Después de los discursos del nuevo trío derechista, en el gobierno de
Andalucía, PP C’s i VOX, los huesos de
Cánovas del Castillo han debido removerse en su tumba. Los liberales de
Ciudadanos, marcando distancias, con Vox, y cargando sobre el PP la
responsabilidad de las posibles concesiones a la extrema derecha.
Vox, reivindicando su propuesta al más puro estilo de la Falange Española
de 1939, de un ultranacionalismo español, que mete miedo en el cuerpo y un
Partido Popular, reivindicando su papel de aglutinador de la derecha española
desde la transición.
Cánovas, artífice de la Restauración borbónica en España en 1875, consiguió reunificar, hasta nuestros días, a las derecha españolas, aunando conservadurismo
y liberalismo, en un sistema semi autoritario que permitía ciertas libertades,
como fue el de la restauración borbónica.
Su asesinato en 1897, a manos del
anarquista italiano, Michele Angiolillo, lejos de acabar con su proyecto, le
dio nuevas alas, que les permitieron, superar el período republicano, la
dictadura franquista, la transición y la consolidación democrática hasta
nuestros días. No en vano, tanto en el período de la dictadura, como durante el
gobierno de José Maria Aznar, se impulsaron homenajes y reconocimientos a
Antonio Cánovas del Castillo.
La aparición de una formación como Ciudadanos, que pretendía ser la derecha
liberal moderna, contemporizadora con sus homólogos europeos, junto a un
Partido Popular, al que le explotaban los casos de corrupción, como si de una
traca valenciana se tratara, totalmente desnortado, agarrado al conservadurismo
más absoluto, como si fuera su tabla de salvación, en los tiempos de Mariano
Rajoy; podía parecer que ponía un punto final, al postulado Canovista, y que a
partir de entonces liberales y conservadores volverían a ir por su lado y a la
greña entre los dos. Sin embargo, una masiva abstención de la izquierda en las
elecciones autonómicas andaluzas por causa de la discutida figura de Susana
Diaz, y la aparición de una fuerza en la extrema derecha como VOX; ha obligado
a los liberales hacer de tripas corazón y pactar un gobierno presidido por el popular Juan Manuel Moreno Bonilla, con el apoyo externo de la extrema derecha;
cuestión que les ha merecido la repulsa del presidente francés y liberal por
excelencia Emanuel Macrón.
¿Puede descansar tranquilo Cánovas en su sepulcro? Yo creo que no porque,
más a corto que a medio plazo, la regresión que están efectuando los
conservadores del PP, resucitando el Aznarismo y contemporizando con VOX, se le
va hacer del todo incompatible con los planteamientos de Ciudadanos y el
movimiento liberal europeo.
Hace bien poco y después de más de seis meses sin gobierno, los liberales y
conservadores suecos, han decidido pactar con los socialdemócratas y conformar
conjuntamente un gobierno, evitando tener que echar mano de los diputados de
extrema derecha para administrar el país.
También en Francia, la derecha
liberal o la conservadora de los gaullistas y republicanos, aíslan siempre a
Marine Lepen, en una especie de cordón sanitario, para no permitir que esta
fuerza tenga poder alguno; y ya es conocida la Gran Coalición del SPD y la CDU
en Alemania, para frenar a Alternativa por Alemania, la emergente fuerza
neonazi. En todos los países de tradición democrática, Liberales y Conservadores se
alían, para frenar a la extrema derecha y en aquellos casos en que no suman lo
suficiente, van a la busca de la socialdemocracia con la misma finalidad.
Pero parece que España sigue siendo diferente, y cuando Aznar optó por
lanzar al Partido Popular, en manos del conservadurismo más absoluto, lo que
provocó la aparición de Ciudadanos, al sentirse los liberales desplazados, y
dinamitando el Canovismo que las derechas habían mantenido desde la
restauración borbónica, y ahora su sucesor Pablo Casado, asesorado por él, se
aleja aun más del liberalismo, con su aproximación a la ultraderecha de Vox; se
me antoja un disparate monumental, que sitúa al conservadurismo español de
nuevo, totalmente fuera de la evolución mundial, como ya sucedió en la década
de los treinta del pasado siglo XX.
Los resultados de la jornada electoral de ayer 28 de Abril de 2019, son a
mi parecer una viva señal del fallo garrafal, electoralmente hablando, de la
estrategia de saltar por los aires el Canovismo con la pérdida de 22 escaños,
en el bloque de derechas, que le aleja de toda posibilidad de formar gobierno;
agravado por la pérdida de 71 escaños por parte del Partido Popular, el que
hasta hoy había sido el heredero de la idea de Cánovas del Castillo.
En el siglo XXI la tecnología avanzada, no debe restringirse al uso de unas
pocas élites si no que la debemos generalizar a toda la humanidad con el fin
que la riqueza que mediante ella generemos, no se limite a dar suculentos
beneficios a unas élites, si no que se reparta entre todos con justicia y
equidad. Es así de la única forma que la humanidad va a avanzar superando los
retos que la propia evolución impone, desde el respeto a los grandes valores
humanistas, Libertad, Igualdad y Solidaridad.