domingo, 28 de febrero de 2021

OTRA LECCIÓN DEL COVID 19

 


La pandemia de Covid-19, ha puesto en evidencia una serie de fallos de nuestra organización social que sin duda ninguna debemos enmendar lo más rápidamente posible si queremos garantizarnos un mundo mejor y sin amenazas a nuestra supervivencia.

 En primer lugar, tenemos el liberalismo salvaje y el populismo desmadrado, que se ha demostrado totalmente incapaz de solucionar con efectividad el sufrimiento personal e incluso la economía de los países bajo su mando, como ya hemos puesto de manifiesto en otros artículos de este mismo blog.

 También vale la pena señalar, que ha puesto en evidencia a todos aquellos que hasta hoy denostaban del sector público en especial de la sanidad, en pro de una privatización de este, cuando se ha demostrado que solo los países con una sanidad pública potente han podido atajar la propagación de la pandemia y doblegar con eficacia las sucesivas oleadas que la Covid-19 ha procurado, aun sin vacunas.

 Hoy quiero hacer hincapié en el tema de la Unión Europea y las ventajas que su existencia ha conseguido para todos los países que a ella pertenecemos, en referencia a esta maldita pandemia del Covid-19; No solo el fondo de rescate, los 140.000 millones de euros que le corresponden a España, para a fin de construir un nuevo sistema económico propio de los nuevos tiempos que corren y que nos garantice un futuro esperanzador, con puestos de trabajo estables y fuera del campo especulativo; sino que debemos considerar las ventajas que han representado la negociación colectiva del ente supranacional en el tema de las vacunas. ¿Alguien se imagina que nos hubiera pasado a un país como España, si una multinacional farmacéutica como Astrazeneca, que ha intentado coaccionar a la propia UE, hubiera negociado con nosotros directamente? Podríamos afirmar que además de pagar un precio muy superior al que pagamos ahora, casi seguro nos hubiéramos quedado sin vacunas, por la competencia con otros países europeos con más alto poder adquisitivo. Y hablando de Astrazeneca, creo que la delictiva posición de esta compañía sueco británica, priorizando su beneficio por encima de los compromisos previamente adquiridos con la UE, que les pagó por anticipado, las vacunas a fin que tuvieran financiación suficiente para desarrollar el proyecto, nos ha de servir como una nueva lección que la pandemia Covid 19 nos proporciona y que a nivel europeo, debemos empezar a corregir, nuestras políticas en exceso liberales en lo que se refiere a los servicios esenciales.

 ¿Podemos confiar en la industria privada, la investigación desarrollo y fabricación de unas vacunas que deviene como única solución a una pandemia de carácter mundial?, ¿Es licito que el resultado de unas investigaciones financiadas en su mayoría con dinero público, proporcionen suculentos beneficios a unos accionistas, sin escrúpulos? ¿No se debería haber intervenido la empresa Astrazeneca, después de su impresentable y egoísta planteamiento? ¿Les parece lícito especular con las vacunas anti Covid-19?

 Intenten amigos responder a estas preguntas y quizás entendamos la necesidad de un nuevo planteamiento económico de cara a nuestro futuro inmediato, un nuevo planteamiento que deje de considerar el beneficio como lo único importante y que devuelva a las empresas el carácter social que nunca debieron perder. Un cambio radical donde de una vez por todas se deje de valorar y envidiar al que más tiene para dar consideración y encumbrar socialmente al que más vale y al que más beneficio social ha procurado.

