Dicen que Italia es
el país más afín con España, un idioma muy parecido, una climatología casi
igual y una forma de vivir y relacionarse en calles y plazas, totalmente
simétrica. En estas últimas semanas nuestro país hermano, ha conseguido formar
gobierno con un pacto entre el movimiento 5 estrellas, la izquierda
utópica e intransigente que comanda el
payaso Beppe Grillo, ha pactado, con la Lega Norte, un partido
ultranacionalista Padano, que pretende la independencia de la región del valle
del Po, y en todos los foros internacionales es considerada una formación de la
extrema derecha.
Resulta si más no
inquietante esta cuestión, vista desde el prisma español, más que nada si
analizamos el porqué se ha llegado a ella, cuando la judicialización de la
política italiana, después de un periodo donde la corrupción había contaminado
todos los partidos del espectro, desde la Democracia Cristiana al Partido
Comunista. Acabó con los partidos tradicionales y el populismo a la derecha
capitaneado por Silvio Berlusconi, logra hacerse de nuevo con el poder y la
izquierda digamos moderada no acaba de encontrar su puesto en este nuevo
paradigma. Digo que resulta inquietante, por cuanto en nuestro país, los
partidos que desde la recuperación de la democracia, habían aglutinado las
ideologías de la derecha y de la izquierda PP y PSOE, han perdido el apoyo de
buena parte de sus votantes después de habérseles descubierto números casos de
corrupción, y una tendencia a la judicialización por parte principalmente del
PP, de problemas que habría de resolver políticamente, que han situado a buena
parte de los cargos electos y dirigentes de ambas formaciones, con serios
problemas en los juzgados. Por otro lado el populismo también asoma en nuestro
horizonte, con la pretensión de tomar el relevo, a cortísimo plazo. Y así
Ciudadanos desde la derecha, tomando como bandera el nacionalismo español a
ultranza, y PODEMOS en base al discurso populista de la izquierda utópica, han
hecho su entrada triunfal en el panorama político español, aunque sin
conseguir, según las encuestas marginar a PSOE y PP
Si es verdad que en
Italia y España, los partidos llamados tradicionales, tanto de derecha como de
izquierda han cometido graves errores, principalmente los relacionados con la
corrupción, que han contaminado incluso a las centrales sindicales UGT y CCOO, que
tampoco han sabido, adaptarse a las nuevas situaciones que la sociedad del
siglo XXI demanda. Pero creo que va a ser mucho peor si desaparecen y son
substituidos por otros, que por lo que se ve, están comandados por los poderes
fácticos de siempre que velan solo por sus intereses y siguen basando su
enriquecimiento en la explotación del hombre por el hombre.
Por lo que vemos
tanto en Italia como en España, la llamada nueva izquierda está del todo
desnortada, el pacto de los 5 Stelle, con la extrema derecha, (Lega Norte), es
el ejemplo más claro de no saber donde están. Cuestión en cierta forma similar
a la ocurrida en España en 2016, cuando Podemos impidió el acceso a la Moncloa
de Pedro Sánchez, condenando el país a un gobierno del PP, que si bien con
mayoría relativa, con el apoyo de C’s consiguió aplicar sus políticas
neoliberales más abyectas que nos han llevado a la mayor desigualdad social en
toda la historia de la democracia española, sin que Podemos ni el PSOE pudieran
hacer nada para evitarlo.
Por fortuna los
ciudadanos españoles han sabido dar al traste con las pretensiones de los
poderes fácticos de nuestro país, de marginar la política situándola en el
populismo y a través de una moción de censura, de un nuevo y consolidado líder
de la socialdemocracia como es Pedro Sánchez, que fue capaz de enfrentarse al
anquilosado aparato del PSOE y promover desde dentro una renovación total que
ha devuelto la ilusión a los militantes, simpatizantes y votantes, situándole
en primera posición y en clarísima ascendencia, en todas las encuestas, que
sobre intención de voto se hacen estos días en nuestro país. Hecho que nos
aleja de nuestros hermanos italianos, en particular de su un ministro del
interior de discurso claramente fascista.
El célebre dramaturgo
D. Pedro Muñoz Seca, escribió en el siglo XIX, su obra “Los Extremeños se
tocan”. una astracanada que parece estar hoy de máxima actualidad. Por cuanto algunos
empeñados en que la tierra es llana mientras ponen empeño en alejarse el uno
del otro, por detrás acaban dándose la mano y no es bueno de ninguna manera
sobre todo para los intereses de los más débiles en nuestra sociedad ni para la
construcción de la Unión Europea. ¿O no es lo que pretendían hacer Podemos y
Ciudadanos, en el caso que la moción que presentaba el PSOE, fracasase?