domingo, 24 de junio de 2018

ITALIA DONDE LOS EXTREMOS SE TOCAN


Dicen que Italia es el país más afín con España, un idioma muy parecido, una climatología casi igual y una forma de vivir y relacionarse en calles y plazas, totalmente simétrica. En estas últimas semanas nuestro país hermano, ha conseguido formar gobierno con un pacto entre el movimiento 5 estrellas, la izquierda utópica  e intransigente que comanda el payaso Beppe Grillo, ha pactado, con la Lega Norte, un partido ultranacionalista Padano, que pretende la independencia de la región del valle del Po, y en todos los foros internacionales es considerada una formación de la extrema derecha.

Resulta si más no inquietante esta cuestión, vista desde el prisma español, más que nada si analizamos el porqué se ha llegado a ella, cuando la judicialización de la política italiana, después de un periodo donde la corrupción había contaminado todos los partidos del espectro, desde la Democracia Cristiana al Partido Comunista. Acabó con los partidos tradicionales y el populismo a la derecha capitaneado por Silvio Berlusconi, logra hacerse de nuevo con el poder y la izquierda digamos moderada no acaba de encontrar su puesto en este nuevo paradigma. Digo que resulta inquietante, por cuanto en nuestro país, los partidos que desde la recuperación de la democracia, habían aglutinado las ideologías de la derecha y de la izquierda PP y PSOE, han perdido el apoyo de buena parte de sus votantes después de habérseles descubierto números casos de corrupción, y una tendencia a la judicialización por parte principalmente del PP, de problemas que habría de resolver políticamente, que han situado a buena parte de los cargos electos y dirigentes de ambas formaciones, con serios problemas en los juzgados. Por otro lado el populismo también asoma en nuestro horizonte, con la pretensión de tomar el relevo, a cortísimo plazo. Y así Ciudadanos desde la derecha, tomando como bandera el nacionalismo español a ultranza, y PODEMOS en base al discurso populista de la izquierda utópica, han hecho su entrada triunfal en el panorama político español, aunque sin conseguir, según las encuestas marginar a PSOE y PP

Si es verdad que en Italia y España, los partidos llamados tradicionales, tanto de derecha como de izquierda han cometido graves errores, principalmente los relacionados con la corrupción, que han contaminado incluso a las centrales sindicales UGT y CCOO, que tampoco han sabido, adaptarse a las nuevas situaciones que la sociedad del siglo XXI demanda. Pero creo que va a ser mucho peor si desaparecen y son substituidos por otros, que por lo que se ve, están comandados por los poderes fácticos de siempre que velan solo por sus intereses y siguen basando su enriquecimiento en la explotación del hombre por el hombre.

Por lo que vemos tanto en Italia como en España, la llamada nueva izquierda está del todo desnortada, el pacto de los 5 Stelle, con la extrema derecha, (Lega Norte), es el ejemplo más claro de no saber donde están. Cuestión en cierta forma similar a la ocurrida en España en 2016, cuando Podemos impidió el acceso a la Moncloa de Pedro Sánchez, condenando el país a un gobierno del PP, que si bien con mayoría relativa, con el apoyo de C’s consiguió aplicar sus políticas neoliberales más abyectas que nos han llevado a la mayor desigualdad social en toda la historia de la democracia española, sin que Podemos ni el PSOE pudieran hacer nada para evitarlo.

Por fortuna los ciudadanos españoles han sabido dar al traste con las pretensiones de los poderes fácticos de nuestro país, de marginar la política situándola en el populismo y a través de una moción de censura, de un nuevo y consolidado líder de la socialdemocracia como es Pedro Sánchez, que fue capaz de enfrentarse al anquilosado aparato del PSOE y promover desde dentro una renovación total que ha devuelto la ilusión a los militantes, simpatizantes y votantes, situándole en primera posición y en clarísima ascendencia, en todas las encuestas, que sobre intención de voto se hacen estos días en nuestro país. Hecho que nos aleja de nuestros hermanos italianos, en particular de su un ministro del interior de discurso claramente fascista.

