La llamada “modélica transición” en España, a partir de 1982, cuando el
PSOE ganó las elecciones por primera vez y por una aplastante mayoría absoluta,
evolucionó desde una multitud de partidos y partiditos con que se puso en
marcha, a aglutinarse en la práctica en dos partidos según las dos grandes
corrientes ideológicas de este país, la derecha y la izquierda, al más puro
estilo anglosajón. Así Alianza Popular, que más tarde se refundó con el nombre
de Partido Popular, se convierte en una especie de movimiento que va desde la
extrema derecha franquista hasta el centro derecha y el PSOE, desde el centro
izquierda socialdemócrata hasta las puertas del comunismo moderado, por
entonces llamado eurocomunismo. Por fuera de estas dos organizaciones y por lo
que se refiere a la derecha quedan solo pequeños grupúsculos ultra derechistas,
como el de Saenz de Inestrillas y Falange Española, sin olvidar la hoy extinta
Fuerza Nueva, que solo aguantó hasta la desaparición de su líder Blas Piñar; y en
la izquierda, un debilitado partido comunista (PCE), que apeló al cambio de
nombre (IU) para ver de sobrevivir en un mundo y una sociedad cambiantes.
A partir del 2011, y como consecuencia de una acomodación en los dos
principales partidos (PSOE y PP), donde el idealismo primigenio, fue
desapareciendo, mientras las organizaciones se convertían en meros instrumentos
para que sus líderes se perpetuaran en el poder, dentro de una alternancia más
o menos calculada, y su militancia en simples peones con bajo nivel ideológico
y que solo aspiraban a un puesto de trabajo en la administración pública;
además en el caso del PP para amparar una execrable y generalizada corrupción.
Surgen dos partidos nuevos, Ciudadanos en la derecha, inicialmente como
reacción del nacionalismo español frente a la preponderancia del nacionalismo
catalan en Cataluña y que después es visto por una parte de la élites españolas
como la posible substitución de un Partido Popular que se muestra incapaz de
superar una corrupción que les estalla día a día en las manos poniendo al
descubierto sus miserias más íntimas; mientras que por la izquierda, nace
PODEMOS, como consecuencia del movimiento 15M del verano del 2011, como
canalización hacía la política de las reivindicaciones de los llamados
indignados. Ambas formaciones justifican su nacimiento como del inicio del fin
de una fase de la democracia dominada por el bipartidismo, y el comienzo de una
nueva era donde en lugar de dos van a ser cuatro las formaciones en liza; que
consideran superado el debate derecha izquierda, recuerden Vds. la coincidencia
del discurso de ambas formaciones hace uno o dos años, en que ambos se definían
como: “Nosotros no somos ni de derechas ni de izquierdas”, curiosamente la
misma definición que hacían los fascistas de los años treinta del pasado siglo
XX, refiriéndose a sus organizaciones. No sé si por esta razón, hoy día ni
PODEMOS ni Ciudadanos se autodefinen con estos términos si no que unos se sitúan en el centro
derecha liberal unos i los otros en la izquierda radical.
Cuando el 9 de febrero de 2012, cae el gobierno de José Luis Rodriguez
Zapatero, en la base del PSOE se empieza a ver la necesidad de cambios en
profundidad del partido para adaptarlo a la nueva situación, muchos empiezan a
entender la necesidad del regresar a los principios fundamentales y a la
ideología primigenia, adaptando, eso si las estrategias a los tiempos actuales
si no se quiere ser borrado del mapa, es por ello que tras unos cuantos serios
tropiezos en diversas convocatorias electorales, Desde la militancia socialista
y en contra la voluntad manifiesta del aparato del partido se consigue imponer
el liderazgo de Pedro Sánchez que se ha comprometido a renovar completamente la
formación política, y regresar a los principios básicos de Libertad, Igualdad y
Solidaridad, como inspiradores de la firme voluntad de cambiar una sociedad que
no atiende a los intereses de los más desfavorecidos.
Por el otro lado, la derecha, el Partido Popular, si bien en el gobierno, por aquellas fechas, intenta
mantener la cabeza fuera del mar de corrupción en que se mueve, y Ciudadanos en
lugar de mantenerse en el centro del espectro, que le había proporcionado parte
del electorado socialista, e identificarse con la derecha moderada europea,
derechiza su discurso, mostrando sin pudor el ultranacionalismo español más
descarado, para intentar pescar en el electorado Popular.
Ambas formaciones Podemos y Ciudadanos, no se olvidan de denostar
constantemente el bipartidismo, culpándole de todos los males que aquejan a
nuestra sociedad, más dado su afán incontrolable por sobrepasar al PSOE unos y
al PP los otros, muchos electores empiezan a intuir que lo que en realidad
pretenden es mantener un bipartidismo cambiando a los protagonistas, en lugar
de PSOE PP, Podemos Ciudadanos.
Las elecciones generales del 28 de Abril, son especialmente clarificadoras
en este sentido cuando en el caso de la izquierda el electorado mantien su
preferencia por el PSOE y en la derecha lo reparte entre PP y Ciudadanos, casi
a partes iguales y dándole una propinita a VOX la extrema derecha. Por si no
quedaba suficientemente claro, un mes más tarde, el 26 de Mayo, en las
elecciones Europeas y Municipales, queda perfectamente refrendado esta nueva
situación.
¿Quién mató pues el bipartidismo en España? Pues yo creo que nadie y a
falta de clarificar quien va a ocupar la preponderancia en la derecha, si PP o
C’s, por fortuna el bipartidismo va a
gozar de muy buena salud, en los próximos años.