no podían
tolerar de ninguna manera que una economía basada en los principios del
socialismo democrático, como la que imperaba en toda Europa desde los años 40
del pasado siglo XX, les desposeyera de su preeminencia, con el peligro
incluso, que se pusiera de manifiesto un dólar realmente poco respaldado,
hablando en términos tangibles.
Poco tardaron en dirigir sus misiles dinerarios contra
los flancos más débiles de la UE, encareciendo en sobre manera la financiación
de Grécia Portugal e Irlanda, para proseguir seguidamente con España e Italia.
Aunque antes, se habían asegurado, desde su dominio de los medios de
comunicación, de cambiar los gobiernos, de la socialdemocracia alemana, y de la
derecha civilizada en Francia, promoviendo campañas de desprestigio; a fin de
que fueran ocupados por Ángela Merkel y Nicolas Sarkozy, dos grandes aliados
que nada más entrar en el poder, invirtieron el proceso de más integración
europea, por una especie de vuelta atrás, donde el sentimiento nacionalista de
cada uno de los estados miembros se valorizó por encima del gran valor
federalista que procuraba la Unión.
¿Han pensado Vds. si a Nicolás Sarkozy o Ángela Merkel le
importa mucho el Euro? Estoy seguro que
no y mucho menos cuando su mantenimiento como moneda fuerte y puntera en el
mundo significa cesión de soberanía por su parte y compartir con los demás
países el poder de decisión.
La victoria de François Hollande en Francia, y las malas
perspectivas de Merkel para renovar su mandato en 2013, ha acelerado los planes
de estos magnates, especuladores que redoblan estos días sus esfuerzos, sobre
todo contra España, que dispone de un gobierno sin ideas y totalmente
entregado, además de una casi nula estructura industrial, con la idea que antes
de la caída de Merkel, la moneda única europea haya sido desmantelada.
¿Hasta hoy no se han dado cuenta los inútiles que nos
gobiernan? Y si lo sabían, ¿porque no actuaron antes, en lugar de desmantelar
el estado del bienestar y parar en seco el crecimiento económico?