¿Se puede defender la
libertad recortándola? Esta pregunta que planteada así parece la más gran
perogrullada, es sin embargo la gran premisa de la que intentan convencernos,
desde la derecha dominante en el mundo llamado civilizado, en aras a una
garantía de seguridad.
Los españoles de
cierta edad sabemos muy bien lo que es, que día a día te machaquen con la
necesidad de renunciar a tus derechos y libertades en pro de la seguridad y del
orden público, garantía que nos permitía, decían, seguir viviendo a pesar de
las serias amenazas de unos conspiradores judeo-masonico-marxistas que día a
día amenazaban la seguridad de todos nosotros. Cuando nos empezamos a dar
cuenta que la única libertad que se pretendía defender, sacrificándonos a todos,
era la de unos pocos privilegiados, que operaban alrededor del régimen
establecido, empezamos a salir a la calle, para reclamar nuestros derechos y
libertades tema que alguno pagó con la vida, o con largas penas de cárcel.
Hoy según oigo al
ministro del interior, el impresentable Jorge Fernández Díaz, proclamar más o
menos los mismos conceptos, la carne se me pone de gallina, más por el temor a
que la gran mayoría de los españoles que no conoció el período franquista, les
parezca de una cierta lógica que renunciemos a ciertos derechos y libertades,
en pro de una mayor efectividad policial, en contra de aquellos que pretenden
con la violencia imponernos el respeto hacía unas ideas arcaicas que nos
regresan a la edad media.
Mediten un poco
amigos, sobre las cuestiones que les expongo a continuación, y verán con
claridad meridiana que no es solución el recorte de nuestras libertades, si no
el fomento de las mismas, lo que nos va a garantizar nuestra seguridad.
Piensen en primer lugar,
el porqué el tema del terror islamista, es una cuestión que adquiere gran
relevancia ahora, en pleno siglo XXI, y no lo hizo en el siglo XX, salvo
pequeñas manifestaciones esporádicas en el norte de África. Piensen también que
al que se significa como fundador del movimiento fundamentalista internacional
Osama Ben Laden, fue persona entrenada y contratada por la CIA, durante algunos
años, con el fin de tener dominado el mundo árabe en particular por lo que se
refiere al tema del petróleo. Mediten Vds. también sobre el hecho que después
del terrorífico ataque en Estados Unidos, estrellando aviones civiles contra
las Torres Gemelas y el Pentágono, el 11 de setiembre de 2001, a las grandes
cabezas pensantes de la primera potencia mundial, solo se les ocurre intentar
contraatacar con una guerra convencional, incluso sometiendo a su población a
una especie de estado de excepción con la imposición de la llamada Patriot Act,
que hoy trece años y cuatro meses después del incalificable suceso, sigue en
vigor.
Por último, ¿creen
Vds. posible que un grupo de locos fanáticos, desde las montañas del Karakorum
en Afganistán o desde los desiertos de Siria Irak, etc, sin fuentes de
financiación, consigan armarse, y mantener costosas estructuras, para llegar
incluso a la conquista de territorio físico, tanto en Afganistán, como en Siria
e Iraq con el llamado Estado Islámico?
Desde luego hoy todo
aquel con dos dedos de frente, debe intuir que unos poderes económicos
potentes, están detrás de estos movimientos con pretensiones más o menos
oscuras, que a mí se me antojan conniventes con los llamados mercados, gente
que con la desestabilización y la inseguridad, están consiguiendo una bajada
impresionante en los precios del petróleo, que amenaza con dar al traste a grandes
economías, como la Rusa o la Iraní, altamente dependientes de la producción de
estos combustibles fósiles. Por otro lado, ¿Quién no nos dice que con el terror
en Europa, los ataques en París de hace unos días, pueden ser buen ejemplo, no
nos lleve a posiciones ultranacionalistas que acaben de una vez por todas con
el gran proyecto de Unión Europea?
En verdad amigos, que
no tengo respuestas a estas cuestiones, pero de lo que si estoy seguro, es que
de ninguna de las maneras, vamos a proteger nuestra libertad renunciando a ella
y que no debemos dejarnos dominar por el terror, pues esto es precisamente el
objetivo de los terroristas, y de quien está detrás de ellos.
Los Europeos
deberíamos echarle arrestos a la cuestión y poner a trabajar los servicios
secretos de nuestros países de manera coordinada, para combatir a estos
insensatos con sus propias armas y empezar a entender que esta guerra si se la
quiere llamar así, no es una guerra convencional, sino muy pero que muy poco
convencional. Deberíamos buscar las personas que los financian, que seguro
tienen nombres y apellidos, y cortar el flujo financiero; deberíamos averiguar
quién los provee de armamento y cortar de raíz este canal, sin que nos tiemble
el pulso y sea quien sea. Pero claro si resulta que los grandes próceres del
llamado mundo libre, son quienes sacan mayor tajada, quien le va a poner el
cascabel al gato.
Les dejo aquí el link
de un artículo, relacionado con lo que he estado exponiendo y que me gustaría
muy mucho que su autor estuviera equivocado,