El retoque a nuestra constitución sugerido por Doña Ángela, que ha conseguido poner acuerdo, después de ocho años, a gobierno y oposición en España, para mi es la gota que ha colmado el vaso de mi paciencia, sobre todo cuando el socialismo español, me viene a pedir un nuevo acto de fe en las controvertidas decisiones económicas que últimamente están aplicando.
A estas alturas ya no puedo hacer actos de fe, y mucho menos con las políticas económicas que provienen del neoliberalismo y la derecha más integrista de Europa, como la que representa la Sra. Merkel, que nos han conducido al desastre más absoluto; del mismo modo que ya no creo en reformas laborales ni en el eufemismo de la flexibilización del empleo, que no esconde otra cosa que el despido libre y la precariedad, como medida de la patronal española, a favor de la ocupación. Medidas que hasta hoy se me han demostrado del todo inútiles pues la tasa de paro no ha parado de aumentar.
Estoy completamente seguro, que la única forma de combatir el desempleo, es en base al crecimiento económico y que este se consigue poniendo el país a trabajar en serio. Además de construir una nueva economía sobre bases mucho más sólidas que no la pura y dura especulación como ha sido hasta ahora, Soy consciente que esto conllevará duros sacrificios, que los españoles vamos a soportar ilusionados si conseguimos ver claro que van a representar una mejor calidad de vida de cara al futuro. Creo firmemente, es necesaria una autentica revolución que quite el poder al capital financiero y lo localice en la producción, que el reparto de la riqueza generada sea más justo y deje de concentrarse en unas pocas manos.
Esta es mi gran esperanza, que he depositado en el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba y en el Partido Socialista Obrero Español, esperanza que no quiero ver defraudada, por lo que exijo explicaciones exhaustivas y razonadas de todo este guirigay que últimamente me han montado, reforma de la constitución, apuesta por los contratos a precario en las realizaciones laborales, etc. etc.
Llevo mucho tiempo esperando, desde que comenzó la dichosa crisis, que mis líderes políticos me expliquen con claridad estrategias y planes de futuro para el futuro inmediato y a medio plazo, que me muestren el camino de sacrificios que voy a tener que pasar y que me cuenten como va terminar esto; que se dejen de improvisaciones y de seguimientos de estrategias extrañas, y aunque hasta hoy no solo no me han dicho más que ambigüedades y han actuado de forma que a mi entender nos devuelve a los errores del pasado, sigo creyendo en la intrínseca capacidad revolucionaria del socialismo en el siglo XXI, frente a una derecha cavernícola y anclada en el XIX, que pretende gobernar en España.
Supongo que se dan cuenta, los líderes políticos y en particular Alfredo, del riesgo en que están poniendo al socialismo español; y que si en verdad es la única salida que ellos ven a la delicada situación actual, me refiero a lo de la Constitución y la reforma laboral, que nos lo expliquen claramente y nos digan de una vez por todas y con toda clase de pelos y señales, si han dejado de confiar en las soluciones propias de izquierda, o se trata solo de una estrategia, puntual para evitar un retroceso, en este último caso que nos digan cuando vamos a emprender el camino hacia las nuevas formas económicas, cuando se van a decidir a promover un potente sistema financiero público, y cuando van a poner los primeros cimientos de una nueva economía social.
Winston Churchill, ganó unas elecciones prometiendo “Sangre, sudor y lágrimas” porqué sus electores comprendieron que era el único camino para salir del callejón donde se encontraban, y porqué además les hizo entender una meta de prosperidad y bienestar después del calvario.
Los españoles de hoy somos más capaces incluso que los ingleses de entender que nos toca andar un duro camino, lo que necesitamos solamente, es ver clara la meta y saber a que nos enfrentamos. La creencia ciega en mesías (léase líderes), ya forma parte de la historia. Espero y deseo, de los máximos representantes del Socialismo español tomen buena nota de ello y que a partir de ahora mismo, sean valientes y nos digan la pura verdad sin ocultarnos nada, caiga quien caiga. El resultado de las elecciones del 20N depende en buena parte de ello.