 Soy consciente que lo que planteo puede parecer utópico, pero si Vds. lo piensan un poco verán que no es tan imposible como de entrada parece. Lo único que a veces la humanidad necesita pasar por desagradables experiencias para darse cuenta de que estaban equivocados de entrada, como lo que sucedió con Trump en Estados Unidos. Allí hace 4 años, encumbraron a un personaje como Donald Trump, valorando-le que hubiera sido capaz de acumular una gran fortuna, sin importarles que la hubiera conseguido engañando a unos y a otros, además de estafar a toda la colectividad no pagando impuestos, o pagando mucho menos de lo que le correspondería. Cuatro años de mentiras continuas y echando por los suelos la buena imagen del país, además de hundirlo en la catástrofe sanitaria por un negacionismo estúpido, de la peor pandemia de estos últimos tiempos. La mayoría de los estadounidenses se dieron cuenta de su error, y fueron a votar en masa para enmendarlo en pasado noviembre y por lo que parece el demócrata Joe Biden ha emprendido el camino totalmente contrario que había tomado su antecesor, y regresando a la única senda que puede proporcionar progreso y justicia social.

 En España contamos con la gran visión de futuro de Pedro Sánchez y su equipo y una oposición cada vez menos creíble como la que representa el Partido Popular, al que la corrupción según parece endémica, ya le está corroyendo hasta los cimientos y una extrema derecha que al fallarle sus principal apoyo como era Steve Bannon y el régimen de Donald Trump, no encuentra suposición en el tablero político, por lo que la esperanza de un gran cambio en la sociedad se hace totalmente posible a corto plazo.

domingo, 21 de febrero de 2021

CARGARSE LAS LIBERTADES AL GRITO DE: ¡¡LIBERTAD!!

 


Los que vivimos buena parte de nuestra vida bajo la dictadura franquista, recordamos muy bien como la palabra libertad, figuraba en casi todos los discursos del criminal autócrata, a la par que achacaba todos los males incluida la restricción de los derechos más elementales de la ciudadanía española, a la imperiosa necesidad de defenderse de todos aquellos que pretendían imponer por la fuerza una dictadura de corte marxista, en colaboración con judíos y masones.

Hoy 45 años después de la muerte del dictador Franco, y después que sus restos hayan sido sacados del monumento que lo homenajeaba, desde las filas de un partido de extrema derecha como es VOX y de otro que se auto-titula de centro derecha como el Partido Popular, salen día si y otro también en manifestaciones callejeras, por la capital de España gritando y denunciando al actual gobierno de izquierdas, que en pro de luchar contra una pandemía mundial les coarta su libertad de movimientos.

Si cruzamos el charco, vemos también que en la democracia por excelencia de todo el planeta, los Estados Unidos de Norteamérica, una horda de fanáticos asalta el Capitolio, cuando allí se va a proclamar a Joe Biden como nuevo presidente de la nación después que el anterior gobernante el populista Donald Trump perdiera las elecciones el pasado mes de noviembre, y también allí entre la turba se escucharon gritos de Libertad y Democracia.

También en Cataluña, los defensores del referéndum del 1 de octubre del 2017, que según los expertos observadores internacionales no contó con ninguna garantía democrática, en los primeros aniversarios se dedicaron a encender la calles de Barcelona al grito de Democracia y Libertad, cuando resulta curioso que las leyes aprobadas en el Parlamento de Cataluña y que daban amparo a la celebración del mencionado referéndum, atentaban gravemente contra los derechos elementales de la oposición, según ha sido reconocido por juristas internacionales..

Podría citar muchos más ejemplos de esta paradoja que se da en nuestros tiempos, pero creo que con estos ejemplos ya es suficiente para darnos cuenta que lo que pretenden algunos es que el mundo vuelva a tropezar con la misma piedra, con la que ya tropezó en la década de los 30 del pasado siglo XX, y que volvamos a las fatales consecuencias que ello tuvo entonces,

De momento hemos podido ver como el pueblo norteamericano ha sabido reaccionar a tiempo, apartando del poder a un populista como Donald Trump, y como las instituciones incluidas las que ostenta cargos designados por Trump, han sabido estar a la altura y anteponer los valores democráticos a la lealtad a quien les ha nombrado; que hoy todos abandonan y reniegan de él; y ello nos abre la esperanza de que esta vez el fascismo va a ser derrotado, antes de que pueda presentar batalla, ni alcanzar atisbo de poder en ningún país importante del planeta. Las palabras de Joe Biden en su discurso de investidura “La democracia ha prevalecido” son señal inequívoca que el golpe al populismo fascista mundial ha sido importante y quizás el inicio de su derrota definitiva, en todo el planeta.

