domingo, 27 de septiembre de 2020

LA PANDEMIA DEL COVID-19 UNA TAPADERA PARA ALGUNOS

 

Leo estos días con estupor, como el sin par Boris Johnson primer ministro del Reino Unido de la Gran Bretaña, pretende revocar el acuerdo firmado por el mismo con el gobierno de Bruselas, para cambiar las condiciones de un Bréxit, que les está resultando muy oneroso a los británicos, y que él mismo firmó  hace tan solo unos meses.

 

Numerosos expertos economista de dentro y fuera de la Gran Bretaña, ya preveían caídas importantes del Producto Interior Bruto, en un primer momento, después de la salida, pero esta cuestión se ha visto agravada al sumarle las consecuencias del Covid 19  por la  política negacionista que los torys británicos han venido aplicando emulando a su maestro Donald Trump y al Brasileño Bolsonaro.

 

Resulta curioso que a nivel de los tertulianos de este nuestro país, España, si bien  se hacen eco de la impresionante caída del PIB en UK, el mayor de Europa, ninguno se ha atrevido a evaluar que parte le corresponde al Bréxit. Será que quizás su europeismo se tambalea, en cuanto han intuido que tanto Merkel como Macrón, los líderes indiscutibles de la UE, están apostando esta vez por políticas socialdemócratas a la hora de enfrentarse a la crisis, en lugar del austericidio que por poco les cuesta la propia existencia de la UE, en la crisis del 2008.

 

Boris Johnson se encuentra en estos momentos prisionero de sus propias decisiones y ante el panorama que se le presenta, de una más que posible derrota de Donald Traump en las elecciones de noviembre en USA, donde una victoria demócrata le puede dejar como aquel que dice con el culo al aire, si estos no asumen los compromisos de Trump en lo que se refiere a acuerdos comerciales excepcionales con UK que le ayudarían a capear el temporal, tal y como se ha cuidado muy bien de recordar el candidato demócrata Joe Biden, con la severa advertencia a sin par primer ministro, en el sentido que los demócratas estadounidenses no van a tolerar que por sus excentricidades, se cargue los acuerdos del Viernes Santo que procraron la paz en Irlanda del Norte, ni que sea con la excusa de la pandemía.

 

En España nos encontramos también con un Partido Popular en la oposición que trata de  desviar la atención ciudadana de los graves casos de corrupción que le están estallando un día si y otro también, ocurridos durante el periodo de gobierno de Mariano Rajoy, donde además se están revelando conductas claramente mafiosas propias de una organización criminal. El hasta hoy máximo representante de la derecha española, aprovecha la pandemía para cargar las tintas contra el gobierno de izquierdas, poniéndole todos los palos en la ruedas que puede, negando-le el pan y la sal en la aprobación de los presupuestos u otros grandes temas de estado y gestionando pésimamente el tema sanitario en la CCAA donde ostenta el poder; pienso con la pretensión de matar dos pájaros de un tiro, el primero desprestigiar la gestión del gobierno central y en segundo lugar imbuir la idea en la ciudadanía, que el estado autonómico, este invento que se quedó a medio camino de un estado federal, no puede funcionar de ninguna de las maneras.

 

Sin embargo Pablo Casado, líder actual de la derecha española, no acaba de salirse con la suya, por dos principales razones, la primera y principal es que su antagonista, Pedro Sánchez del Partido Socialista Obrero Español, a la sazón presidente del gobierno, es persona de ideas muy claras, que no improvisa más de lo estrictamente necesario, sabe muy bien a donde va y cuenta con el respaldo de la inmensa mayoría de la militancia de su partido político, y la segunda que él (Pablo Casado) se ha situado en la parte de la derecha española, que ha apostado al caballo perdedor, del mismo modo que Donald Trump , Boris Johnson, o Jair Bolsonaro, de la extrema derecha ultra nacionalista  e insolidaria que abocó el mundo al desastre más absoluto, en la pasada crisis del año 2008.

