Después del pasado 20
de septiembre, Carles Puigdemont, Presidente de la Generalitat de Cataluña por
la gracia de la CUP y su vicepresidente Oriol Junqueras, ya tienen lo que
seguramente llevan buscando con ahínco desde hace dos años, cuando llegaron al
palacio de la Plaza de Sant Jaume de la Ciudad Condal, una guerra de la
independencia de Catalunya que si bien saben que la perderán, puede que les de
un lugar en el martirologio nacionalista catalán.
La acción policial
emprendida a instancias del juzgado nº 13 de Barcelona, de una serie de
registros y detenciones en diversos departamentos de la administración
autonómica, con el afán de impedir el referéndum del próximo 1 de octubre, ha
dado un duro golpe a la organización del mismo, por lo que a pocas horas
después el vicepresidente Oriol Junqueras reconocía la imposibilidad de
celebrar el referéndum en las condiciones adecuadas. Por otra parte, la puesta
en marcha, el mismo día, de la intervención de las cuentas de la Generalitat
por parte del ministro de hacienda, Cristóbal Montoro, es cuestión que ha
venido a remachar el clavo, de considerar al estado como el agresor a las
libertades de los catalanes, cuestión que tuvo su respuesta inmediata, en la
calle, con la movilización masiva de los ciudadanos partidarios de la
independencia, de hecho una guerra o si mas no el inicio de una, por cuanto lo
único que podía paralizar todo, la desconvocatoria del referéndum del 1.O ha
sido negada el mismo día 20 por parte del presidente de la Generalitat.
A los tres días de
los registros y detenciones de la Guardia Civil, han sido liberados con cargos
los 16 detenidos el día 20 i la entidades soberanistas Omnium Cultural y ANC,
han debido desmantelar la manifestación permanente, día y noche frente al
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, .
Los Universitarios
con el lema “Vaciemos las Aulas, llenemos las calles”, se reparten día tras día
en diversos puntos de Barcelona al Grito de “Queremos Votar”, además de
encerrarse en el Rectorado de la UB. y como colofón cada día a las diez de la
noche, caceroladas en algunos barrios de las ciudades catalanas.
Vaya, una guerra con
todas sus letras, donde los contrincantes, van disponiendo sus fuerzas y
estrategias como creen conveniente y sin dejarse lo más actual en las
confrontaciones del siglo XXI, como es la “POSVERDAD”, este nuevo concepto
sinónimo de la mentira, que de siempre se ha utilizado en todo conflicto que se
precie.
En el momento de
escribir estas líneas estoy oyendo rumores, en el sentido que el estado va a
dar un nuevo paso, la semana que empieza hoy, en el sentido de más detenciones
de altos cargos, en el gobierno de le Generalitat no excluyéndose ni al propio
President. No quiero creer estos rumores
y espero que la sensatez, de la que no hace gala el independentismo catalán, si
presida las decisiones de los poderes del estado y se den cuenta que hemos
llegado a este punto no solo por las ideas más o menos radicales del
independentismo, si no por una inacción del gobierno Rajoy que ha dejado pudrir
un problema que debería haber afrontado a la primera señal.
Dicen los expertos
que este lio va acabar en elecciones autonómicas, y yo creo que además debe
acabar en elecciones generales pues no veo ni a Rajoy ni a Puigdemont, capaces
de encontrar solución al problema.
NOTA A POSTERIORI.
Una vez redactado
este artículo y antes de su publicación, pude ver la entrevista que el periodista
Jordi Évole le hizo a Carles Puigdemont presidente de la Generalitat de
Cataluña, en la Sexta, en la que el
sagaz periodista le dejó sin palabras cuando el político no pudo responder con
coherencia a diversas cuestiones entre ellas a la del porqué en lugar de
pervertir la ley, y aprobar una ley importante como la del Referéndum, por mayoría
simple en lugar de la cualificada de 2/3, y dada su seguridad en que el pueblo
le apoya en amplia mayoría no convocaba elecciones para obtenerla, poniendo de
manifiesto aquello que un poco más arriba indicábamos de la Posverdad. Pienso
que hoy ha cambiado la situación y muchos de los que ayer, le apoyaban en su
aventura, han cambiado de dirección.