En la tercera semana de confinamiento, llegó a mi móvil dos videos en que
unos preocupados ciudadanos, situaban a los chinos, como responsables de la
epidemia, en respuesta al ataque previo sufrido por Estados Unidos en la guerra
comercial que este país lleva a cabo contra el resto del mundo, en el afán de
su megalómano presidente de dominar el planeta entero.
En el razonamiento de ambos, encontré errores que podríamos denominar de
bulto, uno de ellos que se focaliza el problema en la guerra comercial de USA
contra China cuando la llamada primera potencia mundial, tiene ya desde hace
tiempo, su punto de mira situado en la UE, a la que pretende destruir porqué es
quien a la hora de la verdad le va a resultar el más serio competidor en el
liderazgo del planeta, por cuanto, es el único planteamiento que existe hoy en
el mundo que pretende alcanzar una primera posición en una sociedad globalizada
manteniéndose dentro de los principios democráticos. Por otro lado China no
necesita de ninguna de las maneras provocar una pandemia para tener a los USA
bajo su control cuando de hecho ya los tiene al ser tenedor de la mayor parte
de la deuda externa norteamericana; provocando cuando le interesa bajadas de la
divisa norteamericana especulando y repartiendo el riesgo con el Euro.
Se quiera o no reconocer, China es hoy la fábrica del mundo, su situación
política no democrática liberal en lo económico y dictatorial en lo político le
permite garantizar una producción continua sin altibajos por reivindicaciones
laborales. El acceso a las materias primas lo tiene garantizado por su gran
influencia, principalmente en el continente africano, aunque no hay que
descartar también su entrada lenta pero constante en Latino-américa. Gran parte,
por no decir la totalidad de los países industrializados del planeta, dependen
de las piezas que en China se fabrican para seguir con sus fábricas en marcha.
Otro aspecto que deberíamos tener en cuenta y que a mi entender diferencia
en gran manera la situación actual de lo que es una guerra mundial, es que pese
al parón y al endeudamiento en que va a caer gran parte del planeta, la infra
estructura productiva va a seguir intacta por lo que en pocos días a la que se
acabe el famoso virus se va a poner de nuevo en marcha sin el menor problema.
Incluso la industria de servicios como puede ser el turismo, también se va a
recuperar en poco tiempo aunque quizás tarde un poco más que lo demás.
Descartando, pues las previsiones catastrofistas de algunos y centrándonos
en el problema que en realidad tenemos, quizás deberíamos hablar de esta
pandemia como de un ensayo, que nos permite, reconocer donde fallamos y buscar
enmiendas para no volver a fallar en un futuro. A grandes rasgos y por lo que a
la Unión Europea se refiere, deberíamos haber aprendido de la urgente necesidad
de avanzar definitivamente hacia los Estados Unidos Europeos, adquiriendo una
dimensión suficiente y una agilidad en la toma de decisiones de la que hoy
carecemos y no nos deja ser competitivos con China, Rusia o USA. Que para
conseguirlo debemos abandonar cualquier veleidad nacionalista y situar la
Solidaridad en el frontispicio de nuestro
ideario.
Porque de esta pandemia varias grandes lecciones debemos sacar, que solo
desde la solidaridad entre todos los humanos, es posible vencer con los mínimos
daños posibles, que la sanidad y la investigación pública resultan
fundamentales y lo más eficaz para combatir este tipo de catástrofes. Vean
sino, la evolución del proceso en los
países de la UE comparado con El Reino Unido o Estados Unidos, donde la Sanidad
Pública es a nivel asistencial, la investigación de carácter público no existe
y solo existe el sector privado, buscando no el servicio a los ciudadanos si no
el beneficio económico para los fondos de inversión que figuran en su
accionariado.