 

Guste o no guste, la verdad es que el Covid 19 ha puesto en evidencia, el fracaso de unas políticas neo liberales, basadas en mantener un mundo dividido en clases sociales con grandes privilegios para unos pocos que dominan y explotan a las mayorías. La pandemía ha acelerado un gran cambio social en el mundo, que ya se venía gestando desde hace un tiempo, en particular cuando el “ancien regime” se mostró incapaz de mantener un estado del bienestar en una crisis de sistema provocada por el estallido de numerosas burbujas financieras, enseñándonos a todos el grave problema de de dejar el poder en manos del sector financiero, como sucedió a partir de los años 90 del pasado siglo cuando la llamada revolución neocon, apostó per este sistema.

 

Los actuales lñideres europeos, Angela Merkel, Emmanuel Macron , Mateo Renzi y Pedro Sánchez, han comprendido que no se puede ir contra el progreso, que cualquier tentativa de usar la pandemía como tapadera y bregar para mantenerse en el pasado, está condenada al fracaso, del mismo modo que en el siglo XIX, fracasaron todos los intentos de mantenerse en estatus pre capitalista de antes de la revolución industrial.

 

La cuestión amigos no debe ser evitar el progreso por aquello de que cualquier tiempo pasado fuè mejor, si no de que las ventajas de todo tipo que el futuro nos depara no se queden solo al alcance de unos pocos si no que los puedas disfrutar todo el mundo por igual.

 

Los grandes valores humanistas, “Libertad, Igualdad y Solidaridad” vuelven a adquirir relevancia mundial y deberíamos grabarlos todos en nuestras mentes para seguir en la lucha contra todos aquellos que por ignorancia o mala fe intentan mantenernos en el mundo de la injusticia y la desigualdad socia

domingo, 20 de septiembre de 2020

IMAGINANDO EL MUNDO DENTRO DE 100 AÑOS

 


Escribo estas líneas, cuando el conflicto racial en Estados Unidos de América está llegando a límite del paroxismo poniendo en evidencia el gran fracaso de un presidente ultraconservador, supremacista que tiene todos los números para ser el primer presidente en muchos años, que solo habrá ejercido un mandato. Cuando la epidemia causa estragos en una Latinoamérica fragmentada por un nacionalismo periclitado y propio del siglo XIX

 

Cuando en la Unión Europea, los grandes líderes; Macron y Merkel, junto con otros muchos, se han dado cuenta del fracaso de las políticas nacionalistas y han apostado decididamente para avanzar hacia una unión mucho más estrechas que un simple convenio comercial, cuando se han demostrado incapaces cada uno de ellos de controlar por si solos un virus como el Covid 19 y los estragos que está causando en su economía. También en un momento en que la economía inglesa en manos de un pseudo Trump, se ha hundido hasta límites nunca esperados, no solo por el coronavirus, si no por el abandono de la UE que materializaron el pasado 31 de enero de este año 2020.

 

Cuando en España el virus ha puesto de manifiesto las carencias de un estado a medio camino de ser federal, que se ha venido llamando estado autonómico y un comportamiento del todo absurdo e incompatible con sus homólogos europeos de una oposición de derechas que sigue buscando su camino después de haber sido noqueada por su implicación hasta las cejas en los casos de corrupción. Cuando en Cataluña el independentismo da muestras de agotamiento y se divide y divide hasta lo que parecía imposible, lo que era la antigua Convergencia Democrático de Cataluña, hoy han surgido hasta cinco formaciones distintas con parecidos postulados. Y un presidente autonómico totalmente ineficaz se resiste a convocar elecciones ante el fundamentado temor de sufrir una derrota sin paliativos.

 

Me he decidido ha intentar imaginar como podría ser el mundo en el año 2120 cuando la nueva revolución digital en la que hoy estamos inmersos se haya consolidado y una nueva sociedad más igualitaria, haya surgido

 

Imagino por aquel entonces un mundo multipolar, donde un comité mundial, formado por los altos representantes de las 8 grandes federaciones mundiales se coordinan y acuerdan todo aquello que es de interés común para la humanidad entera. La Federación Asiática. La Federación Rusa, la Federación Europea, la Federación Norteamericana, (Canada EEUU), La Federación Latinoaméricana, La Federación Austrália Pacífico, La Federación Oriente Próximo y la Federación Africana, han superado la competencia entre si cambiándola por una estrecha colaboración justa y productiva. espíritu que les ha permitido superar con éxito, pandémias, el cambio climático, las hambrunas y detener el avance de la desertización de grandes zonas planetarias.