El pasado 14 F, con la victoria socialista, hemos podido comprobar la voluntad de los ciudadanos catalanes de abominar del engaño y la mentira de una falsa libertad en base a la confrontación con el democrático estado español y su actual gobierno de coalición abierto al dialogo y por el contrario al igual que los norteamericanos han visto la luz y se entregan en cuerpo y alma a la causa de la democracia verdadera, el dialogo, la negociación y el pacto, cuestión que nos abre definitivamente la puerta a una verdadera solución definitiva al histórico conflicto catalán en España.

Estos días estamos viendo un nuevo ejemplo de intransigencia fascistoide, con la piel de la extrema izquierda, cuando las calles de nuestras ciudades son asaltadas e incendiadas por unos grupos en nombre de una libertad de expresión mientras atacan a medios de información e intentas de todas todas coartar la libertad de expresión de los demás.

En la Unión Europea, y por la pandemía del Covid 19, ya se están dando muestras de una férrea voluntad federal, la mutalización de la deuda mediante la emisión de euro bonos, junto con la compra y distribución de vacunas contra el Covid-19, .han sido dos pasos de gigante hacia la federalización de este ente supranacional, que se mire como se mire, ya no tiene vuelta atrás.

La derrota definitiva del fascismo, está cada vez más cerca, todo lo que está sucediendo en el mundo occidental, así lo indica y que todos aquellos que pretenden engañarnos, erigiéndose como defensores de una falsa libertad, están condenados a ser proscritos, por una ciudadanía que empieza a estar más que harta de mentiras y falsedades que solo nos pueden conducir a desastres inconmensurables.



domingo, 14 de febrero de 2021

NADA VA A SER IGUAL DESPUÉS DEL 14 F EN CATALUÑA

 


En el momento de publicar estas líneas, no sabemos los resultados de la elecciones autonómicas del 14-F, pero lo que si estoy en condiciones de afirmar es que sea cual sea el resultado, nada volverá a ser igual en Cataluña. En primer lugar, por que si se cumple mis deseos y el independentismo no alcanza una mayoría absoluta de diputados, y el PSC gana estos comicios, es más que probable se alcance un acuerdo con los Comuns y ERC, para constituir un nuevo gobierno presidido por Salvador Illa, cuya meta principal sea la de volver a conformar Cataluña como un solo pueblo; claro está que después que en ERC haya habido cambios sustanciales en su staff directivo dando un paso atrás aquellos cuyo objetivo principal és la independencia de Cataluña para ser ocupado su sitio por la facción partidaria de fijar como principal objetivo la justicia social y el progreso de la ciudadanía.

En segundo lugar si a pesar de la victoria socialista, los independentistas consiguen sumar una mayoría absoluta de diputados, y deciden formar gobierno que no se crean va a ser lo mismo que la legislatura pasada donde Ciudadanos, como fuerza mayoritaria en la oposición renunció a ejercerla desde el primer día. El PSC, luchará lo indecible como líder de la oposición para que el independentismo no consiga ninguno de sus objetivos excepto aquellos que se refieran procurar un mayor bienestar ciudadano.

Este 14 de Febrero en Cataluña los ciudadanos decidimos nuestro futuro, quizás la vez en que podemos conseguir de verdad regresar a una senda de progreso, que nunca deberiamos haber abandonado, para entregarnos a vanas ilusiones de un estado independiente que solo existía en la calenturienta mente de unos fanáticos nacionalistas y en diez años nos han situado al borde mismo de un abismo insondable.