El célebre dramaturgo D. Pedro Muñoz Seca, escribió en el siglo XIX, su obra “Los Extremeños se tocan”. una astracanada que parece estar hoy  de máxima actualidad. Por cuanto algunos empeñados en que la tierra es llana mientras ponen empeño en alejarse el uno del otro, por detrás acaban dándose la mano y no es bueno de ninguna manera sobre todo para los intereses de los más débiles en nuestra sociedad ni para la construcción de la Unión Europea. ¿O no es lo que pretendían hacer Podemos y Ciudadanos, en el caso que la moción que presentaba el PSOE, fracasase?

domingo, 17 de junio de 2018

Y PEDRO SANCHEZ LLAMÓ A QUIM TORRA




Nadie en su sano juicio tiene duda alguna que uno de los temas más importantes que se le plantea al gobierno de Pedro Sánchez, es el del desafío independentista en Cataluña, un tema que el gobierno de Mariano Rajoy, fue incapaz de gestionar de forma adecuada hasta el punto, que en lugar de avanzar hacia la solución, se han ido enconando las posiciones amenazando con un conflicto civil de dimensiones incalculables.

La llamada de Pedro Sánchez a Quim Torra, presidente de la Generalitat de Cataluña e independentista en grado extremo, ha sido evidente señal del cambio de rumbo en la gestión de este tema que se va a emprender a partir de ahora, además de prueba evidente de la buena voluntad del Socialismo español, de reconducir este asunto de nuevo a la escena política, evitando en lo posible el escenario judicial.

De hecho, y sin pretender comparar situaciones, el PSOE actúa de forma similar cuando en la primera legislatura de Zapatero, montó una mesa de diálogo con la banda terrorista ETA, para buscar un final lo más pronto posible para la banda. En aquella ocasión la banda terrorista no supo valorar la situación y hizo volar por los aires la buena voluntad del gobierno español, cuando puso una bomba en la T-4 de Barajas, consiguiendo con ello que todo el mundo viera, que eran ellos los que no querían dialogo ni solución razonable alguna, retirándole el poco apoyo popular que aún les quedaba y aislándoles socialmente. No tardó mucho tiempo el final de rendición absoluta de la Banda.

Con la llamada, Pedro Sánchez ha situado la pelota en el tejado del independentismo, de forma que si sus dirigentes se comportan de forma razonable, pueden salir, con cierta honorabilidad, de una batalla que tiene absolutamente perdida; aunque si al igual que en su día  ETA, optan por dinamitar la opción de diálogo, saliéndose de nuevo del margen de legalidad que implican la constitución y el estatuto de autonomía, no solo van a perder bueyes y carretas, sino que acabaran llevando el país al desastre más absoluto.

Por otro lado, de las conversaciones de Quim Torra con los grupos políticos de la oposición en el Parlamento, ha quedado muy claro que el socialista Miquel Iceta es quien está en mejor situación y predispuesto, para intentar acuerdos tendentes a recoser la sociedad civil de Cataluña, después que el partido ganador de la últimas elecciones catalanas, Ciudadanos, se negara a asistir a la convocatoria de Quim Torra, por un “quítame de allí estas pajas”, como es lo del lazo amarillo que cuelga del balcón del Palau de la Generalitat, en la Plaza de Sant Jaume; cuestión que confirma la voluntad del nacionalismo español, que esto termine con vencedores y vencidos, aunque las consecuencias sean una rotura total de la sociedad sean de casi imposible reparación durante generaciones.

La situación en Cataluña es de alta tensión, el independentismo se resiste a ceder ni un ápice y el nombramiento de Quim Torra, tampoco augura voluntad de pacificación sino más bien lo contrario. Sus escritos, colindantes con la xenofobia, y el nazismo, representan una forma de pensar que no augura precisamente nada bueno. El flamante ministro de exteriores Josep Borrell, en una entrevista televisiva el pasado domingo día 10 de junio, apuntó que en Cataluña se vive en una situación de pre enfrentamiento civil y a mi entender no le falta razón, aunque el independentismo haya saltado sin contemplaciones negando la mayor, tildando al ministro de fanático peligroso.