 

¿Pero como hemos llegado hasta aquí? En primer lugar, hace ahora justo cien años, en noviembre del 2020, la gran mayoría de estadounidenses se dieron cuenta de las terribles consecuencias que podría acarrearles seguir manteniendo en el poder a un tipo estrafalario como era Donald Trump, que buscaba tener el dominio del planeta en base a la confrontación permanente y la preeminencia de una elites con poder absoluto sobre los demás ciudadanos. Muchos de aquellos que ya habían perdido la costumbre de votar cada cuatro años, en particular las clases sociales más bajas, esta vez se inscribieron masivamente y depositando su voto en las urnas infligieron una severa derrota al histriónico personaje e iniciando una entrada en la nueva era que no tardaría en extenderse por todo el orbe planetario.

 

 En Latinoamérica grandes pensadores, concienciaron a los pueblos de la necesidad de unirse, desde el respeto a las diferencias, étnicas y culturales, con el fin de alcanzar la dimensión suficiente para no estar en inferioridad de condiciones y por lo tanto ajeno a la explotación de sus recursos naturales, por parte de foráneos que les esclavizaban. Iniciando así el camino de la actual Federación Latinoamericana. Al igual que sucedió en buena parte del continente Africano, cuando comprendieron que aunando fueras evitaban la explotación sistemática de sus recursos naturales por parte de grandes corporaciones industriales del primer mundo.

 

En los países islámicos el asunto fue un poco más difícil porqué previamente debieron sacarse de encima cualquier atisbo de integrismo religioso, cuestión que se consiguió en base a un sistema educativo basado en la racionalidad y el espíritu crítico, lo que formó a una nueva generación completamente distinta a la de sus antepasados inmediatos.

 

Hoy en el 2120 los problemas se resuelven mediante el diálogo la negociación y el pacto, bajo los auspicios de una democracia casi perfecta y los máximos representantes de cada una de las federaciones se reunen para encontrar puntos de acuerdo para avanzar a un sistema de federación de federaciones que permita una gobernanza única a nivel global.

 

domingo, 13 de septiembre de 2020

LA UE ABRE Y CONTROLA FRONTERAS

Después de haber dejado que cada país, haya actuado a su libre albedrío durante la Pandemia de Covid 19, cuando la mayoría de ellos han conseguido dominarla, o por lo menos adoptar las estrategias, para convivir con el virus y controlar los rebrotes. Cuando muchos llegábamos a pensar que Donald Trump había ganado la partida y el sueño de unos Estados Unidos de Europa, se disolvía como un azucarillo en el café, en el Parlamento Europeo. Nos dan la sorpresa de llegar a un acuerdo por el que solo se permite, entrar en la UE y circular por ello a un total de 14 países más uno Xina, condicionado a la reciprocidad. Con el fin de evitar que la Pandemía se reproduzca de nuevo en su territorio.

 

Por fin, aunque la decisión no es de obligado cumplimiento y cualquier país, como han hecho Italia y algún otro, que siguen manteniendo restricciones la UE ha empezado a actuar como lo que es una entidad supranacional capaz de abordar problemas que con creces superan al reducido ámbito de las naciones.

 

Por otro lado, el acuerdo que se va a llegar en Julio, con la aprobación del paquete de fondos destinados a la reconstrucción de la economía de los estados miembros de los cuales una buena parte van a se a fondo perdido, es otro factor determinante de la voluntad inequívoca de la voluntad indiscutible de avanzar hacia los Estado Unidos de Europa, que la institución está poniendo de manifiesto, a pesar de los intentos de la ultra derecha reaccionaria de poner palos en la ruedas.

 

Otra cuestión muy clarifican-te del camino a profundizar la Union en la UE ha sido sin duda alguna la decisión de negociar conjuntamente la adquisición de vacunas contra el Covid 19, para repartirlas después con criterios de equidad entre los países miembros.

 

Todo ello como ciudadano europeo me llena de alegría y creo que abre la puerta a un nuevo mundo, donde el nacionalismo va a perder su razón de ser, como determinante de la organización social y nuevas organizaciones supra nacionales estructuradas en regímenes de corte totalmente federal, van a salvar la democracia, desde el respeto a la diferencia dentro de la igualdad de derechos.

