Difícil lo veo a corto
plazo, dadas las actuales circunstancias, y mientras sigan en el poder unos dirigentes, que apoyados en las viejas glorias
del partido, parecen del todo decididos a sacrificar los ideales en pos de
preservar un bipartidismo, del todo caduco e incompatible con una nueva
sociedad más justa y democrática que se prevé para el siglo XXI, consecuencia
de la nueva fase a la que va entrar inexorablemente la Revolución Digital, en
la que desde el último tercio del XX estamos inmersos.
La sociedad actual,
considera agotado el sistema y pide cambio con urgencia. La democracia, y los
viejos partidos, lejos de adaptarse a esta nueva realidad, ha optado por
mantener, contra viento y marea los viejos estándares, con la insana intención
de buscar en el pasado las soluciones de futuro. En este rio revuelto de
incomprensiones mutuas, el populismo encuentra terreno abonado, para encaramarse
al poder y aprovecharse de él mientras dure, o sea hasta que la sociedad, esta,
a la que de poco o nada le sirve la memoria histórica, les vuelva a ver el
plumero y decida mandarlos de nuevo al rincón por un tiempo.
¿Qué es sino, la
victoria electoral de Trump en EEUU? ¿Qué
es sino, le golpe de mano de unos ancianos dirigentes del PSOE, para apartar
del poder alguien como Pedro Sánchez, que estaba adaptando la formación
política a la nueva realidad? ¿Qué es sino, la gran coalición CPU SPD, en
Alemania y la deriva electoral hacia partidos ultraderechistas? ¿Qué es si no
el Bréxit? ¿Qué es sino la deriva derechista del PS Francés y su primer
ministro Valls y las posibilidades reales de victoria de Marine Lepen?
Intenten responder a
estas preguntas y se darán cuenta que todos estos fenómenos, tienen en común,
una intencionada falsa interpretación de lo que la sociedad demanda.
Nadie ha podido nunca
parar el progreso, ni la iglesia condenando a los científicos y estudiosos
racionalistas, como Galileo, o Miguel Servet, ni aquellos trabajadores de
finales del XVIII y principios del XIX que destruían las maquinas de vapor
acusándolas de quitarles el trabajo. Ni tampoco nadie, en toda la historia ha conseguido, mejorar la sociedad, aplicando
recetas que en pasado funcionaron, ni haciéndose trampas al solitario.
En los periodos de
cambio de otros momentos de la historia; cuando se han intentado afrontar,
dando pábulo al populismo, mientras el poder establecido fracasaba una y otra
vez, empeñado en aplicar soluciones del pasado, siempre han conducido a graves
confrontaciones, tras las cuales la sociedad se ha visto obligada a aplicar
nuevas fórmulas, que han permitido un cierto período de paz y tranquilidad.
Hoy en el mundo
estamos inmersos en un gran período de cambio, dentro de diez o máximo veinte
años, nuestra sociedad nada tendrá que ver con la que hasta hoy hemos conocido,
Incluso me atrevo a decir que ni las estructuras básicas de la sociedad como és
la familia van a ser iguales a las que hoy. Las relaciones laborales y la
estructuras de producción de bienes y servicios nada van a tener que ver con el
sistema de empresa capitalista clásico, de patronos y obreros si no que como ya
empezamos a ver, unos pocos privilegiados muchas veces anónimos van a dominar
por completo el cotarro desde el sector financiero.
¿Creen Vds. que los
sindicatos y partidos políticos de izquierda, estarán en condiciones de
reivindicar los derechos de las clases medias y obreras, si aún siguen pensando
en una estructuras de patronos y obreros? ¿No creen Vd. que el lema “La Tierra
para quien la trabaja” ya no puede ser interpretado literalmente, sino que
necesita de una actualización, en este mundo postindustrial en que vivimos?
La nueva sociedad
requiere de otros métodos y otras correlaciones de fuerza. La izquierda debe
integrar no solo a los asalariados, si no a los pequeños y medianos
empresarios, la mayoría de ellos autónomos y reconfigurarse de nuevo en un
ámbito internacional, con el fin de unir sinergias y equiparar fuerzas con el
capitalismo globalizado. La izquierda debe conseguir en breve plazo conquistar
el poder en la UE para avanzar hacia una Unión Federal.
En España es urgente
resolver cuanto antes la crisis en el PSOE y regresar esta partido a las
posiciones del socialismo democrático retomando el camino que emprendió Pedro
Sánchez Pérez-Castejón, un camino de apertura y de aprovechar las nuevas
tecnologías para recurrir más veces a la consulta con la militancia, sobre los
caminos a tomar, además del dialogo constante con formaciones situadas al mismo
lado del espectro político.
Estoy convencido que
tras la resolución de la crisis socialista en España, si se consigue en breve
plazo, va a reforzar altamente al PSOE de forma que en poco tiempo devendrá el
aglutinador de la izquierda en nuestro país, y uno de los elementos
fundamentales para la reconstrucción de la nueva socialdemocracia en Europa.