La izquierda utópica
en España, representada por Podemos, y la Izquierda posibilista, denominada genéricamente socialdemocracia, en España PSOE, superados
ya los viejos esquemas, luchan los dos por la democracia representativa en
general, a la que se incorporan unas mayores dosis de participación por cuanto
las nuevas tecnologías de la información así lo permiten.
Si bien en la defensa
del concepto Democracia, ambas están de acuerdo, difieren en el segundo gran
concepto a defender en la sociedad actual, pues si bien los utópicos consideran
defender el Estado Nación a capa y espada, Los posibilistas, andan convencidos,
que la Globalización económica, es consecuencia directa de la Revolución
Digital en la que está inmerso el planeta entero.
Les remito al
artículo de este mismo blog, del pasado 15 de julio de 2014 http://cosmem.blogspot.com.es/2014/07/un-trilema-resolver-y-muy-pronto.html
en donde explicamos como Rodrick establecía la imposibilidad de convivencia de
los tres conceptos.
Izquierda Unida,
primero y Podemos después, proponen en sus programas, echar el freno a la
globalización, con el fin de potenciar la democracia y los estados nación, tal
y como se ha venido haciendo en el mundo civilizado, desde el final de la II
Guerra Mundial, hasta que Ronald Reegan y Margaret Tatcher, con su llamada
revolución neocon, se cargaron los acuerdos Bretton Woods, que hasta entonces
lo habían permitido. Por el contrario el PSOE y su aliado el PSC, creen que ha
llegado el momento de superar el concepto de Estado Nación, para seguir
potenciando la democracia, en un nueva realidad como es la globalización
económica; cuestión que ha conducido a estas formaciones, a apostar por el
federalismo como fórmula de organización territorial, no solo en España, si no
en Europa y el Mundo. En otro apartado,
la derecha, siguiendo las políticas implantadas por Ronald Reegan y Margaret Tatcher,
apuesta por la globalización económica, manteniendo la fragmentación política,
con los estados nación, cuestión que indefectiblemente nos conduce a la
dictadura de los llamados mercados, al no haber ente político y democrático,
que consiga igualar su poder, por la pequeñez de los mismos.
Si partimos de la
base, que la globalización económica, es consecuencia directa, del progreso que la Revolución Digital comporta,
debemos decir clara y llanamente que ha venido para quedarse y si es así,
debemos buscar las fórmulas que nos permitan democratizarla, o sea quitando el
control de la misma, de las manos de los grandes poderes fácticos planetarios,
para que sea administrada por los representantes de los ciudadanos,
democráticamente elegidos, ¿No les parece?
Pero, ¿Cómo hacerlo?
Lo que sí es seguro, es que no vamos a conseguirlo en base a una sociedad
políticamente fragmentada, en Estados Nación, cuyas economías en el mejor de
los casos no llegan ni a una ínfima parte de los capitales que las grandes
corporaciones manejan y no solo esto, sino que además deben recurrir a ellos,
en busca de créditos para financiarse,
otorgándoles de esta forma el poder para disponer de vidas y haciendas
de casi todos los países del planeta.
Imaginen Vds. por un
momento, que la UE, hubiera actuado en esta crisis como un auténtico estado
federal, en el que la macroeconomía, la política exterior, y la defensa fueran,
competencias exclusivas del gobierno federal, dejando todo lo demás, para los
gobiernos de las distintas federaciones. Las intervenciones en Grecia,
Portugal, Irlanda y España no hubieran tenido lugar, porque la deuda de estos
países estaría mancomunada y quien negociaría, con los llamados mercados, no
sería cada ministrillo de economía, si no la UE en su conjunto, con un
potencial de recursos no solo en disposición de competir, con ellos, si no de
marcar las condiciones de la relación.
La propia crisis
bancaria española, no hubiera tenido lugar, o al menos en una dimensión mucho
menor de la que tuvo, porqué un Banco Central Europeo en condiciones, hubiera
detectado el problema mucho antes y la llamada burbuja inmobiliaria, con toda
seguridad hubiera sido pinchada mucho antes, cuando aún no hubiera alcanzado el
catastrófico tamaño que llegó a alcanzar.
Hoy mismo, viendo los
datos de una economía estancada en Francia, recesiva en Alemania e Italia, y
del todo insegura en España, aunque Mariano Rajoy diga lo contrario, uno piensa
que nos aprovecharía más a todos un esfuerzo común, que nos permitiera dominar
una buena parte de los mercados mundiales, en competencia directa con las demás
potencias, USA, Rusia y China y con toda seguridad desde una posición
preponderante y no como ahora, de debilidad manifiesta por la fragmentación.
Si por lo demás y
como deseo fervientemente, el federalismo en Europa, viene acompañado, por unos
liderazgos de clara ideología socialdemócrata, miel sobre hojuelas, pues de una
vez por todas, vamos a iniciar la imprescindible transformación social, desde
la base de la justicia social..