Es pues del todo imprescindible que las buenas artes diplomáticas de los dirigentes socialistas tanto catalanes como españoles, sean capaces de reconducir la situación y obligar a los irredentos que hoy gobiernan la Generalitat de Cataluña a entrar en la razón del dialogo y la legalidad democrática establecida.

No dudo que el federalismo es una buena propuesta que pude ser entendida y aceptada, por una gran parte de la sociedad catalana, confío también que los errores de estrategia que han cometido hasta hoy los independentistas como por ejemplo, el alargar cuatro meses más de la cuenta la aplicación del artículo 155, con los vanos intentos de formar gobierno con personas que tienen limitadas sus facultades de acción, por estar en la cárcel o en el extranjero huidos de la justicia; van a diezmar los votantes que hasta hoy han seguido ciegamente a los líderes independentistas, para aceptar una solución más real, positiva y beneficiosa para la sociedad catalana como es formar parte de una España Federal.

domingo, 10 de junio de 2018

PORQUE LA MOCIÓN NO DEBIA SER INSTRUMENTAL

Resulta muy curioso que el líder del partido Ciudadanos, Albert Rivera, que se vanagloria en todos los rincones de la piel de toro, de haber entrado en política para limpiar al país de corrupción. En una moción de censura, presentada como consecuencia directa de una sentencia judicial que condena al Partido Popular, por beneficiarse a título lucrativo de la corrupción de algunos de sus miembros, (demasiados a mi entender), hayan acabado votando a favor del corrupto, teniendo la posibilidad de abstenerse para intentar apartarse del contaminador.

Si es verdad, que en Ciudadanos pretendían, en primer lugar, fuera el propio Rajoy quien dimitiendo tomara la iniciativa, y que este hecho desembocará en una inmediata convocatoria de elecciones, lo que les permitiría aprovechar el tirón que las encuestas les estaban dando por aquellos días. También hay que aclarar, que en cuanto vieron que el partido socialista, liderado por Pedro Sánchez les adelantaba  por la izquierda, en cuanto Mariano empezó a obviar la sentencia, diciendo claramente que no pensaba dimitir; rápidamente pidieron  al líder socialista que retirara su moción y que presentara otra que llamaban “instrumental” pactada con ellos, con un candidato, que no fuera líder en ninguno de los dos partidos, con la finalidad exclusiva de desplazar a Rajoy del poder y convocar inmediatamente elecciones, cuestión que como es lógico y natural, recibió la negativa del líder y el equipo del PSOE, por las razones que voy a exponer a continuación.

Debemos entender que los comicios del 2015, dieron como resultado, una incapacidad del Parlamento para formar un gobierno, cuestión que derivó en unos nuevos comicios en 2016, casi con idénticos resultados a los del 2015, con la salvedad que en pleno proceso de búsqueda de la investidura, un golpe de mano en el PSOE, que defenestra a su Secretario general, siendo substituida su ejecutiva por una gestora, que ordena a los parlamentarios socialistas abstenerse, con el fin de permitir la investidura de Mariano Rajoy, que contaba además con el apoyo de Ciudadanos. Gobierno que se permite el lujo de no cumplir ni uno solo de los compromisos con el PSOE que habían permitido su acceso al cargo. En total hasta este momento, habíamos pasado casi un año sin gobierno electo en nuestro país, tan solo el que dirigía el propio Rajoy actuando en funciones.

Durante estos casi dos años de legislatura, el gobierno Rajoy con el soporte de C’s,  la aplicación de las políticas netamente neoliberales, han profundizado como nunca, la desigualdad social, el enfrentamiento social particularmente en Cataluña y aumentando el índice de pobreza hasta alejarnos por completo de Europa para acercarnos peligrosamente a Latinoamérica, cuestón que ha lanzado a la calle a miles de ciudadanos, en reclamación de sus derechos perdidos.

Con todas estas circunstancias, es fácilmente entendible la necesidad, de un período de apaciguamiento, en donde revertiendo las políticas practicadas hasta ahora se empiece a encarrilar la solución a los grandes conflictos planteados, para después de una prudencial etapa, dar la palabra a los ciudadanos, para que a través de las urnas se articule una nueva matemática parlamentaria, que permita la configuración de nuevas mayorías, desde el eje derecha izquierda en lugar del enfrentamiento nacionalista.