A estas alturas ya no puedo hacer actos de fe, y mucho menos con las políticas económicas que provienen del neoliberalismo y la derecha más integrista de Europa, como la que representa la Sra. Merkel, que nos han conducido al desastre más absoluto; del mismo modo que ya no creo en reformas laborales ni en el eufemismo de la flexibilización del empleo, que no esconde otra cosa que el despido libre y la precariedad, como medida de la patronal española, a favor de la ocupación. Medidas que hasta hoy se me han demostrado del todo inútiles pues la tasa de paro no ha parado de aumentar.
Estoy completamente seguro, que la única forma de combatir el desempleo, es en base al crecimiento económico y que este se consigue poniendo el país a trabajar en serio. Además de construir una nueva economía sobre bases mucho más sólidas que no la pura y dura especulación como ha sido hasta ahora, Soy consciente que esto conllevará duros sacrificios, que los españoles vamos a soportar ilusionados si conseguimos ver claro que van a representar una mejor calidad de vida de cara al futuro. Creo firmemente, es necesaria una autentica revolución que quite el poder al capital financiero y lo localice en la producción, que el reparto de la riqueza generada sea más justo y deje de concentrarse en unas pocas manos.
Esta es mi gran esperanza, que he depositado en el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba y en el Partido Socialista Obrero Español, esperanza que no quiero ver defraudada, por lo que exijo explicaciones exhaustivas y razonadas de todo este guirigay que últimamente me han montado, reforma de la constitución, apuesta por los contratos a precario en las realizaciones laborales, etc. etc.
Llevo mucho tiempo esperando, desde que comenzó la dichosa crisis, que mis líderes políticos me expliquen con claridad estrategias y planes de futuro para el futuro inmediato y a medio plazo, que me muestren el camino de sacrificios que voy a tener que pasar y que me cuenten como va terminar esto; que se dejen de improvisaciones y de seguimientos de estrategias extrañas, y aunque hasta hoy no solo no me han dicho más que ambigüedades y han actuado de forma que a mi entender nos devuelve a los errores del pasado, sigo creyendo en la intrínseca capacidad revolucionaria del socialismo en el siglo XXI, frente a una derecha cavernícola y anclada en el XIX, que pretende gobernar en España.
Supongo que se dan cuenta, los líderes políticos y en particular Alfredo, del riesgo en que están poniendo al socialismo español; y que si en verdad es la única salida que ellos ven a la delicada situación actual, me refiero a lo de la Constitución y la reforma laboral, que nos lo expliquen claramente y nos digan de una vez por todas y con toda clase de pelos y señales, si han dejado de confiar en las soluciones propias de izquierda, o se trata solo de una estrategia, puntual para evitar un retroceso, en este último caso que nos digan cuando vamos a emprender el camino hacia las nuevas formas económicas, cuando se van a decidir a promover un potente sistema financiero público, y cuando van a poner los primeros cimientos de una nueva economía social.
Winston Churchill, ganó unas elecciones prometiendo “Sangre, sudor y lágrimas” porqué sus electores comprendieron que era el único camino para salir del callejón donde se encontraban, y porqué además les hizo entender una meta de prosperidad y bienestar después del calvario.
Los españoles de hoy somos más capaces incluso que los ingleses de entender que nos toca andar un duro camino, lo que necesitamos solamente, es ver clara la meta y saber a que nos enfrentamos. La creencia ciega en mesías (léase líderes), ya forma parte de la historia. Espero y deseo, de los máximos representantes del Socialismo español tomen buena nota de ello y que a partir de ahora mismo, sean valientes y nos digan la pura verdad sin ocultarnos nada, caiga quien caiga. El resultado de las elecciones del 20N depende en buena parte de ello.