 

Volviendo al tema central de este artículo como es el control de fronteras  de la UE para evitar que el virus se descontrole de nuevo en Europa es una prueba palpable que los dirigentes europeos, sean del lado que sean del espectro ideológico, han empezado a comprender que un problema de carácter global no puede solucionarse en base a estrategias locales sino que requiere de planteamientos globales para su solución. Bien todos, lo que se dice todos no, puesto que la extrema derecha ultra nacionalista sigue en sus trece y mantienen su estrategia de hundir la UE desde dentro de sus instituciones, aunque Marine Lepen en Francia y Tierry Baudet en Holanda están muy callados por el miedo a perder prestigio. Solo Abascal en España y algún otro en Polonia, niegan la mayor en pro de una ultra-nacionalismo caduco y decimonónico.

 

Oyendo al profesor Gonzalo Bernardos de la Universidad de Barcelona, aportar  una serie de razones de tipo económico que han obligado a Angela Merkel a dar un giro pro UE, frente a sus tradicionales aliados como Holanda o los países nórdicos, cuyos gobiernos de claro signo derechista o al menos con gran influencia de la extrema derecha, pretenden que todo se quede en un Mercado Común Europeo donde los más ricos dominen al resto y les impongan sus condiciones, sin que nadie ayude a nadie y todo el mundo se espabile como pueda; uno que de siempre ha creído en unos Estados Unidos de Europa, el corazón le dio un vuelco al comprobar que si los dos grandes de la UE como son Francia y Alemania se han dado cuenta que sin la ayuda mutua y la solidaridad   todos perdemos y  nos va a costar mucho más salir a flote si cada país lo bebe hacer por su lado; las perspectivas de futuro inmediato se abren como nunca lo han hecho a una nueva realidad que más pronto que tarde se va a materializar.

 

Amigos esta apertura de fronteras de Europa, aunque de entrada se limite a solo 14 países, (15 si China decide abrir sus fronteras a los europeos) es una señal inequívoca que se ha optado por un camino bien distinto del que se tomo en la anterior crisis del 2007 y que solo nos condujo a la desigualdad y una insolidaridad creciente entre los pueblos hermanos, poniendo casi al borde de la extinción la propia UE. Ahora sin embargo vemos el futuro inmediato con esperanza y sabemos que a a partir de 2021, el crecimiento económico, en nuestro país y en el resto de la UE va a ser exponencial, confirmando lo que muchos economistas sensatos vienen diciendo que esta crisis va a tener forma de V, o sea que la caída ha sido rápida pero la recuperación también lo será.

 

Ojalá el avance hacia unos Estados Unidos de Europa, se visto con buenos ojos por nuestros hermanos Latinoamericanos y se decidan de una vez a aparcar el nacionalismo para hermanarse y coordinarse, para ser más fuertes y negociar en condiciones de igualdad con las grandes corporaciones norteamericanas, sin dejarse expoliar los recursos naturales.

 

Sin ninguna clase de duda ello sería empezar la ruta hacía una nueva sociedad mundial, más justa, más igualitaria y más solidaria que caracterizrá el planeta tierra en el siglo XXI.

 

domingo, 6 de septiembre de 2020

VOLVEMOS AL TAJO

 


Se acabó agosto, y casi todos incluido el propio presidente del gobierno hemos vuelto al trabajo, con las pilas renovadas, después de un tiempo en que hemos podido reflexionar sobre lo que hacemos bien y lo que nos falla en la gestión de la maldita pandémia del Covid-19.


Todos hemos podido observar este verano, que si bien la pandémia parecía controlada a finales de Junio, en cuanto se acabó el estado de alarma y con la gestión centralizada; pasando el mando a los gobiernos autonómicos, como el tema se descontroló de una forma exagerada, hasta el punto que casi todos los países europeos, aconsejaron algunos, y otros directamente prohibieron a sus ciudadanos viajar a nuestro país, cuando el ratio contagios por cien mil habitantes alcanzó el primer lugar en la UE. .


Rápidamente la derecha de este país, representada por el Partido Popular y Vox, se aprestaron a reclamar una vuelta al mando único centralizado, atribuyendo a un supuesto desbarajuste autonómico el retroceso en el control de la pandémia. Otros entre los que me incluyo hemos preferido pensar que el problema viene por una falta de coordinación entre los gobiernos, uno de los defectos del estado autonómico por haberse quedado a medio camino de un verdadero estado federal.