La propuesta defendida por Ciudadanos de una moción instrumental, a la que parece se han añadido algunos (pocos por cierto), del sector Susanista del PSOE, obedece solamente al intento de aprovechar la ocasión por aquello de a rio revuelto ganancia de pescadores, los primeros en el sentido que las encuestas les son favorables y los otros para no dar la oportunidad a Pedro Sánchez de demostrar su valía, que acabe eclipsando a Susana Díaz. No puedo asegurar sean ciertas mis suposiciones pero si les puedo asegurar amigos,  que en ningún caso, la propuesta de Ciudadanos, obedece a los intereses de España y mucho menos de la defensa de la democracia, pues es bien sabido de todos que en períodos de incertidumbres y de alta presión social, los votos no se pueden calificar de auténticamente libres al existir demasiados condicionantes que terminan por favorecer la polarización cuando la solución, convendrán conmigo, se encuentra siempre en la concordia y el entendimiento.

La configuración del nuevo gobierno presidido por Pedro Sánchez, con gente experimentada en las áreas que se le han asignado, es una constatación de lo expuesto, pues es necesario corregir el rumbo que había emprendido Mariano Rajoy y subsanar los tremendo errores cometidos, entre ellos el restablecer la democracia plena, sin leyes mordaza ni otros constreñimientos, derogar la reforma laboral de fatales consecuencias para las relacionas laborales en este nuestro país y encarrilar el tema de las pensiones, con el fin de reparar la tremenda injusticia social que la reforma del PP en este sentido supuso. Estoy seguro que Pedro Sánchez va a salir adelante con su propósito y que en cuanto el clima de crispación actual se relaje, convocará nuevas elecciones.

domingo, 3 de junio de 2018

EL PRIMER DIÁLOGO


 
El nuevo gobierno de la Generalitat de Cataluña, que preside Quim Torra nació con el ofrecimiento de diálogo, a los representantes del Estado Español, cuestión a mi entender harto difícil, después de el período que hemos pasado en que la situación se ha enconado de tal manera entre los dos nacionalismos enfrentados, que su lenguaje ha derivado a una militarización en toda regla, por lo que solo cabe aquello de que uno se rinda y se negocien solo las condiciones de la capitulación; y mucho más cuando por parte de uno de los bandos, el del independentismo catalán, ni tan solo cuentan con la mayoría del apoyo del pueblo catalán, pues se basan en el 47% de los votos que el 21 de Diciembre pasado optaron por los tres partidos que defienden esta idea, (JXCAT. ERC, y CUP), sin haber tenido en cuenta que el primer dialogo que debían procurar era entre los propios catalanes, para conseguir entre todos superar la enorme fractura social que en estos últimos tiempos se ha provocado.

Esto era así, hasta que el pasado 1 de junio, una moción de censura dio al traste con el nacionalismo español en el gobierno, y se configura un nuevo gobierno monocolor de corte claramente federalista, cuyo líder Pedro Sánchez también se brinda a intentar de solucionar los problemas dialogando.

Con todo las primeras declaraciones después del anuncio hecho por Carles Puigdemont desde Berlín del candidato por el elegido, en particular la entrevista a Quim Torra realizada en TV-3 el viernes día 11 de Mayo, y la toma de posesión de los miembros del Gobierno de la Generalitat, no han augurado precisamente la voluntad de diálogo con los partidos de la oposición, con el intento de recoser la fracturada sociedad catalana y tampoco con el estado español, por cuanto los objetivos fijados por el nuevo presidente son impulsar un “proceso constituyente”, y cumplir “el mandato del 1 de Octubre,”. Y aunque luego se insinúe por parte de varios expertos politólogos que el nuevo presidente va a cumplir estrictamente con la legalidad, uno no acaba de ver como se podrá realizar la extraordinaria pirueta de cumplir con unos objetivos fuera de la legalidad española, sin transgredir esta legalidad.