Más de 5.000 empresas que han cambiado su sede social y algunas de ellas sus plantas de producción, una bajada en la inversión extranjera, que nos ha situado en mínimos históricos, una dependencia económica del turismo, como nunca habíamos tenido, por lo que ha bastado un año de pandemia, planetaria, para dejarnos sencillamente en calzoncillos, por no hablar de una inacción total en la gestión del Covid 19, y en la planificación del futuro inmediato, que incluso nos ha impedido elaborar planes de recuperación económica que deberíamos presentar a Europa, como condición indispensable para tener acceso a la parte correspondiente de los 140.000 millones de euros que la UE ha destinado a España.

El nombramiento por parte del PSC de Salvador Illa, como candidato, ha encendido la luz de la esperanza en muchísimos catalanes que lo ven como la persona idónea, para encauzar el país, sin traumatismo alguno, de nuevo en la senda del progreso, mediante el diálogo la negociación y el pacto, como ha estado demostrando en la gestión de la Covid-19 desde el ministerio de Sanidad del Gobierno Central, este pasado año 2020. Quizás sea por esto, que todos los partidos que se presentan en Cataluña han empezado a lanzar puyazos, desde el mismo momento en que se supo de su candidatura, en cuanto se han dado cuenta que Salvador Illa, encaja perfectamente con lo que una inmensa mayoría de los catalanes espera para su futuro inmediato, alguien con los pies en el suelo, con las ideas muy claras, moderado a carta cabal y capaz de gestionar brillantemente y desde un realismo a prueba de bomba, el nuevo sistema económico de esta Cataluña dentro de la España del siglo XXI, además de haber dado sobradas muestras de ser un firme partidario del dialogo la negociación y el pacto en lugar de la confrontación pura y dura que el independentismo y el ultra nacionalismo español representan.

En el momento en que esta líneas vean la luz, los colegios electorales ya habrán abierto sus puertas y espero y deseo una masiva participación a pesar de las extrañas circunstancias en que estas elecciones se celebran, para que la victória de salvador Illa, no tenga paliativo alguno y que al independentismo no le quede otra opción que reconocer su derrota más absoluta. Solo así Cataluña, podrá emprender de nuevo la senda del progreso y la justicia social, en el marco de la construcción de una España Federal, de la mano de Pedro Sánchez, y Miquel Iceta desde el gobierno central y con Salvador Illa y un formidable equipo, desde Cataluña.

Amigos, hoy en Catalunya se decide entre dos opciones o reconstrucción y volver a la senda del progreso, o mantenerse en la decadencia donde nos ha situado el independentismo irredento. En sus manos está

domingo, 7 de febrero de 2021

EL 14-F LOS CATALANES NOS JUGAMOS EL SER O NO SER


 

Si a partir del próximo 14 de Febrero, el independentismo, puede formar gobierno, casi con toda seguridad nos esperan años de la miseria más absoluta y tener que vivir de la caridad internacional, y no exagero lo más mínimo.

Los 10 últimos años en Cataluña hemos perdido más de 5.000 empresas, muchas de ellas no solo deslocalizando la sede social sino cesando la actividad productiva en el territorio, No tenemos ninguna empresa financiera, de titularidad catalana. Las decisiones de la Caixa, se toman en Valencia y las del Banco de Sabadell en Madrid. El sector del automóvil está seriamente tocado, con la marcha de Nissan y las dudas sobre la continuidad por largo tiempo de SEAT. Además de un larguísimo etc además de tener una sociedad partida en dos mitades confrontadas entre si de forma casi insalvable.

Por otra parte, llevamos un año, afrontando una pandemía de dimensiones mundiales y cuando desde el Gobierno Central y por primera vez desde la instauración de la democracia, el Gobierno Central, manifiesta una voluntad de gestionarla desde una política claramente federal; resulta que el gobierno autonómico se muestra totalmente incapaz de aplicar las medidas necesarias para que el resultado sea efectivo, con resultados francamente desastrosos, por lo que se refiera a la incapacidad de frenar los contagios y en estos últimos días poniendo en marcha un plan de vacunación que por lo visto, nadie se había ocupado de diseñar, en los meses anteriores a la llegada de las vacunas y cuando tanto desde la UE como desde el Gobierno Central les estaba pidiendo que se prepararan, señalando, finales de Diciembre como fecha de llegada de las vacunas. Fechas que se cumplieron con puntualidad británica, demostrando que el Gobierno Central ha sabido gestionar de manera excelente sus competencias sobre el tema. Las comparecencias en TV de Pere Aragonés y Alba Verges, Presidente en funciones y Consejera de sanidad respectivamente, excusándose en el cierre de fronteras con Gran Bretaña, por efecto de la materialización del Bréxit, fueron del todo lamentables y no creídas por la mayoría de la población.

