Utilizo el titular,
que con gran acierto, propuso el sin par periodista Miguel Ángel Aguilar, en el
programa Más Vale Tarde del pasado Viernes 19 de Agosto, respondiendo a la
propuesta de la presentadora de definir los últimos acontecimientos políticos
en la piel de toro, tras la firma del llamado Pacto Anticorrupción entre el PP
y Ciudadanos. Porqué me parece la mejor e ideal forma de sintetizar la realidad
que estamos viviendo en nuestro país. Indicaba después el ínclito articulista,
que las consecuencias de la firma de las seis condiciones llevaba implícito que
poco después de la investidura, un coche celular debería presentarse en la
Moncloa para detener a Mariano Rajoy Brey, por su implicación directa e
indirectamente, en los distintos e incontables casos de corrupción que afectan
a su Partido.
Poco después de la
firma, tras escuchar la rueda de prensa que ofreció el portavoz popular Rafael
Hernando, donde escurrió el bulto,
respondiendo a una pregunta sobre en qué situación quedaba la senadora Rita Barbera
a un paso de ser imputada por el Tribunal Supremo en el tema de la Operación
Taula, y que se han dado tres meses a contar desde la formación del nuevo
gobierno, para ponerlas en marcha; muchos comprendimos claramente, que casi con
toda seguridad, la voluntad de cumplimiento estricto de las seis condiciones
del acuerdo, no figura realmente en su ánimo, sino que después de la
investidura, y garantizada la inmunidad de Mariano por cuatro años más, ya se
irán buscando las pertinentes excusas para dilatar en el tiempo este
cumplimiento. En primer lugar, por el hecho que tres de las seis propuestas,
requieren de una reforma constitucional, que debe implicar si o si el concurso
de otras formaciones políticas; en segundo: me parece del todo inútil a estas
alturas, una comisión parlamentaria para dirimir responsabilidades políticas,
sobre la financiación irregular del partido más votado en este parlamento y que
además ostenta la presidencia del gobierno; ¿Sirvió de algo la comisión sobre
el caso Pujol en el Parlament de Catalunya?, ¿Dimitió alguien?; además debemos
considerar como prueba de las perversas intenciones, el cambió del título de lo
comisión parlamentaria de investigación que en un principio era sobre el Caso
Bárcenas y ahora le han cambiado el nombre por el de la “Financiación irregular
del Partido Popular” a instancias de este partido. Sin tener que pensar
demasiado nos daremos cuenta que el cambio obedece a la pretensión del PP de
obviar todo aquello que pueda implicar a Mariano Rajoy, y bien sabido es que su
nombre aparece reiteradamente en los llamados papeles de Bárcenas, como
perceptor de sobresueldos en dinero negro.
Todo pues me induce a
pensar en el gran acierto de Miguel Ángel Aguilar en calificar de Pánico, lo
que debe sentir Rajoy en este momento, que le obliga a aferrarse a su poltrona, como los
desesperados al clavo ardiente.
En el momento de
escribir estas líneas, justo una semana más tarde de lo relatado anteriormente,
se anuncia en los medios que la firma del acuerdo PP C’s es cosa inminente, y
Mariano desde su Pontevedra natal, inicia el nuevo curso político, agradeciendo
a C’s i CC su “alto sentido de estado”, aunque la falta de 6 diputados para
alcanzar la mayoría absoluta, le obliga a lanzar toda clase de diatribas contra
Pedro Sánchez y el Partido Socialista que persiste en el No es NO. Yo repito
por enésima vez, que me resulta inconcebible, la insistencia de Mariano hacía
el Partido Socialista, cuando tiene a un PNV que casi con toda seguridad, va a
necesitar su apoyo a partir del 25 S en el País Vasco y la facilidad de
convencer a los ex convergentes encuadrados en el PDC que ya les prestaron
cinco o seis votos para elegir la presidenta del Congreso; y con la probable
abstención de ERC, a la que cuatro años de mandato de Rajoy le viene como
anillo al dedo a la hora de crear independentistas en Cataluña.
Parece pues, que de
momento, Rajoy ha conseguido un respiro, al obtener el Si de Ciudadanos en
lugar de una anunciada abstención, en segunda votación y lo ha obtenido sin
tener que someterse a una Comisión Sobre el Caso Bárcenas, que a él como
figurante número uno en los famosos papeles, tenía todos los números, para que
se le exigieran responsabilidades políticas, Sin embargo con el cambio a una
comisión de la financiación irregular del PP, el asunto que le afecta
directamente va a ser con toda seguridad obviado. De todas formas, el Pánico en
la Moncloa persistirá hasta que todo esté atado y bien atado. Solo entonces
respirará tranquilo, aunque no tanto como si el PSOE se abstuviera para
facilitarle el camino pues de esta forma, eliminaba el peligro para siempre, al
no tener ni siquiera oposición.