Oído el sábado día 12 de mayo, el discurso de investidura del candidato Quim Torra, la sangre se me ha helado en las venas, pues me ha parecido retroceder a los últimos discursos de Puigdemont en el Parlament, donde los conceptos “Hacer República” “Presos y Exiliados Políticos”  e “Internalización del Caso Catalán” han sido los ejes donde ha girado todo, incluyendo, la agitación en la calle,  y la reconstrucción del Diplocat; ni una sola palabra de la gestión de los verdaderos problemas de la sociedad, como las infraestructuras, el paro, la desigualdad etc. nada solo lo dicho, Republica, Independencia, y en el turno de contra réplica no sé si para terminar de convencer a la CUP, para que el lunes siguiente mantuviera la abstención, que soltó que en su mandato no va hacer autonomismo para nada, solo desarrollar la República.

Vaya que el panorama no se presenta para nada alentador, para los que pensábamos, en la oportunidad de recoser de nuevo la sociedad catalana y emprender el camino del progreso. Todo apunta a que dentro de poco, cuando desde el Parlament se empiecen a impulsar normas que contradigan la Constitución y el Estatut, cuando a pesar que los letrados, pongan de manifiesto la ilegalidad de las mismas se pretenda tirarlas para adelante siguiendo los mandatos de desobediencia de la CUP, volveremos a las mismas de la legislatura anterior, con una reacción de las fuerzas del estado quizás más contundente que hasta ahora, cuestión que nos puede llevar no a la intervención si no a la suspensión de la autonomía, para un largo período de tiempo. Sin que nadie, ni Pedro Sánchez, ni Miquel Iceta, ni nadie pueda evitarlo como sucedió esta vez.

Así, después que Puigdemont, anunciase el pasado domingo día 13 de Mayo, que el 27 de octubre de este año, Quim Torra, va convocar elecciones autonómicas, en Cataluña, justo el primer día en que según la ley el nuevo presidente puede hacerlo, estoy convencido que lo que van hacer estos indepes va a ser absolutamente nada de provecho, pues se van a dedicar los próximos cinco meses a aprobar leyes y normas en el Parlamento al estilo de la de la de la ley de investidura a distancia aprobada el pasado día 3 de mayo, que inmediatamente fue recurrida al constitucional que la anuló al día siguiente. Y el Propio Parlament la dejó sin efecto. Pues así vamos a pasar los próximos cinco meses, promulgando leyes imposibles que el TC declarará ilegales y ellos no harán efectiva a fin de no ser detenidos ni procesados, ello les permitirá seguir mareando la perdiz y haciéndose las víctimas de una persecución del estado , mientras las instituciones de autogobierno se irán degradando.

La persistencia de Quim Torra, en negar el diálogo con las fuerzas de la oposición en el Parlament de Catalunya, y ofrecerlo solo al Gobierno Español y al Rey, sin aceptar ni la mínima condición de hacerlo dentro de la Constitución y las leyes, además de constatar que no va a ser el presidente de todos, sino solo de los dos millones de independentistas, en base a un proyecto, según sus propias palabras, de 70 diputados; descalifica por completo su labor de antemano, al mostrar desprecio hacia más de la mitad de catalanes, que no comulgan con sus ideas, la promesa hecha a la CUP, de no ser un gobierno autonomista sino constructor de la República Catalana, remacha el clavo de su idea supremacista y hace prever un negro futuro inmediato para Cataluña, al optar por la confrontación pura y dura con todo aquel que no acepte sus propuestas, negándose al primer dialogo necesario para iniciar la recomposición de la sociedad catalana como un solo pueblo; además de profundizar la fractura social en Cataluña, asunto que a corto plazo puede derivar a un enfrentamiento violento, cuestión que muy pocos incluidos los independentistas, desean realmente.

Solo espero y deseo, que el nuevo gobierno socialista en el estado, sepa reconducir la situación y a través del PSC, impulse el verdadero primer dialogo que hay que tener para encarrilar la solución del problema que no es otro que con la oposición al Parlament de Cataluña, mientras que el estado restaura un gran dialogo a nivel estatal, en la comisión de reforma de la constitución en un sentido federal.