Todo ello nos hace temer que en el caso, que después del 14 F fuera posible constituir un nuevo gobierno independentista, una continuidad en las políticas, de confrontación con el Estado Español, por una parte y la total ineficacia a la hora de gestionar el más mínimo problema, nos conduzcan directamente al desastre económico más absoluto, cuestión que les garantizo costaría más de una generación volver a levantar.

Para el próximo 14 de Febrero no vale tan solo una victoria del PSC, esta debe ser lo suficientemente amplia para poder conformar una clara mayoría no independentista y además que ERC JXCAT,y CUP, no sumen una mayoría de diputados que les permitan formar gobierno, pues por mucho que hoy parezca que ERC y JxCat.ni se dirigen la palabra, siempre acaban dándose el pico cuando conviene. Tan solo en una ocasión, cuando con Carod Rovira al frente antepusieron la cuestión social a la independencia, firmaron con el famoso tripartito que en dos legislaturas gobernó Cataluña, hasta que el sector independentista se impuso, expulsando a Carod y los suyos, y sometiéndose en cuerpo y alma a los designios, primero de Pujol, y ahora de Puigdemont. No son pues de fiar y tan solo una victoria amplia del PSC y que CUP, JxCat i ERC no sumen, puede hacer posible que el PSC forme gobierno, no independentista, que aglutine de nuevo la sociedad Catalana y encarrile de nuevo la senda del progreso y la modernidad haciendo posible una España Federal .

Leo estos días que el soporte a la independencia baja hasta el 43% del 47% que había tenido, en las últimas elecciones autonómicas, es una buena noticia aunque el 43% sigue siendo un porcentaje lo suficientemente alto, para que el resto de catalanes dejemos de estar alerta. Piensen amigos, que también en Estados Unidos, el soporte a Donald Trump era altísimo y tan solo con una muy alta participación en las elecciones del pasado noviembre ha podido ser derrotado.

Piensen en todo ello amigos a la hora de ir a votar, sea presencialmente o por correo; este 14 de Febrero de 2021, es más importante que nunca tu papeleta en la urna pues no solo decidimos quien nos va a gobernar los próximos cuatro años sino si vamos a seguir dilapidando los esfuerzos de millones de catalanes en una confrontación fratricida de la que solo podemos sacar miseria.

La victoria del PSC con Salvador Illa al frente debe ser indiscutible y no valen ya los experimentos como se hizo hace casi cuatro años, dándole la victoria a Ciudadanos, cuyo egoísmo y afán de superar al PP, así como su concepción ultra nacionalista española, le mostró totalmente incapaz de aglutinar a los no independentistas para imponer su mayoría real sobre la ficticia que en escaños tenían los ultra nacionalistas catalanes.

Que nadie se quede en casa, que o bien por correo, o bien presencialmente en el colegio electoral, todos debemos poner nuestro granito de arena para hacer presidente a Salvador Illa, y conseguir que este año 2021, sea el inicio de la Gran Recuperación de nuestra comunidad, como motor de la nueva economía del siglo XXI en una España que avanzará imparable hacia un estado federal y solidario en una Europa que día a día se va construyendo también en el mismo sentido. En cuanto a catalanes nos jugamos todo en estas elecciones, quizás sean la última oportunidad de evitar la caída al precipicio, donde parece que nos están conduciendo los fanáticos independentistas.