El Presidente Pedro Sánchez y el equipo de gobierno optaron también por esta posición e intentaron paliar el problema buscando avanzar hacía una estructura más federal, por medio de la conferencia de Presidentes autonómicos que no se había utilizado casi nunca en anterior gobierno de Mariano Rajoy. El tema tampoco ha acabado de funcionar, por actitudes de algunos gobiernos, como por ejemplo el catalán, que no asist a la reunión donde se distribuían los recursos obtenidos en Europa, para combatir el Covid-19, o los de Madrid, Andalucia, y Murcia empeñado en mantener una política de privatización y desmantelamiento de la sanidad pública en beneficio de un sistema sanitario privado. Caso aparte es el de Galicia, que anda entre Pinto y Valdemoro, sin optar por ningún lado.


Uno no puede dejar de pensar que si hubiéramos optado hace años por un verdadero estado federal y el Senado fuera una auténtica cámara de representación territorial, quizás las cosas funcionarían de otra manera y la lucha contra el Covid 19, hubiera sido mucho más efectiva; en referencia a región, Cataluña, Si en lugar de gastar inútilmente energías el gobierno autonómico en despotricar contra el gobierno central, a fin de auto afirmar su identidad, se hubiera consagrado a la lucha contra la pandémia lo más seguro es que habría muchos menos contagiados y nuestros problemas serían mucho menores que los actuales, a parte que tendríamos unas cinco mil empresas más proporcionando puestos de trabajo y pagando sus impuestos en nuestra región, entre ellas dos bancos.


Entiendo que las comunidades gobernadas por la conjunción de derechas, PP C’s VOX, dada su concepción centralista y unitarista de la nación, deseen fervientemente el fracaso en la gestión de la pandémia y que nuestra economía, desgraciadamente demasiado dependiente del turismo, no acabe de levantar cabeza, para acabar de desprestigiar el modelo autonomista y descentralizado par volver al centralismo unitarista que les es propio. Lo que ya entiendo menos es la posición del independentismo catalán, pues la constatación de sus fracasos puede inducir a buscar la solución no en una mayor autonomía, sino en terminar de una vez por todas con la desestabilización. Téngase en cuenta que nuestro país vecino Francia, es un estado centralizado, donde también conviven pueblos distintos, algunos con aspiraciones nacionalistas, Bretones Normandos, Corsos, etc. Si resulta que Macron, obtiene mejores resultados que nosotros en la gestión de la crisis posterior al Covid 19, muchos de los nuestros pueden pensar que fue un error lo del estado autonómico del 78.


En la vuelta al tajo de nuestro presidente Sánchez no le espera un camino de rosas sino de punzantes espinas, aunque yo estoy más que seguro que desde su claridad de ideas y de sus fuertes convicciones ideológicas, junto con su formidable equipo, va a conseguir unos más que excelentes resultados, con claros avances hacia una España Federal y una modernización de la economía en base a puntales mucho más sólidos que el turismo, la construcción y la especulación financiera.


Una nueva economía, basada en la industria y la I+D en energías sostenibles y cambio climático. Si España es el país europeo con más horas de insolación, nuestra industria debería ser puntera en el aprovechamiento de este tipo de energías, y con esto no pretendo decir que haya que despreciar el turismo o la construcción, que deben seguir con el mismo valor en números absolutos, aunque si debemos bajar su porcentaje de incidencia sobre el global, con la subida de estos nuevos sectores productivos.


En fin amigos, enfoquemos la recta final de este desgraciado año 2020, con confianza, si bien se avecinan tiempos duros, como dijo nuestro presidente Pedro Sánchez, después del primer consejo de ministros post vacacional, por primera vez en nuestra historia reciente, podemos tener la seguridad que saldremos juntos del marasmo sin que nadie se quede atrás; las bases ya están puestas, 75.000 millones de euros a fondo perdido de la UE, y otros 65.000 en créditos muy favorables,son base suficiente para las reformas económicas que son necesarias no solo para superar la crisis si no para garantizar nuestro futuro en el siglo XXI. Todo ello junto a la claridad de ideas que se ven en el equipo actual de gobierno, debe hacer que el futuro inmediato lo veamos con toda la esperanza y optimismo.